Está claro que las barras y la informalidad-formal es una tendencia que no va a parar. Informalidad para el comensal, pero seriedad en las elaboraciones....
Nos contaba hace unos meses Begoña Rodrigo (La Salita) su proyecto de abrir otro restaurante en el Centro Comercial Bonaire y se partía de risa cuando le preguntábamos boquiabiertos que si estaba loca.
--“¿Una pedazo chef como tú en un centro comercial?” --“Que sí, que sí, que va a ser muy guapo y muy divertido, ya verás", contaba.
Y no mentía: es guapo y divertido. Y trepidante. Y frenético. Y novedoso. Y bullicioso. Y, y, y… Una pasada.
Ahí la tienes, a La Rodrigo, con dos coj… cocinando de cara al público, con un ritmo endiablado y sin perder la sonrisa. Como todo su equipo, entre el que destaca ese crack llamado Javi Linares (ex Gadhus). Y con Jorne capitaneando con simpatía y buen rollo la sala. ¿Sala? ¡Aquí no hay sala! Esto es otro concepto.
Local muy, muy chulo. Luminoso, moderno, tribal, informal, con una enorme barra (que casi acapara toda la estancia) en forma de “u”, en medio de la cual te cocinan en directo y por televisión. Hay más espacio para comensales en la barra que en las mesas.
Teníamos mesa reservada, pero Jorne nos dijo que nastideplasti, que a la barra, que era mucho mejor, y como somos mu bien mandaos, pues a la barra. Nos colocó justo en el tramo en el que estaba “faenando” La Rodrigo.
Y de comer, ¿qué? Pues si Jorne mandó en la ubicación y en las bebidas, Begoña lo haría en la manduca. --“Begoña, ¿qué pedimos?”... Y nos sacó:
• Alcachofas, huevos fritos “o algo así” y jamón
• El “pescao” en su adobo
• Nigiri de endivias caramelizadas, salmón a la brasa, nueces y roquefort
• Pulpo “tostao” y “revolcao” en revolconas
• Sardinas ahumadas y braseadas con causa limeña de huancaína
• Pastrami casero sándwich club
• Taco de cochinita pibil
• Lasaña vaca sorpresa
• Tacos dulces con chocolate picante
Me encanta esta cocina rollo street food, punto canalla, mestiza. Informal, desenfadada, fresca, atrevida. Presentaciones audaces, puntas potentes y afiladas de sabor, chispazos picantes. Joooé, qué bueno estaba todo.
Y a toooodo trapo. Sin parar. Pim, pam, pim, pam. Plato tras otro. El ritmo en cocina (dentro de la “u”) es, como decíamos, trepidante. No sé las comandas que sacarán adelante en un turno. No sé, ¿200? Tampoco sé cómo demonios Javi no se lía con todas las comandas que tiene en marcha. Ahí, en una isla dentro de la barra, va gobernándolas con su gran rotulador, negro, como su uniforme y su barba.
Fascinante el tema. Pasamos un par de horas de lo más entretenidos, disfrutando como bellacos con los bocados que nos sacaban y observando como hechizados el trajín que se llevaban en cocina.
Bebimos también de maravilla, una manzanilla La Cigarrera, una botellita de Kientz Riesling La p’ite vigne à Emeline 2013 y para rematar, una copita de El Nómada 2013 (jeje, bien “traída” la referencia, Jorne, al menos fonéticamente).
Ya nunca volveré a decirle a mi familia que no, que vayan solas a Bonaire, que yo casi mejor me quedo en casa. ¡Y una leche! A partir de ahora, me apunto a todas.
Está claro que las barras y la informalidad-formal es una tendencia que no va a parar. Informalidad para el comensal, pero seriedad en las elaboraciones....
Y yo me bajo !!!
Y es una forma muy agradable de comer, es cierto que se está extendiendo muy rápido. Por otra parte, ya iba siendo hora de que alguien subiera el nivel gastronómico en un centro comercial. Estos y los aeropuertos son las dos grandes asignaturas pendientes de la gastronomía española.
Aurelio, grande grande grande post.
Tu estás a 350 km y yo a 90. Y qué curioso que llegarías antes tú que yo!
jajaja tienes razón Toni, el Ave literalmente vuela. Por cierto aprovecho para reivindicar que en el Ave haya una oferta gastronómica sólo un poquito más allá del mundo Cheetos y Bocata Chopped. Vergüenza ajena.
Los aeropuertos con el tema de las concensiones perjudican que el caso de negocio tenga gran enfoque en el aspecto gastronómico. Kirei de Kabuki lo mejor que he visto con diferencia.
A mí se me hizo extraño ver Kirei en Barajas, dado el nivel que suele haber...
Cuando estuve en Valencia, estaba preparándose para despegar y ya veo que ha aterrizado y bien. Me alegro por Begoña. Todo tiene muy buena pinta. Por lo que veo es una manera muy interesante de coger gusto a los centros comerciales, jejeje...
Otro mas a visitar en la capital del Turia ;-)
Un abrazo
Nómada lo último, que sino luego no te enteras de la película y/o compras más de la cuenta!
;-)
Para mi alegría!!!
Amo las barras de España!!!
Un abrazo
Me gusta el plan, pero sin compras :-)
Desde luego, me parece una jugada muy inteligente por parte de los gestores del centro comercial: Abres el abanico de clientes y eliminas cierto tipo de objeciones de determinados potenciales clientes (como yo).
Un abrazo
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.