Restaurante Sidrería Las Rías Bajas en Gijón
Restaurante Sidrería Las Rías Bajas
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
27,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
32 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.9
Comida COMIDA
6.5
Precio medio entorno ENTORNO
4.8
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Sidrería Las Rías Bajas
OPINIONES
4

Segunda visita a esta sidrería, mejor dicho a uno de los mejores locales de vino de la zona norte, la cocina casera y rica, pero aquí venimos a vino.
Felipe, propietario, tiene un gusto muy acertado para los quesos y los vinos, con eso lo dejo todo dicho.
Empezamos compartiendo una buena ración de lomo ibérico, 18€.
Unas anchoas en salazón, con tomate, ricas, 17€.
Una abundante ración de croquetas, las hacen muy bien, me encantan, 13€.
½ cachopo de cecina y queso azul, 10€, de los buenos.
Unos quesos elegidos por Felipe, bien de cantidad, nueve tipos distintos, 18€.
Un chuletón de kilo y poco, rico, jugoso, 35,2€.
Pan, euro por barba.
Un flan de la casa, dos tartas y un helado entre 4€, y algo menos, caseros, bien.
Blanco de rodrigo Méndez, O santo do mar, exquisito, quinta edmun do val, auratus 2004, gaminot 2018, un px , casa del inca 2017 de navazos , por copas , cada una a un precio , 4,2€ , 3,2€ ,4€y 4,7€ , un total de 251,9€ , para cinco , cena …muy bien , siempre que esté en gijon , volveré .
Se me olvidaba , 4 gin-toic premium a 8,5€ , y otro a 6€ .todo 50€ .

Me puse en manos de un amigo gastronomico se esos que sabes que no fallan, ni borrachos, sobre todo borrachos, le comente el plan para ese finde con los Restauranteros y me recomendó una sidrería para comer tradicional y sobre todo, me recalco, para beber de puta madre.

El local esta perfectamente descrito por Toni y Fer, solo una puntualización, normal, el Norte es zona de sidrerías, esto no es un modesto bar-restaurante, es una sidrería y en ese sentido es la típica, tradicional, modesta, sin ninguna pretensión, ni en vajilla ni menaje, ni en decoración, pero con sidra y cajas de vino decorando el suelo y comida casera.

Me tengo que hacer una puntualización a mi mismo, tampoco es una típica sidrería, estéticamente si, y tenia sidra, pero no conozco ninguna con tal cantidad de buenas referencias de vino, vamos, pocos locales en general, les llames como les llames, tienen esas referencias.

Al mando, un chicharrón del norte, como yo, pero mas joven, Felipe, un amante de los buenos vinos y de los quesos , de quesos suele tener hasta treinta referencias, que va combinando en las tablas y de vinos muchas y buenas , el te pregunta tus gustos y el jodido , acierta y tiene de todo un poco .

Empezamos por la tabla de quesos, ya comentados por Toni, todos en perfectas condiciones.

Pulpo a feira, sin cachelos, rico.

Rica oreja y mira que no soy yo mucho, gelatinosa con un toque crujiente de plancha, probablemente.

Hígado encebollado, lo cate, no me va, pero a la gente le gusto.

Por supuesto había que pedir cachopo, buen filete de ternera con jamón y queso, este estaba seco, no gusto mucho, pero pedimos otro, también para compartir con cecina y queso de cabra, mucho más jugoso y sabroso.

Otro plato típico los tortos de maíz, con morcilla, chorizo y asadurilla, creo, como dice Toni, el grosor y dureza del torto no molo mucho.

Unos postres variados, la mayoría, no caseros, aunque tenían alguno casero.

Y aunque las comimos al principio , gracias al amigo Joseruiz , que no cata el queso , he dejado lo mejor para el final , y es que las croquetas de jamón , aquí están muy buenas , punto salado perfecto , ligera bechamel , sin grumos y con jamón , pedimos otra media y se de uno de los asistentes a la comida , que se acerco a la noche para picar un poco , por supuesto croquetas .

Vino, llevamos alguna botella, tres , Rafa llevo las más interesantes y junto las comentadas por Toni y nueve vinitos que nos tomamos en la barra antes de comer y un par de botellas de sidra D.O , que prácticamente me bebí yo , cuatro chupitos , cafes por cuenta de la casa , detalle de no cobrarnos nada por el descorche y que conste que nos cambio de copas varias veces , total que por 27€ , comimos rico , esa croquetas de diez y bebimos de puta madre .

Admirable lo que hace Felipe en pleno territorio sidra a 3€ , cuando el vende por copas , vinazos que valen casi eso , y hay veías a gente que iba especialmente a disfrutar del vino .

"Somoooos... raros, je, je..."

Así definía el alma máter, Felipe, el enfoque que tiene la empresa hacia el cuidado e inquietud por el vino, haciéndonos ver el contraste con la tónica general de los bares de su entorno y que centran su atención en el servicio de sidra fundamentalmente.

Y por esa misma atipicidad, varios peñistas de los Los Restauranteros, hicimos parada previa al programón que nos había preparado nuestro presidente Isaac Aguero para esta quedada otoñal en Asturias. Además, local recomendado por un amigo de mi querido Oscar, con el aval que ello supone.

Basta leer la crónica previa del camarada Toni, maese multidisciplinar, para hacerse algo más que una idea de lo allí vivido por lo que huelga extenderse más.

Atmósfera de bar de raza donde se cuidan los intangibles y se suple con voluntad y honestidad las posibles carencias que uno pueda percibir a nivel estético. En mi salsa, ya pudimos disfrutar de unos buenos vinos a modo de tanteo en la barra para después, en la mesa, picotear al centro y sin piedad...

... unas raciones de Pulpo, también de Oreja y de Hígado Encebollado, cumplidoras todas ellas. Unas excelentes Croquetas de Jamón, algunas de ellas también compartida, fruto del impío y veloz ataque de algunas ágiles manos. Una interesante degustación de Cachopos de diversa composición de ingredientes para constatar que no es una elaboración que me parezca atractiva y unos Tortos de base grosera y costoso deglutir. 

Y... Quesos? pues sí, variedad a tope en textura, potencia, curación procedencia, etc. Ricos todos ellos con alguna secuencia discutible, cuestión de gustos, además de una adictiva confitura de chile que también presentaban sobre las tablas.

Hubo surtido de postres al centro, correctos todos ellos.

Para beber, vino y agua además de alguna botella de sidra. Los vinos de la barra fueron Teira X 2016 D.O. Ribeiro y Finca A Pedreira 2015 D.O. Rías Baixas. En la mesa los enunciados por Toni en el comentario previo, bien servidos todos ellos.

En definitiva, buen calentamiento de papilas para lo que nos aguardaba en el XI Encuentro de Los Restauranteros... y es que entre atípicos nos entendemos.

Es costumbre de algunos miembros de la peña gastronómica Los Restauranteros adelantar un poco el comienzo de nuestros encuentros y reunirnos ya el viernes a mediodía para comer y no esperar al acto inicial nocturno para vernos y comenzar a disfrutar. La ciudad elegida parar onceavo encuentro era Gijón y, ante la magnitud y relevancia de los actos oficiales programados por nuestro presidente Isaac Agüero de los que iremos dando cuenta paulatinamente, decidimos sentarnos en un local de comida tradicional, sin pretensión alguna, pero con el más que atractivo aliciente de disfrutar de unos buenos vinos.

La sidrería “Las rías bajas” es un modesto bar-restaurante de gente sencilla que gusta disfrutar de unas sidrinas, unas generosas raciones, un aperitivo o un simple café a media mañana. ¿Qué es lo que nos llevó justamente hasta allí? Pues el consejo de un amigo de Óscar que sabe de nuestro interés por el mundo del vino. Y es que, tras la barra de las Rías Bajas, oficia el bueno de Felipe, un joven que ha aprovisionado el bar de grandes y diversos vinos. Prácticamente todos ellos se pueden pedir a copas y eso es un inmenso privilegio para los gijoneses y quienes visitan la ciudad. Ya antes de tomar asiento en la mesa estuvimos tomando algunos de ellos en la barra. Buenos blancos y tintos. Una vez en ella, confeccionamos nuestra comanda. Todo al centro de la mesa, para compartir (entre nueve comensales):

- Tabla de quesos: Otro de los tesoros escondidos de esta casa. Nos comenta Felipe que suele tener unas 25 referencias de quesos. Nos preparó una selección con ocho de ellos: Cueva Llonín (Asturias), Langres (Francia), Saint Maure (Francia), Dehesa La Granja (Zamora), Comté (Francia), Montagnolo (Alemania), La Peral (Asturias) y Gorgonzola (Italia). Al llegar a la mesa, nos explica brevemente su proceso de elaboración y nos da acertados consejos sobre el orden en que degustarlos. Se acompañaron de unas tostadas, un pan bien rico y dos confituras: una de chile habanero y otra de vino tinto de mencía. Muy ricos todos ellos.

- Pulpo: Correcto. Bien guisado, quedó tierno y con acertado aliño de aceite y pimentón.

- Oreja: Guisada, pero con un agradable toque crujiente. Rico su sabor.

- Hígado encebollado: Especialmente rico. Me gustó mucho. En mi tierra normalmente se cocina a la plancha y en finas lonchas con un alto riesgo que quede reseco. Éste estaba muy muy bueno.

- Cachopo de jamón y queso: Pedimos cachopo por la tipicidad del mismo y por estar en Asturias. Tal vez deberíamos haber pedido otras carnes que estaban en la carta. No estaba malo, ni mucho menos, pero no es un plato que aporte mucho interés gastronómicamente hablando.

- Cachopo con cecina y queso de rulo de cabra: Más rico que el anterior. Gustó más. Este queso, al fundirse, facilita mucho más la ingesta de la carne de ternera.

- Tortos: Desconocía este plato. Se trata de una especie de tortas cocas hechas con harina de maíz y con condumios variados sobre ellas: morcilla, picadillo y chorizo, si no recuerdo mal. No me entusiasmaron. El grosor de las mismas es considerable, a diferencia de los tacos o “les coques de dacsa” de mi tierra y quedan bastante duras, cosa que se evidenció a la hora de cortarlas para repartirlas entre todos. ¡Qué difícil!

- Postres variados: Había algún flan, tarta de queso y alguno más. Bien, sin más.

Para beber, Felipe nos fue sacando algunas botellas por su singularidad o por qué les gustan especialmente a él. Tomamos Sidra el Carrascu, Corta y Raspa (un vino sobre tablas de la zona de Jerez), Clos de la Roilette (AOC Fleurie) y Ultreia 2015 (DO Bierzo). Algunos de los comensales aportaron sus propias botellas para el disfrute de todos: una de Dorado (verdejo), una de Pícaro del águila (rosado – DO Ribera del Duero) y  una Le Quarts de Chaume (Chenín blanc – Loira). Cambio de copas constante y servicio impecable.

Agradecer a Felipe su extraordinaria acogida, su buen carácter y sus dotes de buen conversador. No es fácil apostar en una ciudad relativamente pequeña por una oferta tan amplia de quesos y vinos y ello le hace admirable y digno de todo nuestro respeto y reconocimiento. ¡Adelante!

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