Merece la pena alejarse del centro

Situado en un polígono en la margen derecha de la carretera que lleva al cabo Carvoeiro, visita imprescindible en Peniche. A partir de un negocio de venta de pescado y marisco nació este restaurante, que se mantiene fiel a sus orígenes, pues al acceder al local se pasa por una zona de pescadería donde se pueden elegir directamente cualquier pescado y degustarlo a la parrilla por su precio más un plus de 7e/kg. No obstante, disponen también de una carta con platos ya preparados y fue a esta a la que nos ceñimos en nuestra visita.

Llegamos al atardecer, y aunque el momento del día invitaba a quedarse a ver el atardecer en la terraza de la que disponen sus mesas estaban ocupadas, por lo que tuvimos que conformarnos con contemplarlo desde la sala, que está acristalada en dos de sus laterales. Como comenté, se accede a ella previo paso por la pescadería, lo cual permite ir haciéndose una idea de lo que se quiere comer. Entre el 15 de julio y el 15 de septiembre no aceptan reservas, por lo que fue inevitable hacer un poco de cola, aunque en nuestro caso no llegaría a 5 minutos, si bien es cierto que a los que llegaron más tarde sí que les tocó aguardar un rato. La sala es muy luminosa, con una decoración moderna. Las mesas y sillas siguen el mismo estilo, y la mayor pega que se les puede poner es que la separación entre las mismas es escasa, lo que favorece un ambiente bullicioso (aunque a veces al tratar con el marisco se agradece, pues los golpes con el mazo no destacan entre el jaleo). Manteles individuales, vajilla sobria y copas bastante toscas.

Como era de esperar, la carta se centra en el pescado y marisco fresco, con preparaciones sencillas, fundamentalmente a la parrilla o cocido. Después de pasar por la pescadería ya teníamos claro el menú, porque le habíamos echado el ojo al buey de mar relleno (16,95€/kg, 18,37€ el nuestro), y como complemento elegimos unos berberechos cocidos (8,50€). Los berberechos correctos, tamaño normal, poca tierra y sabor intenso. La sapateira bien también: Relleno abundante y sabroso y buen punto de cocción de las patas.

La carta de vinos es bastante corta, seguramente no llegará a las 20 referencias, casi todas bastante frecuentes, a precios normales para restauración. De alguno de ellos ofrecen tomarlo por copa. Buscando probar algo nuevo, elegí un Afectus early harvest 2017 (16€), vinho verde con un 90% de loureiro y un 10% de treixadura. Debo decir que no es lo que esperaba, porque me encontré con prácticamente un semidulce con apenas 9,5% de alcohol. Se defendió mejor con el relleno del buey que con el resto, pero dentro de lo que cabe no fue mal. En cualquier caso, no creo que dure mucho en la carta, porque por lo que nos indicaron al pagar en caja, llevaban varios meses con él y debía ser la primera botella que pedían. Nos facilitaron una funda enfriadora para mantenerlo a su temperatura.

Pensando en darle un buen fin a la botella, de la carta de postres escogimos el típico salami de chocolate (3€), que aportó un punto más equilibrado al acompañamiento de la última copa.

El servicio fue en todo momento amable y eficiente, y el precio final no llegó a los 24€ por persona, muy razonable. En resumen, a la vista de lo demás que probamos en Peniche, me pareció la mejor opción. Eso sí, conviene ir pronto o disponerse a esperar cola, especialmente si se trata de más de 4 personas.

  • Sapateira recheada

    Sapateira recheada

  • Sapateira recheada

    Sapateira recheada

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Joan Thomas

    Parece una buena opcion en RCP dentro del contexto general que nos vienes relatando de tu periplo portugues.
    Saludos

  2. #2

    Albtotxo

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    En Peniche estuvimos varios días y fue el que me resultó más satisfactorio. De hecho, aquí comimos también el día anterior, pero no tengo la nota y después de tantos sitios recorridos ya no me atrevo a fiarme de mi memoria. El caso es que mi mujer se encaprichó del buey relleno y al final hubo otro restaurante al que intentamos ir un par de veces y no había sitio y quedó en el tintero por volver a éste. Ya se sabe, donde hay patrón...

    De otros en los que estuve en Peniche no sé si llegaré a escribir, porque tengo todavía bastantes en el tintero y no me parecieron dignos de mención. Eran los típicos restaurantes portugueses de toda la vida que siguen anclados en los modos y la cocina de hace 25 años. No se suele comer mal y el precio normalmente es comedido, pero restaurantes así los encuentras en cualquier parte de Portugal, francamente.

  3. #3

    Joan Thomas

    en respuesta a Albtotxo
    Ver mensaje de Albtotxo

    Yo estuve hace bastante tiempo por el norte de Portugal y después también en Lisboa y ciertamente aparte uno o dos restaurantes que salian un poco de la norma, no he guardado ningun recuerdo gastronomico de mis dos viajes lusitanos.

  4. #4

    Albtotxo

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Poco a poco se va moviendo el panorama, rebuscando un poco se pueden encontrar propuestas más novedosas, sobre todo en zonas más urbanas, aunque muchas veces se quedan a medio camino entre el pasado y el presente. En este viaje me he encontrado con más de un restaurante en el que se nota que han renovado la decoración para darle un aire moderno, pero al final todo lo demás funciona como siempre. Y es que al final la tradición pesa mucho, y si además una gran parte de tu público no te pide nada nuevo...

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar