Al ver el comentario del opinante anterior se me encendió la bombilla y recordé la excelente comida que disfrutamos en Casa Vallecas durante las vacaciones del año pasado.
Efectivamente, llama poderosamente la atención el espectacular contraste entre el bullicioso y un pelín desaseado ambiente del bar y la esmerada decoración del comedor.
En la carta se mezclan armónicamente platos tradicionales (caza, guisos, carnes de la zona...) con otros de cocina creativa o "de autor". Es difícil no encontrar una sugerencia que te agrade en función de tus propios gustos y del apetito que tengas. Yo degusté un contundente estofado de jabalí acompañado por un buen tinto de la zona (Doce Linajes si no recuerdo mal) El precio anduvo cerca de los 30 € por comensal.
Para rebajar la opípara comida subimos al castillo dando un paseo y luego dimos una vuelta por el pueblo. Berlanga es un lugar que merece la pena ser visitado.

Restaurante del hotel Fray Tomás. La entrada por el bar te hace dudar de la calidad del local, sin embargo resultó ser un verdadero descubrimiento. Está bien decorado y es cómodo, con mantelería y vajilla adecuada. La cristalería a tono con el local y la comida. Atención al menú micológico protagonizado de cabo a rabo en estas fechas por sus majestades la seta y el hongo (40 €) y su menú degustación (36 €) ambos magníficos y pantagruélicos.
El servicio del vino, impecable, hombre, todo es mejorable pero a mi me pareció muy correcto. El servicio atento, servicial y simpático.
La carta de vinos no es muy amplia, pero muy adecuada y ajustada y con un precio muy bueno: Alión a 27 €, para que luego nos lo quieran colocar por 32/33 o más €.
Puede ser lo mejorcito de toda la provincia, exceptuando la capital.
Si pasáis no lo dudéis, entrad y comeréis como nunca.