Restaurante Vivanda en Barcelona
Restaurante Vivanda
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Añadir vino por copa

Precio desde:
30,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos y lunes a mediodía
Nota de cata PRECIO MEDIO:
42 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.0
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.9
RCP CALIDAD-PRECIO
6.8
Opiniones de Vivanda
OPINIONES
12

El sitio está bien. Las mesas, el servicio, la comida... Todo bien. Incluso el vino que pedimos, un Cunqueiro III Milenium (24 €), estuvo bien. Pero la cuenta de más de 100 euros me parece excesiva. Lo de los "platillos" engaña. No parecen caros, pero vas pidiendo porque, la verdad, están buenos y no llenan, y te llevas el susto al pagar.

La terraza estaba llena, pero el comedor interior estaba casi vacío.

Cena para 2:

- Patatas bravas (6,50 €) - Buenas.

- Flor de calabacín rellena (14 €) - No recuerdo de qué estaban rellenas (sigh!).

- Ensalada Molotov (9 €) - Buena, pero sin ser la bomba ni mucho menos.

- Ventresca de atún (18 €) - Si no fuese porque sé lo que vale el Kg. de ventresca de atún rojo en el mercado...

- Rossejat de fideus (18 €) - Más bien insípido y más caro que un plato de la carta en muchos restaurantes de BCN que conozco.

De postre, compartimos una ganache (6 €) bastante rica.

Para beber, aparte del vino, un par de botellas de agua (2,50€/ud.) y una menta poleo (1,80 €).

Una cena buena sin más. No sé si es por la zona o por el dueño, pero me pareció un sablazo en toda regla.

Basada en la cocina de pequeñas raciones y con el sello de los propietarios del Alkimia, Vivanda sigue siendo la terracita preferida por muchos barceloneses ya hartos del calor semitropical que se ha instalado en este 2014 sobre la ciudad. Servicio menesteroso y complaciente, joven y atento.
Botellita de Santa Digna rosado de Chile, ya obviamente del 2014. Sigue enamorándome los profundos matices a frutos rojos que te impregnan la boca con este vino austral rosado, infinitamente mejor que sus primos hermanos de la bodega madre en Vilafranca (De Casta), que por razones obvias nunca podrá competir con este Santa Digna. Si los Torres pudiesen incrementar la produccion en Chile, les recomendaría que inundasen Europa de Santa Digna y se olvidasen del De Casta, o lo dejasen para graneles.
Las tipicas ensaladillas Zarauz, las anchoas del cantabrico, el jamoncito ibérico, un magnifico steak tartar y una mas que refrescante esqueixada nos alegran la noche.
Con copas incluidas (hierbas y Baines) alcanzamos los 52 por persona...una barrera se ha roto (la de los 50), pero es a gustísimo.

Hace años que voy a la Vivanda obligadamente 1/2 veces cada verano. Solo la terraza vale la pena por su agradable fresco en las noches de verano y por su estilo de jardín sencillo con sensacion que estas en un pueblo.
5 personas
Atención muy buena.
Campari y cerveza
Pica pica:
4 Croqueta. Croqueton muy bien rebozado. Muy bien.
2 Tortilla plana de cebolla dulce confitada. Muy bien
1 Bravas. Sencillas y clásicas pero bien elaboradas. Muy bien. De las mejores de Barcelona.
1 Pan de coca con tomate. Muy bien
1 Buñuelos de bacalao. Bien
1 Callos. Bien
1 Ensalada de tomate con judía verde, cebolla al golpe de puño y dos filetes de anchoas. Bien
1 Guindillas no picantes estilo padrón, Muy bien
1 Gran pieza de lomo de vaca madurada 40 días Muy bien
2 botellas de Entrelobos en copa correcta. Buen vino de Ribera de Duero en relación a su precio (16)
Cafes sin postre

Si sigue asi me planteare ir en invierno....

He estado varias veces. Si te gusta comer en raciones pequeñas, probando varios platos, está bien, aunque últimamente, me han fallado en algunos de ellos. Muy agradable la tarraza con buen tiempo. El servicio discreto, sin alardes.

Barcelona tiene un clima extraordinario para cenar o comer al fresco durante escasos periodos en el año. Por más que algunos turistas se empeñen en cenar al fresco el dia de Reyes, y sea por la canícula veraniega, sea por la humedad que acompaña a la ciudad, los meses optimos para disfrutar del aire libre se limitan a Mayo y algunos dias de Junio, y Septiembre mediados y final con algunos dias de Octubre. Hemos visitado Vivanda tres veces en 10 dias. En dos casos al mediodia, y en el tercero, de noche. La terraza sigue siendo un auténtico pequeño paraiso en Sarrià. Pero, lo que mas me agrada, es que tras largo tiempo sin visitarlos, su calidad se mantiene impertérrita. En los tres casos no he llegado a pagar 50 euros por persona, con botella de vino o cava incluida (en el cava u Llopart Brut Nature rayando a gran altura) y en los tres casos incluyendo postre y copa (desde Par Naranja, a Baines pacharán o un pedro ximenez más que loable).
La comida, basada en pequeñas raciones, que pueden servir de entrante picando, o ir hacia un segundo más consistente. Extraordinarias las burratas con tomate y olivas (es la temporada y el lugar perfecto), pero tambien excelelntes las anchoas (creo que Sanfilippo o Nardin, no recuerdo), un pan de coca muy rico, un steak tartar preparado al gusto, o una ensaladilla zarautz (una rusa con una gilda, vamos...). Algunos arroces, asi y como piezas de pescado fresco que preparan con sencillez (segun el dia), dan el broche a esta fenomenal dirección.
Pocas veces repito o tripito, pero el impacto de mi primera revisita, llevó a la segunda y a la tercera...

buen restaurante situado en la zona alta de Barcelona, cocina dirigida por Jordi Vila quién apuesta por platos clásicos realizados con una muy buena materia prima.
Excelente la terrina de caza, en este caso liebre, muy buenas las ostras con manzana y apio, excelentes los macarones, el steak tartare y el canelon de pollo rustido.
De postres una torija muy buena y un babá al ron.
Para beber un Viñas de Gain servido en copas Riedel.
Sin pagar mucho comes de lujo con un muy buen servicio, buena opición para comer un domingo cuando la mayoría de restaurantes que están abiertos en la ciudad de Barcelona no valen mucho la pena.

Tenía ganas de ir a Vivanda. Había leído un montón de crónicas a nivel "nota de prensa" de este sitio, pero últimamente esto tampoco es ninguna garantía .....:).

Vaya por delante que nos gustó y mucho. Paso de explicar que es del mismo que el Alkimia (por cierto un GRAN lugar) y que la influencia bla, bla, bla ..... Eso si os interesa está explicado en un montón de lugares.

Ofrecen muchas alternativas para picar, un montón de platos para compartir y un conjunto de platos "normales" (si, si ... he dicho normales en positivo!) Ofrecen formatos ración pequeña o ración doble donde las raciones pequeñas, que sería sinónimo de media ración, eran más que suficientes.

Compartimos tres primeros (deliciosa tortilla de patatas y cebolla hecha al momento, croquetas muy buenas o mejor dicho excelentes y una Parmigiana muy bien resuelta).

Los segundos. (que por discreción no fotografié, ya que la luz en el jardín donde cenábamos era escasa y requería del flash) fueron un muy buen fricandó y un excelente tartar de buey.

La verdad es que nos gustó. Pudimos disfrutar del jardín y el único "pero" que encontré fue que las sillas eran un poco incómodas. Muy adecuadas para una terraza o jardín, pero que para cenar te hacen caer demasiado atrás.

Pero en cambio el servicio amable, profesional, de la tierra .... Los platos excelentes. Tengo ganas de volver. Os recomiendo este lugar.

Como vino nos surgió la curiosidad de probar el Pas Curtei 2007 (el hermano pequeño y económico del Sot Lefriec) que quizá requería de decantación, pero en todo caso no nos convenció o quizás íbamos con expectativas de Sot Lefriec .... :). Es malo ir con expectativas...

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

Sigue siendo mi terraza favorita en Barcelona. Platos pequeños muy bien elaborados, entre los que cuesta destacar uno. El entorno, fantástico en verano, en un tranquilo patio de Sarriá y el servicio correcto. Un lugar perfecto para una cena romántica o de un grupo de amigos.

Tomamos coca de vidre con jamón Maldonado, tomates confitados de Motticella (impresionantes), croquetas, judías con patatas (parece que no, pero está muy bien), garbanzos con espinacas y butifarra negra y un steak tartar. De postre, coulant y panache de chocolate. Todo muy correcto.

La carta de vinos, sin ser extensa, presenta referencias interesantes y los precios no están disparados, ya que ronda el x1,5. Para esta ocasión elegimos un cava Raventós i Blanc Gran Reserva de la Finca que acompañó de maravilla todos los platos. Copas Riedel.

Local pequeño, escondido en el casco antiguo de Sarriá. Terraza muy agradable. Raciones pequeñas, que permiten buenas combinaciones y acabar tomando postre sin acaba llenísimo. Pan extraordinario. Servicio correcto pero un poco lento. Carta de vinos muy limitado pero a buenos precios y con algunas perlas.

Buena relación calidad precio.

Me fui con unos amigos a comer un domingo, comimos de maravilla, unas croquetas espectaculares, la tortilla no me gusto personalmente ( era demasiado babodsa para mi gusto) La carta de vinos para mi un tanto floja, pero un servicio muy correcto, en general creo que es un sitio a probar.

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