Restaurante Astelena 1997 en San Sebastián
Restaurante Astelena 1997
País:
España
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
48,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos noche y lunes
Nota de cata PRECIO MEDIO:
54 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.1
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.7
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Opiniones de Astelena 1997
OPINIONES
7

Astelena ofrece una cocina tradicional , seria y consistente, precisa y nítida. Sin florituras , ni excesos , pero bien hecha. Trato y servicio natural , amable y eficiente, empezando por él , cuyas apariciones televisivas no le han impedido seguir tratando al cliente , con atención , sencillez y acierto. Buena cocina , rica , sin defectos . No perderse el pastel de merluza como lo hacía su madre. Ni la torrija crujiente , de las mejores que he probado últimamente. Ofrecen un menú completísimo de 55 euros que para ser Donosti , muestra una muy buena rCP. La  carta de vinos suficiente , como su servicio , aunque convendría una revisión y optimización. Los famosos callos, no están mal , pero acostumbrado a los de mi suegra y a las vizcaínas de por aquí , me los podía haber ahorrado. Mejor la carrilera ( la cambié..). Buena impresión , muy recomendable si buscas cocina honesta, tradicional a un precio razonable en esta ciudad sin parangón.

Me habían dicho que en este restaurante se comía bien y además todo lo que había leído así parece demostrarlo, así que hay que probarlo y vaya si lo hemos hecho.
Buen local, buenas mesas. Servicio muy amable y atento en todo momento. Se nos acerca Ander y con él decidimos que nos vamos a beber una botellita de Ribeiro. Me gusta probar cosas nuevas y esta vez hemos vuelto a acertar. Un Paraguas 2014. Elaborado en Ribadavia (Ourense) con un 86% de treixadura, un 9% de godello y un 5% de albariño. Al parecer la primera vinifica en acero y las dos restantes en barricas de roble francés. Toques frutales y muy buen gusto. Imagino que aún es demasiado joven y que la espera merecerá la pena pero nos ha encantado.
Dos buenas txapatas de pan y como aperitivo nos ofrecen unos vasitos de gazpacho. Rico, fresco, hoy entra que da gusto.
Compartimos al centro una ensalada de cigalas y txangurro. Buenas piezas en su punto exacto. Ricas. Buena conjunción con el resto de ingredientes. Además ensalada en cantidad suficiente pero de las que no te dejan repleto.
Pasamos a unos estupendos hongos a la plancha con su yema de huevo. Presentada al centro pero a la que hay que romper y mezclar con los hongos para que el plato nos de lo que pretende. Esto, teniendo calidad como la tiene, es un plato de quitarse el sombrero. Muchos recuerdos tengo yo de semejantes “visiones” en restaurantes conocidos. Me apasionan.
Arantza se decide por el Tronco de merluza al horno. Realmente es tronco, no rama. De tamaño más que considerable. Lo acompañan unas estupendas almejas que están fresquísimas y en su punto. El pescado está impresionante. Suave a más no poder. De una calidad suprema y maravillosamente tratado. Un platazo sin tonterías pero que enamora.
Yo he visto por ahí lo de los Callos de Iñaki. Eso hay que probarlo. Presentados en una bonita cazuela roja. Una ración que bien pudiera ser para dos personas pero que remato incluso con la cuchara. Desde luego que están para untar todos los panes del mundo. Bien preparados, muy suaves. Sabor espectacular. El caldo está para morirse de gusto. Lo prometo. Un plato de callos de los mejores que he comido en mi vida y los he comido. Creo que muchas amatxus que los bordan en sus casas, se sorprenderían aquí. Por allí, en una mesa estaba alguien que al parecer algo tiene que ver con ellos y se los ha pedido. Dice que pueden mejorarse pero lo dice con la boca pequeña. Se le nota. Geniales. Si pasáis por allí no dejéis de probarlos, me lo agradeceréis.
Preguntamos a una de las amables camareras por el que ella considera su mejor postre y nos recomienda la torrija. Pues menuda recomendación. Está exquisita. Me gustan así, nada secas, jugosas. El helado, que hemos sido incapaces de reconocer estaba casi a la altura de la torrija. Un postre genial, estupendo colofón a una magnífica comida.
Cafecito e infusión invitación de la casa, por cierto y seguimos nuestro paseo, más tranquilos ya. Gracias por la recomendación. Un restaurante de excelente producto y trato..
Para ver las fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/09/restaurante-astelena-donostia-un-hurra.html

Hace cuatro años estuvimos,, esta vez hemos vuelto por el buen recuerdo que nos dejo.. todavia mejor,han reformado algo, cerrando unos reservados con cristal y haciendo una pequeña bodega , cocina producto producto, alcachofa , esparrago natural plancha , anchoas del cantabrico , lenguado,,, se me hace la boca agua.. y lo nuestro , el vino .. nuevas referencias , vinos franceses , toledo , baleares , valdeorras , muy completa y todo en armarios a su temperatura ,, aumento de cavas tambien ,, precios muy populares , siin cargarlo mucho pa poder probrar varios caldos , bebimos un nita del priorat , impresionante .. cada vez mas recomendable

Recientemente celebramos una comida de grupo en este restaurante, al que le tenía yo ganas desde hace años. La cocina, en su estilo tradicional, muy buena: buen producto, raciones generosas, elaboraciones eficaces... Comí un excelente rodaballo (lo cual cada vez es más difícil). El entorno agradable (éramos un grupo con niños y nos ubicaron en una especie de bodega aparte del resto de la sala). En cuanto al vino, la carta es suficientemente amplia y los precios ajustados, copas correctas y servicio adecuado. Tomamos un magnun de Marqués de Riscal 2002 (una buena elección para todos los gustos) pero se percataron demasiado tarde de lo limitado de sus existencias así que hicimos una cata vertical involuntaria (2002 y 2003; mejor el primero, quizás por estar en magnum). En conjunto muy buena relación calidad precio.

Una muy agradable sorpresa cerquita del Urumea. Atraídos por su hermano de pintxos y de igual nombre ( los pintxos del Astelena que hay en lo viejo son impresionantes ) decidimos comer a bote pronto en el 1997. Hay suerte y tienen mesa, el local es familiar por la clientela y sencillo por la decoración, adornada con unos cuadros preciosos de Ábalos, un pintor local. La carta es variada y guarda un gran equilibrio entre las materias primas locales y un elegante toque de modernidad: kokotxas en revuelto, raviolis de morcilla de beasain (deliciosos), rissoto de hongos y carrilleras. No aguanto la tentación al verme rodeado de familias y recordando mi infancia me pido un Ardanza ( que sabe igual que hace 20 años ). Los postres son excepcionales, la sopa de mamía y el pastel de queso caramelizado ponen punto y final a un acierto. El servicio, atento, discreto y eficaz. El precio es excelente en relación con la calidad. Sin duda alguna, para volver.

El puente de Mayo por fin fuimos a San sebastian. Alli nos encontramos de todo y pal ultimo dia decidimos preguntar a los Donostiarras donde comer y varios nos dijeron que el Astelena estaba muy bien calidad-precio.Nos hicieron un sitio una camrera muy simpatica ya que estaba completo. No nos defraudo! tomamos un Guelbenzu Evo q estaba a un a temperatura ideal,alli tenian varios armarios bodega y una carta muy bien equilibrada entre nuevas referencias y los mas clasicos de rioja y r.duero. La comida toques modernos y producto de temporada , pudimos tomar las primeras antxoas de la temporada y un mrevuelto de xixas(setas)jugosisimo.de postre un clasico como la mamia,pero en version de sopa caliente con un canutillo de menbrillo.Que mas quieres por 39 euros.Eramos 4 salimos encantados.Muy recomendable.

Situado en una calle que puede pasar desapercibida, se encuentra este restaurante que no tiene aspecto de gran cosa, tampoco cuando entras y descubres su pobre decoración, más bien clasicona. Pero la comida es realmente buena, trabajando las materias primas de forma muy cuidada y con unos toques sencillamente geniales (Ander González es el chef). Los chipirones con ese aceite estaban de miedo, pero cuando llega el momento del postre es cuando hay que aplaudir: esa sopa de mamia con canutillo de queso de cabra y membrillo, genial. La carta de vinos es importante, pero el servicio se descuida, atendidas las mesas por chicas que tienen sólo voluntad, una pena. ESte sitio, con mejores formas, puede llegar a ser una referencia.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar