Grupo de sufridos del esmorzar y compañeros de colegio peregrinamos hasta este templo del almuerzo que ya tuvo su premio Cacau d´Or 2019 de forma merecida.

Quedada en horario tardío y con la regla de no poder sentarse hasta estar todos, reservamos mesa para dar cumplida cuenta del almuerzo despedida del año. No somos una empresa pero casi.

En el mostrador de la barra hay ahora menos bandejas de producto pero el que hay está mejor expuesto pero más dirigido hacia las tapas que hacia los bocadillos. Una carta plastificada nos anuncia en dos columnas lo que tenemos tanto de bocadillos como de tapas pero atentos a lo que te dicen a pie de mesa porque hay mucho más material: bocadillo del día, de la semana, lo que da el mercado....

Nos sentamos en el comedor interior al fondo pues en la terraza ya hace frío; muy ruidoso y más en esta época de largas mesas de comensales en las que se empeñan en hablar con el del fondo teniendo otros vecinos más cercanos.

Mesas sin mantel aunque anchas, copas básicas. Servicio que intenta ser rápido pero que una afluencia más que completa del aforo, hace que vaya con retraso acumulado; tanto que un comensal casi se lo tiene que llevar en tapper tras más de 40 minutos de espera. La cocina no da para tanto.

El pan es bueno, poca miga, bien de cocción; el llenado de los bocadillos es generoso; hay 4 opciones de tamaño: XXL, top, normal y popular con diferencias intermedias entre poco menos de media barra y una barra entera y generosa.

Parar beber casi todos Alhambra verde y alguna caña que tuvo que repetir. El gasto se amplió a 3 raciones para cubrir el ansia de los 6 comensales: consistió en pequeño cuenco con cacahuetes del collaret, magníficos, y unas buenas y pequeñas aceitunas de mesa.

No pudimos resistirnos a una tapa al menos (no se acepta la propuesta de los croquetones) y nos conformamos con compartir:

. torreznos de Soria x 3: carnosos, de buen grosor, fritos (unos más otros menos) con la corteza esponjosa; sabrosos. Imprescindibles.

Los bocadillos:

. almuerzo del día: embutido de las peñas de Albacete, panceta, patatas a lo pobre, huevo y ajo aceite x 5: el embutido incluye "guarra" longaniza, morcilla, chorizo siendo todo de muy buena calidad aunque no hay una distribución uniforme y en mi caso no tocó morcilla y sí varias piezas (3 ó 4) de guarra; buenas patatas panaderas y en mi tamaño top tocaban 2 huevos fritos, en los normales sólo uno. Era el bocadillo del día y no dejamos que nos contara más opciones, nos convenció a la primera.

. "bandini" x 1: queso de cabra, berenjenas en témpura, confitura de tomate ajos tiernos y habas: referido como muy bueno y con una salsa puntito dulce que lo hace más curioso.

Sobresaliente los cremaets, algo más cortos de lo que desearíamos por su calidad. Esta vez no hubo trocito de bizcocho acompañante ¿?.

Larga sobremesa y promesa de nueva quedada para el año próximo.

Tras las buenas sensaciones vividas y con el aliciente de la terraza (léase mesas en la acera) y las cosas pendientes que habíamos dejado en la retina al pasar por la barra, se hacía precisa una nueva visita. Así que 4 para almorzar con reserva previa para estar en la terraza y tras asegurar que no llovería; al llegar (fácil aparcamiento) nos encontramos que hay más mesas a la vuelta de la esquina con un solecito apetecible (luego se volvió en demasiada dosis). Por supuesto mesas y sillas de aluminio al uso y sin cambios en el resto de cosas.

Pasamos al interior para elegir los ingredientes del almuerzo y el tamaño del pan. Un pan mucho mejor que el que estaba en el recuerdo, incluso el tamaño normal (el más pequeño) me pareció hasta mayor que la otra vez. Sobre la mesa ya estaban unas buenas aceitunas y, esta vez sí, cacahuetes con corfa (con corteza, no pelados). Para beber 2 cervezas, Radler y agua sin gas.

Lo elegido:

. 3 x bocadillo Valencia Bonita: con el nombre de una web dedicada a almuerzos, se hace tras su visita, una versión de la conocida brascada. Incluye carne de potro (en lugar de ternera), habas con ajetes (en lugar de cebolla), manteniendo jamón y un añadido sorprendente de queso de cabra de rulo. Con esos ingredientes no puede estar más que bueno, pero el queso se apodera demasiado para mi gusto y creo que un queso de menos sabor marcado se equilibraría mejor, pero para gustos colores. Muy buen relleno y un pan destacado.

. 1 x queso blanco y jamón York al plato: es lo que tiene tener voluntad de seguir el régimen caiga quien caiga. Chapeaux!.

Se nos hizo irresistible una tapa y la elegida fueron calamares a la andaluza que estuvieron bien de sabor y cantidad, aunque no sobresalientes; posiblemente dentro de bocadillo y con la mayonesa, mejorarían.

Rematamos con unos excelentes cremaets que además se acompañan de un pequeñito trocito de bizcocho casero. Superior.

Un efectivo servicio bajo la dirección de Vicente y con renovación de mesas en la terraza, indican que aquí y ahora, si las cosas se hacen bien, funcionan.

Local con especial dedicación a almuerzos abarcando 3 tamaños: normal, top (barra de pan entera) y XXL (pan extragrande que con el relleno, pasa del kilo de peso) y que estará en una próxima publicación de unos 20 seleccionados almuerzos XXL en la comunidad valenciana según nos comentó Vicente, el dueño.

Zona tranquila de la población, zona de mesas en terraza (en la calle) muy amplia, más un par de salones rectangulares con mesas de madera más la zona de barra donde eliges el material del almuerzo y pasas a sentarte para traerte la bebida solicitada más el llamado "gasto" que esta vez son unas aceitunas ya presentes en la mesa más una pequeña ensalada de cebolla tierna y tomate que se agradece; no hubo cacahuetes que vimos en otras mesas. Decidimos vino (Conde Noble 2016) y gaseosa a discrección para intentar conseguir una bebida aceptable.

Servicio básico y algo escaso de personal en sala (pues en la barra Vicente se basta y sobra), para tantas mesas ocupadas; copas, mantel, servilletas de papel... nada que no se corresponda con lo habitual de bar/restaurante para almuerzos. En la barra hay mucho material que aún se amplia más si cabe durante los sábados según nos refieren.

Con un aforo de casi completo, sobre todo de gente trabajadora y algún jubilado de la zona, nos sentamos los tres del esmorzaret: dos de bocadillo (tamaño normal) y uno al plato. A saber:

. carne de caballo con habas y ajetes: pan nada destacable en tamaño de media barra, buena carne cortada menos fina de lo habitual pero muy tierna, bien de sabor y bien preparados los ajetes y habas; cantidad de relleno: bueno. Recomendable.

. longanizas con habas: cumplidor.

. plato con amplia ración de tortilla de patatas y chorizos: un par redondos y algo picantes, otro de embutido de formato más habitual y otros (cuatro, creo) tipo "guarras" (finos y alargados como mini longanizas pascueras). Embutidos referidos como de origen en Albacete. Acompaña una amplia porción del mismo tipo de pan.

. una correcta croqueta de bacalao por persona mientras se hacía los bocadillos, con algo de mahonesa (pedimos alioli) industrial.

. por supuesto rematados con unos cremaets correctos.

Un lugar más, que no nos ha destacado por nada, aunque cumpla correctamente. El tema del pan es mejorable. Queda para otra vez su especial bocadillo de lomo con huevo y patatas o el de magro con salsa de setas.