Restaurante La Venta en Barcelona
Restaurante La Venta
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
45,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
50 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.4
Comida COMIDA
7.6
Precio medio entorno ENTORNO
7.6
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Crema catalana
Erizos
Huevos Onsen
Boquerones
Croquetas
Opiniones de La Venta
OPINIONES
5

Visito La Venta dos o tres veces al año y, al marchar, siempre pienso que se merece alguna visita más. Mesas bien paradas, buena separación de las mismas, servicio de sala muy profesional, local bonito, estilo vintage, carta muy atractiva con opción de algunas medias raciones, aparcamiento privado cercano, precios correctos, magníficas vistas de la ciudad de Barcelona, ambiente romántico.

Hicimos nuestro menú degustación, de caprichos. Concretamente unas croquetas de pollo y jamón, gustosas con buen rebozado, boquerones fritos excelentes, huevos Onsen con setas y unos erizos gratinados. Todos los platos bien servidos, buenos, cantidad correcta. Postres, también compartidos, una auténtica quema catalana.

Cava y vino a copas, ambos de calidad y generosa cantidad. Concretamente el cava Juvé Camps y el vino, un Furvus, Montsant de Vinyes Domènech.

Buena opción para hacer una comida con la ciudad a los pies y también lugar ideal para quedar bien con personas foráneas de Barcelona.

  • Crema catalana

    Crema catalana

  • Erizos

    Erizos

  • Huevos Onsen

    Huevos Onsen

  • Boquerones

    Boquerones

  • Croquetas

    Croquetas

Hacía un par o tres de años que no iba a La Venta. Me gusta acudir a él cuando viene alguien que no conoce muy bien Barcelona. La vista y el entorno son muy agradables y a uno siempre le gusta "fardar" de la ciudad de los prodigios que tanto ama.

Y uno en el fondo es tradicional y clásico, pero lo de La Venta ya es excesivo. Parece que entras en el Túnel del tiempo. Lo único que han cambiado ha sido el personal. Encontré a faltar el camarero que siempre estaba allí(igual era su día de vacaciones).

Comimos unas garotes gratinadas(erizos de mar). Igual que siempre: espléndidas. Con esa crema gratinada. Siempre en su punto con gusto a erizo de mar suavizando su rudeza en el paladar y sin perder su característico sabor hasta la última gota.

También compartimos unas alcachofas del Prat fritas. Muy ricas.

De segundo tomamos un Bacalao más que aceptable.

De vino un Jardín de Lucia. Le faltaba frío y me sentó muy bien.

Las mesas excesivamente juntas. Una de las mesas adyacentes, el tipo masculino tenía una potente voz mejicana y costaba mantenerse al margen de sus comentarios y centrarte en la conversación de nuestra mesa.

Volveré, pero sería de agradecer una cierta renovación en el restaurante.

Fuimos de celebración y encontramos lo que buscábamos. Un restaurante con carácter y una carta completa. No hubo mucha suerte con el vino, tuvimos que pedir tres veces, pues justo pedimos los vinos que no tenían. Servicio estupendo y rápido. Comimos de entrante crema de erizos gratinada, que nos dejó mudos, y unas flores de calabaza rellena de butifarra negra exiquisitas, entre otros platos. De los postres, lo mejor un brownie con pistachos y helado de vainilla, nos llamó la atención que llevara pistachos... Muy rico. Al salir las vistas son espectaculares, la verdad es que el sitio donde está es otro aliciente.

Bastante deacuerdo con el comentario anterior, añadiendo unas cosas mas; es ruidoso, la verdad es q se podrian esmerar mas en la decoracion, la encuentro un poco anticuada. La materia prima correcta con buena presentacion y productos frescos.Sale aprox. por 40€ p/p. con postres y cafe. Hay sala de fumadores y no fumadores a escoger. Sobre el trato del vino deja bastante q desear, pido un guitian y le pregunto al camarero de q año es, me contesta del 2004, bajo mi sorpresa de q esten sirviendo el 2004, le digo si tiene 2005, ya q esta casi apunto de salir el 2006 y q como es q todavia estan sirviendo una añada tan evolucionada y la contestacion del supuesto profesional, es q "no se lo van a comer ellos el 2004, primero sacan 2004 y luego 2005" toma ya!!!, es decir amigos, q te dan un servicio de la ostia, y encima me dice q tb estaban sirviendo un tinto crianza del 2000 y q no pasaba nada, en fin, en tal semenjante personaje, me caye, pq vi q estaba picado y preferi no entrar en el juego, pero al final le dije q me trajera a mi un 2005 y me lo trajo protestando. En definitiva, q para ellos te tienes q acabar lo q ellos digan y encima paga.Para q luego me hubiera salido con tca, seria el remate. Bueno, las copas son aceptables y el guitian por lo menos me lo trajeron frio :-).

Al pie del funicular del Tibidabo, justo enfrente del clásico Mirablau, un restaurante con mucha solera, aspecto divertido -entre antigua feria y parque de atracciones de principios de siglo- y cocina a base de productos sencillos elaborados con esmero. Carta equilibrada, de óptima calidad tanto en pescados como carnes. Postres a la altura, así como licores y vinos de postre bien seleccionados. ünicamente la carta de vinos -algo limitada- rompe con el estupendo nivel del restaurante. En verano -o incluso en otoño o primavera, ya que están equipados para ello- magnífica terraza acristalada. Muy bien, especialmente el precio -unos 40€ por persona, todo incluido-.

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