Desde mi anterior comentario no habíamos vuelto a visitar este restaurante japonés que tan gratamente nos sorprendió en su día.
Las cosas no han cambiado, para bien y para mal. La carta de vinos sigue siendo anecdótica y el servicio del vino está totalmente descuidado. A cambio, este restaurante te ofrece una cocina japonesa con raíces, sin fusiones chirriantes. Destacaría el shushi que, a mi juicio, es de los mejores de Valencia y algunas preparaciones muy interesantes como el pulpo o algunos de los platos con pasta que ofrece.
El servicio es atento, muy esmerado en complacerte tanto como pueda y además domina bastante bien el castellano, cosa que no siempre es posible en estos restaurantes.
Especial mención los conocimientos que el propietario y jefe de sala tiene sobre el té, aunque la baja demanda de esta infusión por los clientes, hace que no tenga demasiada variedad de éstos. Aun así, hablar con él del tema es muy interesante y didáctico.

Sin duda alguna, un restaurante japonés que recomendaría sin miedo a equivocarme y con precio muy asequible.

He vuelto en un par de ocasiones en el último mes, y como decía en el título, tiene las mismas virtudes y defectos que en el pasado. Se trata de un restaurante japonés donde se hace un sushi y sashimi de buena factura. Nosotros, además, hemos probado el pollo relleno, los rollitos, el arroz con gambas y los tallarines, y nada es para tirar cohetes, pero no hay ningún motivo de queja. El local es muy tranquilo, y se puede mantener una conversación perfectamente. El servicio es rápido y atento, a cargo del propietario. El local, bien es cierto, a primera vista parece un tanto antiguo, pero se conserva limpio.
En cuanto a los defectos, pues tanto servilletas como manteles son de papel, la carta de vinos es escasa y las copas, tipo flauta, no ayudan. Como aspecto positivo, se puede cenar bien en torno a los 18-20 euros. A mi no me ha defraudado nunca, si tienes en cuenta lo que esperas pagar por lo que esperas recibir.

El local necesita de un lavado de cara, es sencillo, se nota el paso del tiempo pero tiene una buena distribución de mesas y permite una velada agradable.
Cocina japonesa sin fusiones, bien elaborada, con una carta más o menos extensa basada en el sushi y el sashimi, de buena calidad y bien elaborados, aunque algo sencillos y típicos. La tempura moriawase muy rica, de las mejores que he probado y lejos de esos buñuelos rellenos de verdura que algunos nos intentan vender.
Carta de vinos escueta, con poca cosa interesante aunque incluye un sushi wine, al que soy poco aficionado. De las copas mejor no hablar. En este apartado el restaurante deja bastante que desear pero la cocina y el servicio son buenos.

Volveremos.

Japonés ubicado en la zona de Cánovas. Su distribución recuerda a la de otros japoneses abiertos hace algún tiempo, como el osaka. Creo que estos restaurantes se han quedado anticuados respecto a la oferta de los japoneses de reciente apertura. De todas maneras, y a pesar de la escasa variedad de referencias en vinos, la comida es correcta, en relación con una factura que no se eleva demasiado. Bien la tempura y bien el sushi. No entusiasma, pero no sales insatisfecho.