Restaurante Santerra en Madrid
Restaurante Santerra
País:
España
Provincia:
Localidad:

Añadir tipo de cocina

Vino por copas:
Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
58 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
6.3
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Santerra
OPINIONES
4

Vaya por delante la valentía y el espíritu emprendedor del joven Chef Miguel Carretero, que asume la labor de empresario tras la salida del gran Manuel de la Ossa de ADUNIA, proyecto que conocimos fugazmente justo ahora hace un año.

Recurrimos al menú degustación (55€), ampliado con un par de propuestas, gracias a la fantástica labor de sala y sumillería de un veterano de altos vuelos: Alfonso Vega. Un seguro de vida para el nuevo proyecto. Piso superior muy concurrido, y en un sábado por la noche, bastantes mesas del gastronómico completas.

Alfonso nos recomienda, tras una primera botella que solicitamos cambiar (no por calidad; sino por falta de potencia), SOT LEFRIEC 2011 de la Bodega Alemany i Corrio del Penedés, con Cabernet Sauvignon, Cariñena y Merlot. Una excelente elección.

Comenzamos con los aperitivos: “Merengue seco con un rico paté de caza” y un muy original (el que más me llamó la atención) “Melón cantaloup con huevas de salmón” y un “Bombón de queso”. Tal vez, por el paso del chef por EL CARMEN DE MONTESION, esperaba algo más de los entrantes.

A continuación, la reconocida y premiada “Croqueta de jamón”. Es incuestionable que es muy buena, aunque a mí me van otros tipos de rebozados. La bechamel muy buena, merece la pena acudir a la barra para probarla.

El primer plato es una sorprendente “Caballa semicurada con jugo de uvas, uva de mar y verdolaga”.  Un plato diferente, arriesgado, con mezcla de sabores y que pasa el examen con nota

El gran acierto del menú es sin duda el espectacular “Pato azulón asado con su royal y salsa de frutos rojos”, plato cubierto con un glaseado elaborado con los propios huesos del pato y frutos rojo. Gran técnica e ingenio en un plato de caza muy a destacar.

El menú se amplía con unos espectaculares “Callos”, que en líneas generales nos gustaron bastante. Y como postres, un muy buena “Torrija caramelizada y helado de romero”, y terminamos con una muy buena tabla de quesos, con selección de quesos nacionales y su acompañamiento.

Fecha de visita: 13/01/2018

Cena 2 pax.

Precio por persona: 76 euros.

Comida 8,5.

Entorno: 7,5

Rcp: 7,5

Servicio: 9

Servicio del vino: 8,5

Lo mejor: Las croquetas y la molleja de ternera con fondo de boletus. El magnífico servicio de sala.

Lo peor: Ningún defecto destacable.

Sábado noche, 90% de ocupación. Sala de la planta inferior, más formal. Decoración correcta, pero no especialmente bonita. Mesas bien vestidas y de buen tamaño. Muy buena la distancia entre mesas.

Carta muy apetecible, dan ganas de probar todos los platos. Hay un menú degustación, pero preferimos elegir a la carta. Los platos elegidos son los siguientes:

-Croquetas de jamón ibérico: cremosas y crujientes, efectivamente de las mejores de Madrid. Imprescindibles.

-Ensalada con escabeche de perdiz. Fantástica la perdiz y simplemente normal la ensalada. Nos hubiese gustado más perdiz y menos verde.

-Arroz de liebre. Muy bueno el punto del arroz, buen sabor también el de la liebre, que predomina pero no anula el plato. Magnífico equilibro entre el sabor de la liebre y el sabor a auténtico monte del arroz. Muy bien.

-Pato azulón: magret y royal. Muy bueno y potente el royal, en nuestra opinión le falta algo de “punch” al magret. Bien.

-Molleja con fondo de boletus: Muy buena la molleja y magnifico el fondo de boletus. Francamente bueno, para mojar y mojar pan.

-Helado de piñones con sopa cala. Bien, ración pequeña.

A destacar el magnífico pan, muy bueno el de semillas y aún mejor el blanco, tuvimos que repetir dos veces.

El servicio de sala atento y cercano, pero no incómodo y midiendo muy bien los tiempos.

En cuanto al tema vinícola. Buena carta de vinos, con bastantes referencias apetecibles de muy diversas denominaciones. Optamos por un Algueira barrica Carravel, una mencía de la Ribeira Sacra, a 30 euros, que acompañó magníficamente la comida. He de reconocer que nos costó elegir, ya que en la carta había bastantes etiquetas apetecibles a precios no exagerados. También buen servicio del vino, atentos a rellenar la copa, pero sin ansía por acabar la botella como algunas veces ocurre.

Vistos comentarios anteriores estuve pendiente del punto de sal y en mi opinión era correcto en todos los platos, aunque eso es muy particular.

En cuanto al precio, hay que tener en cuenta que tanto mi mujer como yo somos muy comilones y pedir tres primeros y dos segundos para cenar, quizás no es lo normal. Muy fácilmente se le puede restar a la factura 16 euros de alguno de los entrantes y quedarse en 68 por persona.

En resumen, una velada muy agradable, buena comida y magnífica atención. Lo recomendaré seguro y es muy probable que volvamos.

En General Pardiñas, 56 hace apenas un mes ha abierto Santerra. Tras el efímero paso de Lovnis y el aterrizaje y rápido despegue de Manolo de la Osa en la capital, su jefe de cocina Miguel Carretero ha asumido el traspaso. Joven de 24 años, proveniente de Ciudad Real y con experiencia de 3 años en ese templo manchego en el que se está convirtiendo El Carmen de Montesión.

La propuesta de Santerra combina la barra en el piso superior donde se habilitan tanto mesas altas como una media docena de mesas para sentarse con mayor tranquilidad y en el inferior, el restaurante (fue el visitado), con un mayor punto de formalidad y cuya sala está gestionada por Alfonso Vega (Premio Nacional de Gastronomía 2009 y ex-maitre de la Terraza del Casino).

La cocina está claramente influenciada y definida por la tierra de la que proviene Miguel Carretero: los escabeches, la presencia del bacalao en más de una elaboración, la caza, los piñones, el queso. Destaca que dada la juventud del propietario y cocinero la propuesta culinaria sea tan clara y definida. Sin baos, sin ceviches, sin tiraditos, ni tartares. Cocina originaria y de raíces manchegas.

Santerra es la proposición culinaria de un equipo joven que capitanea Miguel Carretero. Cocina precisa y lúcida que sabe el camino que recorre y quiere recorrer. Algunos platos se apalancan en la suma de contrastes como la caballa o la sopa de fresas y helado de queso mientras que otros lo hacen en sabores más reconocibles como la royal de pato o la ensalada de perdiz escabechada.

Con unas colosales croquetas y unos callos de categoría se tira el lazo a un mayor espectro de público para que conozcan cuanto antes esta casa. Por otra parte, buena labor la de Alfonso Vega en la sala mejorando la experiencia con un trato cercano, agradable y conocedor. Precios algo dispares en función de los platos requeridos.

Santerra tiene una base culinaria sólida, personalidad apegada a la tierra y futuro por delante. Una apertura más en la escena gastronómica madrileña donde la juventud golpe la puerta con fuerza y las ideas claras.

Cocina 7,5

Servicio 7

Entorno 7,5

RCP 6,75

Si quieres ver post completo http://www.complicidadgastronomica.es/2017/10/santerra/

 

Picoteo  en la planta de  arriba mas  informal. Es el local que ocupaba Ovnis.. y que por cierto en  este local poca gente tiene suerte. Vista la experiencia de  ayer no sé cuanto durará.

Tienen buena carta de vinos y un servicio impecable.  Pedidmos para 6  personas dos botellas de vino : Unculin y Martin Berdugo. Algo calientes pero buenas copas.

Para picotear:

* Orejas de cochinillo fritas. Se presentan rebozadas sutilmente . Ya ahi empezó a parecerme salado pero pensé que era la gracia del cuchifrito. Se acompaña de una salsa anodina de color verde

* Croquetas de  jamon. Buena bechamel y rebozado y aqui si que todos comentamos lo tremendamente saladas que estaban.  Pero tambien nos consolamos diciendonos... "es que son de jamon".

* Royal de pato. Especie de pastel de carne de pato  desmigado. Aqui la sal ya hacia casi incomible el plato.

* Rabo de toro guisado con un puré. Y aqui es cuando no podiamos mas... Quedo algo en los platos y el pure de sal sin tocar. 

Personalmente  pedi 4 vasos de agua que bebi avidamente y el final de la cena se convirtio  en un continuo servicio de vasos de agua al persona.

La cuenta ascendio a 20 euros  por persona que con lo malcomido y regular bebido no justifican los litros de agua que bebimos porque estos fueron del grifo.. afortunadamente

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