Se ha trasladado al club de golf Escorpión.

Comida un Viernes por despues de trabajar. Aun llegando sobre las 15.30 o asi, me recibieron con una sonrisa (atencion incluida del dueño). Buena separacion de mesas, sillas y banquetas revestidas. Me decidi finalmente por el menu degustacion de 22€ (no recuerdo si era el precio exacto). Este, estaba compuesto por: Bacalao 65 grados de coccion con alioli. No soy muy de pescado y sinceramte, buenisimo. Berberechos. Para mi el peor plato del dia. Demasiado (acuosos). Bombones de foie acompañados de mistela. Buenos. Revuelto de patatas, morcilla de burgos, habitas tiernas y alioli. Muy bueno, todo en su punto. T-bone con salsa de almendras y kikos. Bien cocinados tanto el entrecote como el solomillo. Lugar donde volvere sin dudas!

Fuimos a comer el menú de carnes de raza, y la verdad es que nos sorprendió gratamente.
De entrada nos sirvieron las Cigalitas a la cocotte con tomillo y limón. En su punto, muy enteras y sabrosas.
A continuación bacalao 65 grados allipebrat, muy rico...algo frío para mi gusto. Después en un vasito de cristal el "mil hojas de escalibada asada y queso" con un toque de bacalao ahumado. Riquísimo.
A continuación la croqueta de supersetas, algo pasada de sal pero sabrosísima.

Antes de las carnes, trajeron unas bolitas de foie con una mistela, me pareció una opción genial para cambiar al plato fuerte.
Finalmente, una degustación de carnes de raza: hamburguesa de buey del Valle de Esla, solomillo Gallego, colmo de wagyu (kobe), y crujiente de black Angus (Escocia). Son cuatro piezas pequeñas de carne, pero en su punto justo de plancha. La hamburguesa me sobró, pero el resto de carnes muy sabrosas.

De postre una fusión de chocolate y helados de caramelo y especias. Muy buen final para una gran comida, que acompañamos con un Mallelous.

Para rematar, unos gin tonics bien preparados. La persona que nos sirvió todo el rato se notaba que sabía lo que se hacía, muy buena profesional, entendida de vinos, menús, aceites, etc.

Por cierto, a media comida, nos trajeron un carro de aceites espectacular, desde uno que tenía un toque a plátano al ponerle algo de azúcar, hasta algunos que ya me gustaría tener en mi mesa habitualmente.
Volveremos, sin duda.

Fuimos a probar el menú “Carnes de Raza” 20€ + iva, me pareció una apuesta muy interesante en un principio conociendo el buen hacer de Paco, y al finalizar así se confirmo.

Mantener una línea de calidad en todos sus productos y a este precio entiendo que no es fácil, posiblemente la ubicación del local en el Polígono (sábado noche) le haga sacrificar márgenes pero no en materia prima. También tiene sus ventajas, fácil aparcamiento, sin bullicios, rápidos accesos...

Detallo la cena sin desglose técnico:

Cigalitas a la Cocote al Tomillo y Limón.

Bacalao 65 grados Allipebrat

Mil Hojas de Escalibada asada y Queso

Croqueta de Supersetas

Un poco de Foie con choco (tremendas las bolitas de Foie bañadas con chocolate, junto con una copita de mistela)

Degustación Carnes de Raza: hamburguesa de buey, solomillo gallego, colmo de wagyu, tira de black angus… (Excelentes todas ellas)

Postre; Fusion de Chocolate y Helados.

Carta de Vinos amplia e interesante, con algún vino internacional. Tomamos Pago Capellanes Roble 11. 18€.
Amplias y cómodas mesas, el servicio muy atento y agradable. Repetiremos

Local situado en el Polígono Industrial de Catarroja con dos zonas totalmente diferenciadas, teniendo en la planta baja (lleno hasta la bandera) menú a precios más asequibles, y por entrada lateral distinta el acceso al primer piso donde se ubica el restaurante principal.
Personalmente considero que se abusa excesivamente de un color rojo intenso en su decoración, aunque para gustos colores. Buena presentación de las mesas, con vajilla, cristaleria y cuberteria correcta, siendo adecuada la separación entre las mismas.
Pedimos el menu sensaciones, siendo las entradas vieira en bloody mary, para mi gusto excesivamente picante, kokotxas de bacalao allipebradas, resultando un plato sabroso y recomendable, y surtido de 3 clases de croquetas caseras (en nuestro caso solo pusieron dos), una de setas y otra de jamón para cada uno, habiendolas tenido excesivo tiempo en la plancha por lo que las sirvieron demasiado secas, aunque de sabor correcto.
Carrito de aceites de distintos tipos y variedades para su degustación.
Como plato fuerte el arroz a banda con huevas de erizo y sepieta de Gandia, resultando un plato bondadoso, sabroso, y en su punto de cocción; realmente bueno.
Correctos los postres, tarta de limón almendrada y merengue, y crema de calabaza asada y helado de vainilla.
Bodega aceptable en carta con indicación de 200 referencias y distintas denominaciones de origen, disponiendo en la sala de una pequeña bodega acristalada.
Al tener que conducir elegí una botella de 3/8 de Viña Herminia crianza de 2004. Copas correctas para vino y champagne a tenor de lo visto en la mesa de al lado.
Servicio profesional y agradable, teniendo en cuenta que solo habian cuatro mesas ocupadas.
No me importara repetir con el fin de probar otros platos.

Soy cliente desde que abrieron y si algo destaca en este restaurante de cocina mediterranea, de diseño minimalista es el trato del equipo humano del mismo. Especialmente de Paco. En cuanto a la comida destacar que disponen de dos menus degustacion, uno mas economico, 34€, que consiste en tres paltos a modo de entrantes para compartir mas un plato principal por comensal. El otro algo mas caro, 51€, con cinco entrantes. Materias primas de primer nivel, tiempos de espera aceptables. Bodega acristalada con buenas referencias y precio equilibrado. No te lo pierdas

Cena de amigas en el infierno. Restaurante con una decoración sorprendente, todo rojo, bodega vista y muchos detalles visuales que lo hacen realmente encantador. Ya con la carta en la mano nos decantamos por el menú sensaciones a 34 como recomendaba esta página. En el puedes elegir y optamos por las vieiras en blody meri y wasabi, plato que nos resulto sabroso y un punto picante muy atractivo. Ensalada cebiche al estilo de Mykonos bien, pero con un poquito de tierra. El foie con chocolate servido en una especie de ladrillo rojo provoco la sonrisa de todas. Nos trajeron un carro con más de veinte aceites y los probamos con diferentes sales y azucares. Llegaron los pescados y ya parecíamos globos después de tanto aceite. Bebimos cava valenciano one brut recomendado en la carta. Nos regalaron unas invitaciones para probar el restaurante de la planta baja con tapeo como dios manda. Probaremos la hamburguesa Biff’oie que tanto publicitan. Volveremos y sin nuestros maridos. Otro detalle, te pagan el taxi de regreso a casa, a la proxima.

Tercera visita a este restaurante. Nos tentó el menú sensaciones a 34 € pero finalmente optamos por comer a la carta, nos liamos la manta a la cabeza y que viva la navidad. El sitio es confortable y atractivo, como en todos sitios en esta fecha demasiada gente, pero el espacio entre mesas era correcto. Cartas nuevas y muy sugerentes, oferta sensata y un tanto conservadora, en tiempos de crisis la gente se pone seria. Disfrutamos mucho con las anémonas en témpura y el tataki de ventresca de atún. Pedimos las kokotxas a las cuales somos adictos y nos decepcionaron un poco ese día. Las mollejas con crema de castañas deliciosas. El plato de setas con trufa y huevo bueno. Los seis pedimos carne, disfrute con la carrillera y probé el solomillo de esla de mi pareja y me pareció exquisito, eso si un poco frió el plato. Terminamos con quesos para apurar la tercera botella de finca terrerazo. Las copas mejorables. El carro de aceites mejora con al pan recién horneado. Tomamos gin tonic y salimos a 58 euros. Si lo pides, el restaurante te paga el taxi de regreso a casa, es una buena idea. Volveremos pronto pero con el menú de 34.

El restaurante está en el polígono de catarroja, en el primer piso, no te lo esperas. Está pintado de rojo rojo, que es el color dominante y, junto con colores negros, grises y blancos, la primera impresión es que es otro club de los de la zona :-)

Acomodados, tomamos primero unas vieiras sobre un fondo de gazpacho de cerezas que resultó interesante, luego nos trajeron unas puntillas de chipirón fresquísimas, que no les ponen nada, las cuecen exactamente 7 segundos (según el jefe de sala) y te las sirven. Me parecieron extraordinarias. Puestos a pedir sabores diferentes, pasamos a una fidegua de setas (con boletus, trompetillas de la muerte, etc.) y foie. Tambien resultó un plato curioso, algo "largo" quizás porque pedimos una ración para cada uno. Luego tomamos una carne estupenda (no recuerdo como le llaman). Los postres bastante bien, el mio, un helado de vainilla natural con pasas estaba riquísimo. De beber un Beryna, un Mestizaje y un cava Dominio de la Vega Brut Reserva Especial. ¡ha! se me olvidaba, nos trajeron un carrito con no menos de 15 botellas de diferentes aceites, y allí estaba yo mojando pan como un loco. Genial.

Buena bodega con referencias muy conocidas, salón espacioso y cómodo, raciones muy correctas y precios, como todo ya, algo caros. Sitio recomendable.

Vale la pena visitarlo. Restaurante de corte moderno con bodega digna y bien cuidada que ofrece un servicio correcto y simpático. La comida fue estupenda: de entrada a centro de mesa una ensalada muy variada, como me gusta a mí, revuelto con huevos ecológicos de algas con gambas (se nota el sabor)y vieiras; el plato fuerte arroz meloso de cigalas, que estaba divino; todo regadito con Augustus chardone bien escanciado. Probamos agua de glaciar, un toque de lo más japones, y no pude resistir la tentación de fumar un Romeo y Julieta que elegí de la variada carta de puros que ofrecen.