Un grato reencuentro

Desde mi anterior comentario no habíamos vuelto a visitar este restaurante japonés que tan gratamente nos sorprendió en su día.
Las cosas no han cambiado, para bien y para mal. La carta de vinos sigue siendo anecdótica y el servicio del vino está totalmente descuidado. A cambio, este restaurante te ofrece una cocina japonesa con raíces, sin fusiones chirriantes. Destacaría el shushi que, a mi juicio, es de los mejores de Valencia y algunas preparaciones muy interesantes como el pulpo o algunos de los platos con pasta que ofrece.
El servicio es atento, muy esmerado en complacerte tanto como pueda y además domina bastante bien el castellano, cosa que no siempre es posible en estos restaurantes.
Especial mención los conocimientos que el propietario y jefe de sala tiene sobre el té, aunque la baja demanda de esta infusión por los clientes, hace que no tenga demasiada variedad de éstos. Aun así, hablar con él del tema es muy interesante y didáctico.

Sin duda alguna, un restaurante japonés que recomendaría sin miedo a equivocarme y con precio muy asequible.