Una magnifica experiencia gastronomica. El cuidado de la sala por Raul, me parece que uno de los dos dueños, es inmejorable. Es un enamorado de su trabajo y eso se percibe en el trato que da. Tanto la vajilla como la cubertaria y cristaleria muy bien seleccionada. El servicio esplendido, muy profesional. La carta de vino con mas de 300 referencias muy lograda con caldos extranjeros aunque falte señalar las añadas. Una buena carta de vinos de postre y un carrito con espirituosos con una cuidada seleccion. La comida muy bien presentada, con cuidada calidad y con raciones generosas. Acabamos la cena con un maridaje de cigarros habanos con un Armagnac que nos recomendo Raul. En la sala las mesas bien separadas ademas tiene un reservado para 10 o 12 personas. El precio nos pareció muy razonable. Restaurantes como este ensalzan al sector de la hosteleria, tan maltratada por algunos restauradores sin escrupulos.
De aquellos restaurantes que deberían aparecer en una guía aparte. Que bonito y agradable es sentirse rodeado de buenas maneras y de profesionales con ilusión.
Decoración minimalista pero nada fría, llama la atención una mesa ovalada centrada en el comedor que aunque se ocupe por ocho comensales, no molesta en absoluto.
Cámara para vinos a la vista con mesa de cata en su interior, cristalería y vajilla, acertada, mantelería impoluta, montaje de la mesa, perfecto.
Brigada de sala muy profesional y amable, nos atendió Félix, jefe de cocina y creo que socio con un currículum envidiable, Vía Veneto, El Bulli, etc, etc.
Bacalao confitado con salsa de mariscos, para llorar y la lechona también confitada, sublime.
Solo detecte un error, la carta de vinos omite las añadas, incluso en el caso del Tokaji de postres, no indica el numero de putonyos.
Permiten fumar
www.restaurantegaleria.com
Excelente restaurante. En primer lugar destaca la atención, muy amable y detallista y con explicaciones sobre los productos.
Amplísima carta de vinos, con variedad de tipos y DO. Muy buen servicio del vino, tanto en cuanto a cristalería como a temperatura.
Comida moderna y elaborada pero sin ser demasiado sofisticada.
El único "pero" es que el local me pareció un poco pequeño y ruidoso, aunque coincidí con una comida de un grupo numeroso, lo que seguramente influyó en mi percepción.
50€ por persona.
Impresionante, de verdad. La calidad de la comida, elaborada sin ser demasiado "sofisticada". Exquisita, sobre todo el "Ragut de manitas de cerdo...". Pero lo mejor del restaurante, sin duda, su "maitre". Atención impecable, te aconseja con los vinos, detallista, etc.
El único fallo es que es muy pequeño. Las mesas son amplias, pero si hay mucha gente, el ruido en el local aumenta mucho.
No obstante, para mi, el mejor restaurante de Logroño en este momento, sin duda.
El Maron vuelve en forma de La Galeria, nos encontramos ante los artificies del Maron, con las mismas personas y directrices, el servicio del vino es excelente, perfecto en cuanto a copas y temperatura, nos tomamos un Tondonia 80, (sobre los 40 € creo recordar). Un fino Lustau en copa schott de estas de tulipa sabe a gloria.
La cocina sigue la linea iniciada en su antigua situacion. y el local, con una bodega-sala de catas es amplio, comodo, moderno y mas acorde con la linea general de cocina y local.
Felicidades Raul.