Cenamos el menú degustación y disfrutamos un montón. Un menú probablemente más adecuado para una comida. 8 platos con los que pudimos conocer la cocina de este restaurante

Excelente atención desde el inicio, facilidades para la cata en la zona de la bodega, educación, respeto y adaptación al cliente. La cocina a un buen nivel, con más valor si tenemos en cuenta que se trataba de un lunes a la noche, moderada en los precios. Destacaría la lechona asada que salió con un punto de cocción interno y asado externo magnífico y el arroz cermoso. Tuve la sensación siendo lunes , noche y tarde que en este restaurante cuidan la comida, tienden a hacer las cosas bien. Como también comprobé que cuidan al cliente, el lugar es espacioso, cómodo, posee una zona de cata..,resulta plenamente recomendable

No me extenderé en cada uno de los platos como hago otras veces pero no quiero dejar pasar mostrar una impresión general del establecimiento. Situado céntricamente, una pequeña sala de cata-bodega a la entrada en la que estuvimos muy bien atendidos y degustando varias cosas.
Servicio muy amable, cocina que está a medio camino seguramente a conciencia entre la gama media y alta, es decir, se ven maneras y toques pero se adecuan a lo que es hoy Logroño. Nos encantaron alguna cosas como el huevo de entrante, y algunas verduras, un risotto con setas bueno, la lechona estaba espectacular, crujiente. Postre de melocotón con helado de melocotón y zurracapote. El precio del menú degustación fue muy adecuado (31€/persona) más cafés etc.

Un local clásico, referente de la zona, en producto y en vino. Una buena cocina de producto sencillo, de calidad y bien trabajado.
Una carta de vinos amplia, con precios comedidos, con bastantes clásicos de Rioja pero con algunos guiños interesantes.

Cinco para comer en un comedor lleno y con variedad de tipología pero con mucha relación personal con muchos de los clientes, por lo que debe ser fijos del local.
Un servicio sobresaliente tanto en la comida como en el vino, siempre pendientes de cambio de platos, rellenar la copa y máxima atención.
iniciamos un buen pan y aceite Acodo en degustación. Buen comienzo.

Para compartir aunque servido para individual:
Aperitivo de la casa:
. deconstrucción de patata riojana y croqueta de ibérico:: de nuevo una buena materia prima y una forma diferente de elaborar el plato. Muy bien.
Entrantes:
. espárragos con aceite de trufa. En los dias de estancia en la ciudad creo que he comido espárragos en todas las comidas, pero como éstos. ningunos. Tamaño XXL, perfecto punto de cocción manteniendo tersura en el plato, pero deshaciéndose en la boca. Un ligero toque de aceite ligeramente trufado y se convierte en manjar de Dioses (mientras es temporada y ya se está acabando).
. viera plancha con caviar y trufa blanca (casi imperceptible) y terminada al horno. Buen plato, sabroso, manteniendo al actor principal como protagonista.
. alcachofa con jamón en témpura. Una buena forma de plantear la alcachofa, con su rabito y todo, con buena materia prima.
. steak tartar de wagyu: bien elaborado, corte fino, bien especiado con picante ajustado.

Principal:
. lechona crujiente y confitada: piel de cristal, jugosa toda la pieza, buen punto de grasa y carne (y sabor), buena ración.

Postre:
. no recuerdo bien qué era, pero recuerdo bien que me gustó y que llevaba torrija y helado.

Para beber, aparte de agua que no recuerdo marca, pero no era habitual, con la comida:
. Bolo 2014: un blanco que siempre triunfa
. Acodo 2010 un tinto riojano diferente (con parte de garnacha) que estaba sobresaliente.
Para beber endulzando:
. Par naranja
. Vouvray Cuvée Botrytis 2005
. Tokaji Chateaux Dereszla 2007 de 5 puttonyos

Los lugareños le tiene considerado como el mejor. Si no es el mejor, es de lo mejor de la ciudad. Con el aliciente de Raúl en la sala y manejo de los vinos y con buenos precios en carta.

Gran profesionalidad, trato y conociminto del metre-sumiller, que explica todos y cada uno de los platos para que no tengas dudas.
Muy buena materia prima y elaboración de los platos.
Entrantes fabulosos de la zona incluyendo un poco de aceite riojano. Buen jabugo para empezar, unas fantásticas alcachofas con virutas de jabugo sobre una base de crema de verdura y cardo.
Solomillos como mantequilla, al punto, perfectos y buena cantidad por plato. Paletillas de cordero idem de idem y el pescado, por lo que pude comprobar igual de bueno.
Postres riquísimos, bien elaborados con diferentes texturas y unos dulces para el café que acompañan un moscatel que nos brinda el sumiller.

para volver sin lugar a dudas.

Acudimos por Verema.
Local sin estridencias en la decoración, siendo la cocina la protagonista, con la extrańeza de q la gran cristalera q la hace visible a la sala tiene unas persianas para ocultarla (???)
Carta variada y diversa con la posibilidad de hacer medias raciones en cada plato (genial para hacerse uno mismo un minimenú degustación).
Manteleria, loza, cristaleia...etc mas q correcto y acorde con la carta.
Servicio del vino excelente con un buen profesional q asesora y comparte conocimientos.
Lastima q sucumbe a eso de servir siempre el vino y en algunos momentos suceden ausencias absurdas....

Se nota que hay muy buena materia prima y cuidado en la elaboración delos platos. Buena cantidad por plato, hay que llevar cuidado para no pedir demasiado. Sitio elegante, sumiller de la vieja escuela, con mucho conocimiento, saber estar y profesionalidad. El precio está acorde con la calidad. Para ir si se puede más de una vez.

Buena opción en Logroño si se busca una cocina con menos toques de clasicismo. Buen aperitivo con gazpacho y croquetita. Buena materia prima (las manitas de cerdo que tomamos deliciosas), ricas las pochas fuera de carta por recomendación de Raúl (siempre atento en su buen servicio). Carta de vinos con abundantes Riojas y con guiños hacia otras zonas. Bien servido y atendido aunque nos equivocamos al elegir la botella. Mea culpa. Postres en sintonía.

Estuvimos cenando en Julio esta noche y nos dejamos aconsejar por Raúl. Tal y como había leído en Veremaa el es el que mejor te puede asesorar en la cena. Pedimos foi y queso para untar muy bueno y una ensalada de vieras con pulpo con soja deliciosa. De primer plato pedimos un ciervo con chocolate asombroso y un lomo de atun normalito eso si... El vino lo eligió el. un San Vicente de 2004 de tempranillo peludo espectacular!! El postre un chocolate en diferentes texturas muy bueno. El servicio de la sala muy bueno. Te reciber Raul que es un encanto y es un espectáculo verlo como decanta y te sirve el vino. Totalmente recomendable en Logroño.

Acudí recientemente, estuve de viaje y utilice esta web para buscar restaurante en Logroño. Como siempre no os equivocasteis, buena elección.

Lo mejor, como casi todos habeís destacado el cuidado de la sala, el día que fui, entre semana y agosto, solo habia dos mesas en la sala, por lo que pudimos conversar con Raul un buen rato. Buena carta de vinos con precios ajustados. Solo esto ya me hace recomendar el restaurante para todo amante de vinos.

Además el local esta cuidado, vajilla, cristaleria... y la comida acompaña. Precio 55 eur aprox.