Restaurante en pleno centro de la Alameda de Xàtiva, especializado en arroces. En la comida no podía faltar un arroz, y como no, elegimos el arroz típico setabense, el "arrós al forn".

De entrantes:

* Croqueta de sepia en su tinta (perfecto sabor y punto de elaboración).

* Caballa sobre fondo de boniato (buena combinación del pescado salado con la dulzura del boniato).

Plato fuerte: * Arrós al forn (exquisito, perfecto equilibrio de ingredientes y grano en su punto).

Postre: Brazo de Gitano con tres texturas de leche (muy dulce para mi gusto).

Cervezas y vino blanco Rueda por copas.

Café "Cremaet".

Buena experiencia, en mi primera visita a este local setabense. Volveremos.

Lugar con fama de sus arroces. Hay opciones de pescado (recomendable atun) y carnes, pero por lo que va la gente es por el arroz.

Grupo de 8 para comer en una mesa cpmpartida en la zona del sótano prevista para grupos amplios y que nos permitió prolongar el encuentro sin ninguna prisa. Servicio de sala amable y eficaz.
Debe haber carta pero las opciones nos llegan de viva voz. El vino elegido fue 16 Gallets en autoservicio.

Arrancamos con unas cervezas con unos cacaos y aceitunas de aperitivo. Agua sin gas que no recuerdo origen.
Compartimos al centro plato de jamon serrano y corte mecánico y un poco de queso curado, decoran unas nueces algo caramelizadas.
Pata de pulpo bien cocida con parmentier de patata. Correcto.
Gambas con vieras horneadas. Cumplen.
Elegimos dos arroces para compartir de las varias opciones propuestas: arroz con ajetes, col y bacalao más alguna gambita; la otra opción fue de almejas, alcachofas y rape. Ambos melosos, ambos bien elaborados con la misma base de caldo, el mismo punto de arroz, solo cambiando los tropezones, abundantes y bien elaborados, pero que quedan ambos arroces muy similares por lo que quizás debimos elegir su primera propuesta de arroz con foie y secreto.
Raciones más que amplias.

De postre un par de platos con un combinado de dulces como tarta de chocolate, de calabaza, puding, además de fruta pelada..
Un café normalito.

Local céntrico con buena sala y un sótano que permite reuniones grupales sin molestar al resto de comensales.

Para beber agua con gas. de vinos un muy básico blanco Cyanthe 2016 y un mejor tinto Les Alcusses 2013. Cervezas previas. Un más que correcto pan, unas papas y cacaos para hacer tiempo mientras llegan los comensales. La falta de puntualidad obliga a un plato de jamón básico, cortado en máquina, pero cumplidor adornado por una mínima presencia de queso manchego.

Para comer, unos entrantes al centro:
. plato con base de tomate triturado con anchoas, mojama, huevas y algo de pimiento rojo, con aceite algo excesivo.
. tartar con aguacate y coronado por gamba roja pelada
. pulpo a la brasa con parmentier de patata
Muy interesante el primero y correctos los segundos,

Principal: dos arroces para degustar aunque la ración era para tomar un plato de cada, servido en cazuela metálica para permitir mantener el calor y la evolución del arroz entre meloso y caldoso en la primera prueba y ya meloso perfecto en la segunda ración.
. de bacalao, ajos tiernos, coliflor y gambas
. de rape, almejas y alcachofas
Ambos perfectos de cocción, muchos tropezones y de buena calidad; repetiría del segundo sobre todo por las alcachofas que debieron hacerse aparte porque estaban magníficas.

De postre: plato compartido con fresas, dátiles, trufas de chocolate, golosinas... dificil de resistir.
Unos buenos cafés y larga tertulia pues nadie se atrevía a salir con la que estaba cayendo en la calle (casi una gota fría).

Servicio amable, correcto y eficiente. Buen ritmo de servicio de platos.