Fuimos a comer el menú de carnes de raza, y la verdad es que nos sorprendió gratamente.
De entrada nos sirvieron las Cigalitas a la cocotte con tomillo y limón. En su punto, muy enteras y sabrosas.
A continuación bacalao 65 grados allipebrat, muy rico...algo frío para mi gusto. Después en un vasito de cristal el "mil hojas de escalibada asada y queso" con un toque de bacalao ahumado. Riquísimo.
A continuación la croqueta de supersetas, algo pasada de sal pero sabrosísima.

Antes de las carnes, trajeron unas bolitas de foie con una mistela, me pareció una opción genial para cambiar al plato fuerte.
Finalmente, una degustación de carnes de raza: hamburguesa de buey del Valle de Esla, solomillo Gallego, colmo de wagyu (kobe), y crujiente de black Angus (Escocia). Son cuatro piezas pequeñas de carne, pero en su punto justo de plancha. La hamburguesa me sobró, pero el resto de carnes muy sabrosas.

De postre una fusión de chocolate y helados de caramelo y especias. Muy buen final para una gran comida, que acompañamos con un Mallelous.

Para rematar, unos gin tonics bien preparados. La persona que nos sirvió todo el rato se notaba que sabía lo que se hacía, muy buena profesional, entendida de vinos, menús, aceites, etc.

Por cierto, a media comida, nos trajeron un carro de aceites espectacular, desde uno que tenía un toque a plátano al ponerle algo de azúcar, hasta algunos que ya me gustaría tener en mi mesa habitualmente.
Volveremos, sin duda.

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