El Cebador de Salvador

En primera instancia mencionar que el título de esta crónica no es ni mucho menos peyorativo, sencillamente hace referencia al pantagruélico menú que nos apretamos en este bonito restaurante de la sierra de Madrid este Domingo mi partenaire y un servidor; las sensaciones magníficas (aunque aun ando haciendo la digestión de todo lo engullido)... empezamos:

Ambiente y localización:
El restaurante se encuentra localizado en el pueblo de Moralzarzal, con acceso directo desde la avenida principal de esta población y unas correctas indicaciones para encontrarlo. Es una finca con dos edificios (restaurante y hotel), ajardinada y plena de detalles rústicos, un buen sitio para celebraciones de postín.
La sala señorial (papel pintado, escenas de caza y nobleza y panelación en maderas nobles) y amplia, con una correcta insonorización y espacio entre mesas. Cuentan con una excelente terraza en la que tomamos el café y los licores de rigor. A este respecto, un 10: precioso restaurante.
Las mesas bien vestidas, con cubertería y copas de nivel (Schott) grabadas con el logo del restaurante.

Comida:
Ibamos a menú cerrado, un Degustación Largo que habíamos adquirido para 2 personas a través de una web de descuentos. 10 platos en total por comensal con servicio de agua, pan y una copita de vino por barba incluidas.

Pan: cestita con 4 panecillos (2 de aceite y 2 chapatitas rústicas). Estaba tan rico que pedimos una cestilla más (craso error visto el calibre del menú que nos zampamos!). Recién horneado, de fina y crujiente corteza y con una consistencia de la miga casi aerea. De los mejores que he tomado. Chapeau por cuidar este detalle.

Aperitivos: Una terna servida en bandeja individual. Incluía tres bocados:
- Sardina marinada con huevas de pez volador: una sardina curada en vinagre coronada por huevitas de pez volador y cebollino picado. Perfecta conjunción de sabores y punto de marinado de la sardina. Muy bien. Un 8.
- Gazpacho andaluz: un chupito de gazpacho, cremoso, liviano y con una potencia perfectamente controlada. También muy rico. Un 8.
- Croquetas de ave: dando la razón al compañero veremero Óscar4435 (al que desde aquí deseo una pronta recuperación), quien indica que "si en un sitio las croquetas son buenas se come bien", hay que decir que en El Cenador la máxima se cumple: 2 hermosas croquetas crujientes, cremosas y aderezadas lo justo con un toque de nuez moscada que realza sobremanera la sapídez del ave desmenuzada -pollo, entiendo-. Excelentes. Un 9.

Entrantes: tras las buenas sensaciones percibidas con los aperitivos, continúa el menú con la degustación de 4 entrantes (lo de degustación es un decir, porque los platos que se van sucediendo no son precisamente bocados, sino raciones en toda regla):
- Ajoblanco con higos: sopita de almendras crudas y ajo, guarnicionadas de unos dulces tropezones de higos frescos y aderezado el conjunto con unas gotitas de un excelente AOVE. Intenso sabor a almendra que es realzado de forma sublime en boca por los trocitos de higo. Suculenta tradición. Un 7,5.
- Tartar de salmón y aguacate: un hermoso lingote de tartar de un magnífico salmón combinado con dados de aguacate, apio, migas crujientes y arroz inflado. Potencia cítrica en cada bocado que no desluce (ni encubre) la magnífica materia prima. Riquísimo y muy abundante. Un 8.
- Tempura de algas y langostinos crujientes con salsa Ponzu: 2 brochetas de unos enormes langostinos y 9 piezas de distintos vegetales (algas y zanahoria) perfectamente tempurizadas. Delicadeza en el crujiente, liviandad en la preparación (ni un exceso de grasa) y excelencia en el género. Todo muy rico pero definitivamente excesivo, aquí las fuerzas empiezan a flaquear un poquito... Un 7.
- Huevo a baja temperatura sobre patatas cremosas y jugo de carne: un nido de puré de patata bien compactado que se remata con un huevo cocinado a baja temperatura y se riega con un concentradísimo jugo de carne. Generosa ración de un plato que se puede considerar clásico: rica combinación en boca de los elementos de la composición y excelente cremosidad de la yema, a la que quizás se le podría achacar cierta crudeza. Bueno. Un 6,5.

Principal: solo un principal, una carne (a estas alturas mi novia ya había dejado de comer, con lo que el hecho de que no pusieran también un pescado fue casi de agradecer):
- Solomillo Wellington: ración tamaño plato principal de esta creación clásica. Un generoso medallón de un excelente solomillo de ternera albardado con tocineta y mantequilla, y embutido en costra de hojaldre. Se sirve con una breve guarnición de patatitas y habitas repeladas, regado todo ello con un denso jugo de carne. Excelentemente preparado y presentado, este plato nos recuerda el valor de la tradición culinaria y subraya como ningún otro las bondades (y los excesos) de la Alta Cocina más clásica. Excelente aunque de infarto a estas alturas de la película... un 9.

Postres: todavía 2 servicios para alcanzar la cima; tras una paradita con cigarro incluido, volvemos al campo de batalla a rematar la faena...
- Coulant de Chocolate: nada de tonterías, delante de nuestras narices plantan un postre como Dios Manda: una magdalena de chocolate recién hecha (no recalentada), de finas paredes y esponjosa textura, con un dulzor controlado y rellena de un delicioso cacao líquido que se derrama por el plato con gulesca gracilidad. A pulmón abierto. Un 9.
- Burbujas de frambuesa: una frambuesa natural, granizado de frambuesa y espuma de frambuesa, servido a tres niveles en copa de martini. Un perfecto y refrescante final. Otro 9.

Servicio: atención constante por parte del numeroso personal y buen trato del vino (al menos del servicio por copas), con presentación de distintas opciones, prueba inicial y atención al rellenado. Perfecto tempo del servicio, "Savoir Faire", sonrisas sinceras y amabilidad = un servicio de 10. Así da gusto, leches.

Concluyendo la crónica, solo cabría mencionar que tuvimos muy buenas sensaciones en El Cenador de Salvador, un restaurante que, de seguir por esta senda, no sería de extrañar que recuperara la estrella Michelin perdida en 2011.

El total pagado fueron 92 euros: 59 euros en concepto menús (2 Degustación adquiridos a través de una web de descuentos) y 29 en concepto bebidas (1 coca cola, 1 Vermouth Martini, 1 botella de agua adicional, 2 copas de blanco -Chardonnay Enate-, 1 café, 1 Pedro Ximénez Lustau -a 3 Euros!- y un Licor de Melocotón). Aparte invitaron a 2 copas de Cava a los postres. En mi opinión, una insuperable RCP.

- Lo mejor: la perfecta conjunción de todos los elementos que componen una experiencia gastronómica: comida, servicio, bebercio, entorno... y la compañía (aunque eso ya es otro cantar!). ¿Lo mejor? TO-DO.

- Lo peor: sobredimensionamiento del menú -exceso de platos y potencia de los mismos- y un exceso de clasicismo en las composiciones; todo ello no denosta la experiencia pero entiendo que si pulieran esos detalles -aligerar el menú y meter algo más de creatividad-, El Cenador de Salvador mejoraría sustancialmente.

  • Coulant

    Coulant

  • Solomillo Wellington

    Solomillo Wellington

  • Tartar de Salmón

    Tartar de Salmón

  1. #1

    Nowhereman

    Es bueno que se empiecen a oír comentarios positivos acerca de este clásico. Tanto los comentados en esta web, como otras opiniones de personas "cualificadas" no lo dejaban en buen lugar.

    Saludos

  2. #2

    Javier46

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    La verdad es que lo que habia leido ultimamente de este restaurante no lo ponia en muy buen lugar. Me alegro de leer algo bueno

  3. #3

    Gastiola

    Señor menú y señor comentario. Como bien dices casi en exceso. Me suele pasar mucho a mi que soy de cenas que me corto a la hora de pedir el menú degustación por no querer salir con esa sensación.
    Pero que te quiten lo bailao, no? Por cierto acabo de hablar con Oscar por teléfono y quizás hoy mismo le den el alta. Ya está pensando en comer así que buena señal :-)

  4. #4

    Mtejido2000

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    si, vi las valoraciones previas antes de comprar los cupones, pero la verdad es que el menú pintaba genial a priori (y más a ese precio) y me animé... me alegra ver que han retornado al buen camino. Esperemos que no sea solo un espejismo.

    Un saludo, Manuel.

  5. #5

    Anubis7

    Buen comentario y buena comida... Es de los sitios que taché hace unos 15 años cuando creo que tenia la estrella y los que nos estrellamos fuimos nosotros. Creo que pagamos algo asi como 15000 pesetas por persona y recuerdo con horror un caldo de mariscos que era color grisaceo y sirvieron en una taza ( de las "medianas" de cafe que llamamos en Madrid). Pero por lo que cuentas veo que efectivamente ha llovido mucho desde entonces. Lo tendre en cuenta aunque no suelo salir fuera del casco urbano para comer o cenar porque nos gusta beber (no voy a ocultarlo) y los controles no dejan tregua... Saludos

  6. #6

    Mtejido2000

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    Por suerte reservamos para comer, esa panzada por la noche acaba en pájara seguro; respecto a Óscar, joder, me alegro que ya esté mejor -lo de que ya piense en comer, desde luego que es la mejor de las señales-.

    Un saludo, Manuel.

  7. #7

    Mtejido2000

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    Desde luego con la oferta la jugada nos salió bien (el menú nos salió a más del 50% de descuento); entiendo que le habrán visto las orejas al lobo y se habrán puesto las pilas, porque lo de vivir de las rentas en estos tiempos ya no cuela...

    Un saludo, Manuel.

  8. #8

    Kintiman

    Me recuerda un poco a la salvajada de menú que nos metimos mi mujer y yo donde Abraham García , yo salí casi rodando y mujer tuvo que visitar el baño para hacer hueco, jajaja.

  9. #9

    Mtejido2000

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    yo pude terminar a duras penas (comiéndome parte del tartar y casi todo el solomillo Wellington de mi novia, todo hay que decirlo), pero a Bea casi la pierdo en este lance!

    Un saludo, Manuel.

  10. #10

    EuSaenz

    Anda, es esta la famosa oferta de la web que comienza por “G” de 59 pavos el menú para dos? Me preguntaron algunos compañeros del curro qué tal puesto que la habían recibido, eché un vistazo y me sorprendió que todavía lo “vendan” como un Estrella Michelín, dado que la perdió hace un tiempo, en cualquier caso y por lo que comentas parece que todo bien, aunque la verdad es que los vinos elegidos me echan para atrás, ¿viste la carta de vinos?

    En cualquier caso a mí me pasa lo mismo que a Anubis, me gusta beber bien y cada vez me desplazo menos…

    Saludos,
    Eugenio.

  11. #11

    Mtejido2000

    en respuesta a EuSaenz
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    Si, de hecho contacté con ellos y les hice saber que su publicidad era engañosa, que en la actualidad El Cenador no cuenta con la estrella... la cosa quedó en una disculpa -algo es algo- y en un "pasamos nota de la incidencia", pero poco más. Dado lo positivo de la experiencia, no he ahondado mucho más en el tema, pero desde luego la publicidad de la página se puede considerar absolutamente fraudulenta. Lo comenté en el restaurante y me indicaron que era cosa de "G..." y que harían algo al respecto, pero vaya usted a saber...

    Respecto a la carta de vinos no la solicité, pero la oferta de dulces desde luego escasa: pedí un Moscatel como primera opción para los postres y no contaban con ninguna referencia, solo me pudieron indicar un semidulce (del que no informaron mucho más) y el PX Lustau -San Emilio- que acabé tomando (a unos más que estupendos 3 euros). El Cava de la invitación muy correcto, aunque no consulté la etiqueta.

    Un saludo, Manuel.

  12. #12

    Joan Thomas

    Muy buen comentario para un gargantuesco menú mas que apetitoso... Para ir a este restaurante, como mínimo tienes que haber ayunado el día anterior :-)
    Has debido disfrutar muchísimo, aunque haya sido difícil acabarse el banquete.
    vaya gozada !! y además con un pan que estaba riquísimo...( esto puede tal vez compensar un poco la falta de creatividad...) ,
    Seguramente si François Rabelais fuese uno de nuestros contemporáneos, hubiese mencionado el restaurante en sus novelas.
    Por cierto, sin los bonos de descuentos cual hubiese sido el precio del menú.

    Un cordial saludo

    Joan

  13. #13

    Emili

    Como dicen por aquí, "xe quina animalá"

    A vivir que son dos días.

  14. #14

    Mtejido2000

    en respuesta a Joan Thomas
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    Desde luego es un menú más apropiado para gigantes que para el común de los mortales, ciertamente copioso. De hecho uno de los camareros nos comentó que la gente no estaba llegando a los postres... Lo del pan, para hacerle un monumento de lo rico que estaba, pero si volviera intentaría comedirme un poco para llegar al final más desahogado.

    El precio del menú sin descuento creo que está en torno a los 80 euros, así que definitivamente la cosa fue una ganga. Absolutamente recomendable Joan.

    Un saludo, Manuel.

  15. #15

    Mtejido2000

    en respuesta a Emili
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    Jaja, totalmente de acuerdo!

    Un saludo, Manuel.

  16. #16

    G-M.

    Ooooooodó, que festín!
    Oye, qué pocos solomillos wellington he probado buenos.
    Quizás ninguno. Siempre secos.

  17. #17

    Antoni_Alicante

    Co-Jo-Nes!!! El precio de risa y, si encima comentas que todo estaba rico, chapeau!

  18. #18

    Craticuli

    Fantástico comentario para uno de esos restaurantes cuya misión es recordar el origen de todo. Cada uno debe hacer bien lo que sabe, y no subirse al carro de las modas simplemente por hacer caja, y por lo que comentas este es de los que sigue fiel a sus tendencias, pase lo que pase y le guste a quien le guste. Enhorabuena por tu nota y saludos.

  19. #19

    Mtejido2000

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Hombre, a mi la chicha me gusta poco hecha, y es cierto que en este plato la cocción de la carne está supeditada a la cocción completa del hojaldre, con lo que convengo contigo en que es difícil comer un buen solomillo Wellington si te gusta la carne poco hecha (como es mi caso); dicho esto, la verdad es que en El Cenador la pieza estaba francamente bien realizada, no sangrante, pero si rosadita y plena de jugosidad. A mi me encantó.

    Un saludo, Manuel.

  20. #20

    Mtejido2000

    en respuesta a Craticuli
    Ver mensaje de Craticuli

    Gracias Craticuli. En El Cenador realizan una cocina clásica, de alta escuela, que a mi personalmente me encantó; eché de menos algún puntito de creatividad pero eso desde luego no resta un ápice de valor al trabajo que allí realizan. La nota es bien merecida.

    Un saludo, Manuel

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