Ahora se llama Barcelona Milano.
Fui con mucha prevención por los comentarios anteriores, pero mi impresión fue buena.
Las sillas son cómodas, pero el comedor es bastante ruidoso, a pesar de que la distancia entre mesas es correcta.
Cenamos un buen jamón, en calidad y corte, y una ensaldad de tomate y ventresca bien aliñada.
De plato principal calamarcitos plancha, ración abundante y bien cocinada. El resto de comensales también quedó satisfecho (steak tartare, rape guisado, carpaccio de atún).
No tomé postre.
La carta de vinos me pareció de mucho nivel, con abundancia de DD.OO., vinos extranjeros y precios contenidos. Servicio correcto y copas Riedel.
Quiero destacar el servicio, a cargo de personal veterano y con oficio. Yo no me encontraba muy bien y me dejé casi todo el 2º. Vinieron varias veces a preguntarme si no era de mi gusto, si le encontraba algún defecto, si quería cambiar,...
En la entrada exposición de vinos para comprar, si no recuerdo mal puedes coger cualquiera y en restaurante hay un sobreprecio de 3€.
Un sitio para volver con más apetito.
Hoy al mediodía tenía intención de invitar a unos amigos al Terrabacus, pero por falta de atención no caí en la cuenta que los lunes cierran por descanso, y ya que estaba por esa zona, decidí dar otra oportunidad al Vinya-roel, al cual desde hacía unos 2 años lo tenía "castigado" por el estrafalario aumento de precios y reducción de la calidad de su oferta.
La descripción del local la obvio, ya que los comentarios anteriores ya lo han hecho con mucho detalle.
Al sentarme en la mesa asignada lo primero que me ha llamado la atención es clientela que tenía, apenas la mitad, si llegaba, del aforo total.
En esta ocasión hemos pedido un plato de jamón (bastante tirando a muy bueno) y unos chipirones (bastante buenos. Como plato principal he pedido el lomo de atún a la plancha con escalibada (en esta ocasión me lo han servido muy bien, tanto el atún como la escalivada) y mis amigos han pedido un lenguado (muy bien presentado, muy bueno y se han ofrecido a limpiarlo) y steak tartar, el cual también estaba bien. Globalmente, los platos principales han estado bastante bien, sobre todo con respecto a la última vez que fui, aunque sin destacar en nada.
Lo curioso ha sido a pedir el vino. Primero he pedido un As Sortes, y me dicen que no lo tienen, y me ofrecen un Guitian, no les hago caso y les pido un Villa Mein, van a buscarlo pero, o sorpresa, tampoco lo tienen, por lo que intentando no ser excesivamente borde, le pido que traigna lo que quieran o tengan, y nos traen el Guitian (deben tener una buena comisión). Es un vino con muy corto en paladar, con una fuerte presencia de oiña en el olfato, en resumidas cuentas, nada que ver con lo que habñia pedido inicialmente.
En esta ocasión, y al contrario que en otras, todo lo relacionado con el vino ha sido bastante penoso, y todo lo reletivo con la comido ha mejorado mi sensación con respecto a mi anterior visita.
Este restaurante es una buena 2ª ó 3ª opción si estas por la zona, pero hay ofertas substancialmente mejores.
Vinya Rovira.
Lugar que en apariencia, es un temático del vino. Vistosa entrada a modo de escaparate anuncia los vinos que se pueden comprar en tienda o beber durante las comidas.
Llama la atención el tamaño el local es muy grande, las paredes son estanterías climatizadas que exhiben múltiples referencias.
En el centro del salón, una bodega acristalada de techo a suelo – tal vez con demasiada luz – para conservar el vino.
La carta vinos es extensa, y aunque hay presencia internacional ésta es muy reducida, se centran dentro de nuestras fronteras con amplia representación de todas la D.O catalanas.
Ante una puesta en escena así, se intuye – equivocadamente- que todo lo relacionado con los vinos sería de primerísimo nivel… Todos los elementos son correctos para disfrutar, copas, temperatura, conservación. Pero faltaba”algo” que hiciera mas cercano y personal el trato, que defendiera y transmitiera vino.
La comida: Algo ligero y sano, para empezar: Gazpacho – en un día de mucho calor - servido con generosidad y todos sus acompañamientos finamente picados. Bueno!
Los pescados. Magnifica materia prima y aunque no llevaba mucha mas floritura… las guarniciones reclamaba atención!
Corazón de atún, de buen tamaño, poco hecho - tal y como pedimos- tal vez la rebanada no era lo suficientemente gruesa para que el pescado estuviera ROJO del todo. Aún así muy jugoso. Mención aparte la escalivada que acompañaba, pimiento y berenjena con un franco sabor haber sido asadas paciente y diligentemente. RICA!
Lubina a la plancha, también muuuy poquito hecha. Servida con judías, zanahoria y patatas, cada uno de ellas en su justa cocción y punto de sal. Tuve la sensación de estar pinchando la patata y no esperar nada para después sorprenderme de cómo algo tan sencillo puede estar taaan rico!
Postre: Crema catalana coronada con helado de coco. Curiosa combinación, me quedo con la catalana sin más!
Cafés: Supremo: Illy es sin duda el mejor en el mercado.
Me chocó mucho que la comanda fuese tomada mediante datafono, se de buena tinta que estos sistemas ayudan mucho al control, gestión, compras, etc… pero me da una sensación tremenda de fastfood. Tal vez un prejuicio por mi parte…
En general la experiencia fue buena, comida muy buena basada en el producto, servicio correcto, instalaciones cómodas. Pero ante las expectativas generadas en torno al vino, la sensación al respecto es bastante corta.
... antes era un lugar agradable donde bebías mejor que comías. La cocina es la misma que la de Paco Meralgo, Olivé, etc... este grupo abre restaurantes con la misma carta y distintos precios según el target que consideran. Cocina correcta pero sin complicaciones (tártaros, pescados a la plancha, carpaccios...). Esta cocina no justifica en absoluto los precios que pretenden. Las mesas de 2 son francamente pequeñas.
Restaurante viniteca perteneciente al grupo que gestiona Paco Meralgo, L'Olivé, entre otros .., por ubicar ...
La 'gracia' del lugar residía, a mi juicio, en una oferta amplia y cuidada de vinos y cavas, con buen tratamiento del servicio, que se podían adquirir en la entrada o bien consumir en el restaurante a un precio por debajo de lo habitual en este tipo de establecimientos. Digamos que a razón de 1,5, aproximadamente.
Un lugar agradable, tranquilo, servicio correcto, con una cocina sin pretensiones especiales a base de ensaladas, carpaccios, steak tartar, y algunos platillos mas.., abierta hasta las doce .., en resumen que podías cenar con un buen vino a un precio ¿contenido?..
En la actualidad, han añadido un sobreprecio de 3 o 6€ por consumir el vino en el restaurante (¿de verdad alguien piensa que va a ir a comprar ahí como si fuera una bodega?), las cañas a 3,60€, el xupito de depués a 8€, el pan a 3 o 4, el pan con tomate otros 3 o 4 de más, y así una cena ligera de una ensalada, un carpaccio y media racion de tartar, con un cava de 18€, cafés, sin postre ... 78 eurillos ..
Sin darle portazo definitivo (el agosto es muy duro en la urbe), se me ocurren bastantes opciones de estilo semejante mas recomendables..
Precio por persona: 40 €
Volví, con unos amigos, a cenar a este restaurante que conocía ya. Al ser entre semana la cantidad de gente era menor, con bastantes mesas vacías y menos bullicio general. El vino, como siempre, muy cuidado en temperatura, proceso de decantado y, lo más importante, el precio, ajustado. La comida, mejor que en otras ocasiones. Un crujiente de marisco con raviolis bastante conseguido y un marmitako en el que había que destacar el atún, consistente y suave. 150 € tres comensales. Es una opción a tener en cuenta.
Restaurante del grupo "La Barceloneta", "Olivé", etc. La verdad es que lo que mas me gustó fué el apartado de vinos, nos tomamos una botella de Finca Valpiedra muy correcta, en cuanto a la comida, francamente mejorable. Los precios no son acordes con la calidad ni el servicio. Hay mejores opciones por la zona.
Este Restaurante nos sorprendio de forma positiva Ambiente excelente,moderno bodega al vista moderna.El nivel de la comida es aceptable.El nivel de la carta de vinos es muy bueno.Precios muy contenidos,a veces por debajo del precio de tienda.El Bollinger RD 96 115 €(El mismo vino en el Rest Omm 240 €!!!.Probamos dicho Bollinger,brutal,una maravilla.Un grandes Añadas de Artadi 1999 excelente y de postre un Tokay Oremus 6 P del 99 excelente.Buena relacion calidad precio.Vale la pena.
Qué difícil el punto de equilibrio...
carta extensa de vinos, precios correctos pero en parte porque algunos restaurantes se exceden y aquí "sólo" te cargan 20 / 25% si consumes y 8 / 10% si te lo llevas.
ambiente interesante, moderno, y carta amplia aunque desbordada en precios, con una elaboración y ejecución que no excede ni justifica el "desborde".
el servicio es muy justo, no siendo capaces de ver algo más allà y cambiar cubiertos o platos
camareros multiculturales y de rotación alta.
es una lastima que no seán capaces de aunar la calidad y el precio tal y como han conseguido hacer con el vino, claramente se nota la actitud recaudadora (cafès, aguas...) porque si bien es cierto que estàn para ganar dinero, si quieres cobrar mucho por un servicio el servicio debe ser bueno, y eso es algo más que el traje del tipo que te atiende....
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