La cena en general fue exquisita. La comida perfecta, el trato correcto... Pero fuimos la última mesa (terminamos a la 1:00 más o menos) y no tuvieron reparo en apagar las luces de toda la finca para INVITARNOS A MARCHAR. Me hubiera encantado darles un 10, porque hasta el momento se lo merecían, pero les doy un 0 ya que me parece descortés y falto de educación la forma que tuvieron de echarnos.
He estado en muchos restaurantes, buenos y menos buenos, y nunca me habían dicho que pidiéramos rápido el postre "ES QUE EL COCINERO SE VA" cuando no eran ni las 00:30.
Pienso que hay otras maneras de hacer y decir las cosas.