No solo croquetas

Fecha de visita: 13/01/2018

Cena 2 pax.

Precio por persona: 76 euros.

Comida 8,5.

Entorno: 7,5

Rcp: 7,5

Servicio: 9

Servicio del vino: 8,5

Lo mejor: Las croquetas y la molleja de ternera con fondo de boletus. El magnífico servicio de sala.

Lo peor: Ningún defecto destacable.

Sábado noche, 90% de ocupación. Sala de la planta inferior, más formal. Decoración correcta, pero no especialmente bonita. Mesas bien vestidas y de buen tamaño. Muy buena la distancia entre mesas.

Carta muy apetecible, dan ganas de probar todos los platos. Hay un menú degustación, pero preferimos elegir a la carta. Los platos elegidos son los siguientes:

-Croquetas de jamón ibérico: cremosas y crujientes, efectivamente de las mejores de Madrid. Imprescindibles.

-Ensalada con escabeche de perdiz. Fantástica la perdiz y simplemente normal la ensalada. Nos hubiese gustado más perdiz y menos verde.

-Arroz de liebre. Muy bueno el punto del arroz, buen sabor también el de la liebre, que predomina pero no anula el plato. Magnífico equilibro entre el sabor de la liebre y el sabor a auténtico monte del arroz. Muy bien.

-Pato azulón: magret y royal. Muy bueno y potente el royal, en nuestra opinión le falta algo de “punch” al magret. Bien.

-Molleja con fondo de boletus: Muy buena la molleja y magnifico el fondo de boletus. Francamente bueno, para mojar y mojar pan.

-Helado de piñones con sopa cala. Bien, ración pequeña.

A destacar el magnífico pan, muy bueno el de semillas y aún mejor el blanco, tuvimos que repetir dos veces.

El servicio de sala atento y cercano, pero no incómodo y midiendo muy bien los tiempos.

En cuanto al tema vinícola. Buena carta de vinos, con bastantes referencias apetecibles de muy diversas denominaciones. Optamos por un Algueira barrica Carravel, una mencía de la Ribeira Sacra, a 30 euros, que acompañó magníficamente la comida. He de reconocer que nos costó elegir, ya que en la carta había bastantes etiquetas apetecibles a precios no exagerados. También buen servicio del vino, atentos a rellenar la copa, pero sin ansía por acabar la botella como algunas veces ocurre.

Vistos comentarios anteriores estuve pendiente del punto de sal y en mi opinión era correcto en todos los platos, aunque eso es muy particular.

En cuanto al precio, hay que tener en cuenta que tanto mi mujer como yo somos muy comilones y pedir tres primeros y dos segundos para cenar, quizás no es lo normal. Muy fácilmente se le puede restar a la factura 16 euros de alguno de los entrantes y quedarse en 68 por persona.

En resumen, una velada muy agradable, buena comida y magnífica atención. Lo recomendaré seguro y es muy probable que volvamos.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    oscar4435

    Yo soy de los comilones , así que me vale la referencia , tal cual .

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