El restaurante está muy bien, aunque me resultó bastante complicado encontrarlo, y llevo gps en el coche. Está bastante a las afueras de Gijón en la carretera que va hacia Pola de Siero, km. 11, aunque parecen más debido a la gran deficiencia de las carreteras secundarias de Asturias. Se agradecería algún cartel que indicara que vas por buen camino ya que te da la sensación de que te has equivocado o te has pasado. El sitio donde está ubicado es muy bonito, el camino merece la pena cuando llegas.
El restaurante está muy bien decorado, mesas amplias con buena separación. La carta es muy interesante, amplia, todo muy apetecible, además de algunas recomendaciones fuera de carta también interesantes. El servicio es muy bueno, atento, sin fallos, joven aunque profesional y con seguridad en su trabajo.
Después de una tacita de gazpacho y un fino (invitación) nos decantamos por los caramelos de morcilla (10 euros) para compartir, si bien te sirven 8 unidades repartidas en dos platos, uno para cada comensal, lo cual es de agraceder: estaban muy buenos. Arroz cremoso con ajos tiernos y cigalas (20 euros) con un punto muy bueno y muy bien presentado. Y salmonetes de roca con patatas panaderas y una salsita de ajos deliciosa (27 euros). No pude con los dos salmonetes que me pusieron, eran muy grandes y estaban muy buenos. De postre canelones de queso La Peral (un queso asturiano de doble pasteurización), uno para cada comensal, que se acaban en 4 bocados, si bien la mezcla del dulce con el queso generó controversias en la mesa.
Todo ello acompañado de un blanco Vallegarcía Viogner (23´4 euros), muy bueno, había probado algún tinto de esta bodega y tengo que decir que me quedo con el blanco. La carta de vinos, cavas, etc es interminable. Pedí un blanco antes del Vallegarcía y no tenían, lo cual ya me ha sucedido en otros restaurantes con cartas de vino extensas por lo que empiezo a pensar que en algunos restaurantes se "engordan" las cartas (o yo tengo mala suerte). Para acompañar al postre un Dolc de Mendoza muy interesante (6´7 euros). La carta de vinos de postre era un poco cortita.
En general es una visita muy recomendable en Gijón.

GRan restaurante con un entorno maravilloso
impresionate carta de vinos y cava donde lo guardan
La comida y el trato a la par muy bien
absolutamente recomendable

A las afueras de la ciudad, se levanta este atractivo establecimiento que sin lugar a dudas es uno de nuestros mejores representantes, su cocina está llena de encantos, por la contudencia de sus platos, por los sabores y las presentaciones, tanto la cocina como el servicio están perfectamente resueltos de la mano de dos grandes profesionales los hermanos David y Victor que saben lo que tienen entre manos y son capaces de hacerte sentirte como en casa, merece especial mención su espectacular carta de vinos, pocas encontraremos en diseño como esta, pero tambien de gran contenido con los vinos a una temperatura correcta y siempre en copas adecuadas. Comer es un placer y allí se hace facil disfrutar.

Siguiendo las recomendaciones leidas aqui nos decidimos por visitar este precioso restaurante en nuestra escapada a Gijon, y la verdad es que la elección dificilmente pudo ser mejor. Tomamos el menu degustación por 45 euros, que nos pareció una ganga. Buena materia prima, cuidada elaboración y presentación, vajilla moderna y funcional, ningún plato desentonó y tuvimos dificultades para llegar al segundo postre. La carta de vinos extensisima y muy interesante. Pidimos ayuda en vinos italianos y acertaron con su recomendación.
Y con buenos detalles como el que los precios de la carta ( y el menu ) sean ya con el IVA incluido, que con los postres nos obsequiaron con una copa de Moscato D'asti, y los petit fours.
Muy recomendable; salimos con la sensación de que por 120€ pareja total habiamos disfrutado de una comida excelente y baratísima. Así da gusto!

Buen lugar situado a 11 Kmts de Gijón, cerca de Fano.
Muy bueno el Foi con manzana caramelzada, los caramelos de morcilla y las cigalas con arroz. En los platos principales destacar los pescados, muy frescos y con buenas elaboraciones.

La carta de vinos es muy interesante y recomendable. Opté por algo conocido: un Alonso del Yerro

Buen lugar para visitar de vez en cuando, pero que (EMHO) no alcanza los niveles necesarios, en cuanto a la comida, para las estrellas.

Bonito entorno y buena comida con propuestas poco arriesgadas y bien presentadas. Tomamos el menú degustación a un muy buen precio (45 € incl IVA) que incluía 6 platos: ensalada ahumados (bien), pulpo a la brasa (muy bien), arroz con cigala (muy bien), caramelos de morcilla (muy bien), chicharro escabechado (mal. No se puede presentar sin limpiar las escamas), presa ibérica (muy bien) y 2 postres (papilla y tiramisú, ambos prescindibles y a mejorar).
Importantísima carta de vinos; Servicio y copas, bien.
Tomamos Cesar Príncipe 04 (DO Cigales) y Alonso del Yerro 03, a 29 € cada una.
Buenas sensaciones y con ganas de repetir a la carta.

Que sigan sin buscar la estrella michelin, estos son los sitios que valen la pena...relajarse, emocionarse y pasar un buen rato, Bravo!!! Vinos muy buena RCP

Precioso restaurante situado a medio camino entre Gijón y Pola de Siero, a unos 11 km de Gijón en un entorno precioso. El restaurante se sitúa en un edificio aislado estilo chalé con una elegante decoración de estilo rústico y una impresionante bodega acristalada que se vislumbra desde el comedor.

Cocina de mercado interpretada con modernidad como la tempura de salmonetes o el pulpo a la parrilla con compota de chorizo. Soberbio tratamiento de los pescados al punto de cocción. Raciones abundantes a precios comedidos. Pocos pero elegidos platos, 5 pescados y otras 5 carnes y unos 10 entrantes fríos y calientes. Postres soberbios usando los magníficos quesos de la región.

El servicio es atento tanto el del vino (que nunca dejan copas vacías) como el resto.

En cuanto al vino disponemos de una amplísima carta con referencias nacionales y extranjeras destacando el gran número de rieslings alemanes, champagnes, borgoñas y burdeos. Incluso disponemos de 4 o 5 vinos austriacos, rara avis en este país. Las copas magníficas y el servicio del mismo también. Como pero quizás el precio algo subido. Disponemos de 7 u 8 referencias de vinos dulces por copas. Otro pero fue que dos referencias solicitadas no estaban disponibles.

Por lo demás magnífico restaurante.

- Empiezo por el final, Felipe nos sacó cuando ya casi terminabamos nuestro homenaje, una botella de Toneles, si de Toneles, que nos permitió multiplicar nuestro disfrute y llevarnos ese elixir pegado al bigote, como ya acostumbramos, con esta delicia vino.
- Extraordinaria y muy completa carta de vinos, bodega en consonacia: España, Francia, Alemania, Italia, Portugal,... tienen mucho, mucho donde elegir, blanco, tinto, "bulles" y burbujas, generosos....
- Nos decantamos por un Cabernet Franc de Chinon, La Croix Boissée ’02 de Bernard Baudry que estaba en su punto.
- David ya nos tiene guardado un Borgoña para la siguiente visita... iremos a por esta botella....prometido.
- La cocina es otro punto fuerte, platos generosos con buen enfoque de cocina moderna; muy bien el pulpo a la brasa con crema de patata y compota de chorizo, también el fardo de centollo con crema de andaricas.
- Nos decantamos por pescados en los platos fuertes, muy bien de punto el mero con arroz negro y setas, y el salmonete en tempura.
- Los quesos, Stilton, La Peral, Gamoneu....con Quinta Sta. Eufemia White 1973 ¡¡ uhhmm, bravo David !!
- Local amplio, techos altos, mesas amplias, con espacio, bien vestido...
- Gracias Victor, David, Felipe....

Si vais a Asturias es sin duda una referencia obligada. Eso si preparaos para todo un espectaculo gastronomico con unas raciones copiosas como ningunas, sin perder eso si, ni un apice de Calidad ni de buen hacer. El servicio bueno, el sitio precioso, la comida impresionante, la carta de vinos completisima, los postres un pecado.
Un 10!!