Exhaustos, tras completar un intensivo fin de semana de la mano de Verema visitando bodegas de la D.O. Montilla Moriles, y rebuscando algo abierto domingo noche, dimos con nuestros huesos en este local.

Acomodados en la tranquila terraza que tienen ubicada en una plazuela con escaso tránsito. Ambiente familiar de barrio en el que nos sentimos siempre cómodos. Como de costumbre… todo compartido al centro.

Empezamos con el Salpicón, donde destacaba el punto terso y crujiente de las frescas y clásicas verduras que componen la preparación, un buen aderezo y todo coronado por unos langostinos y unas lascas de merluza. Seguimos con un par de frituras: Araña y Chanquetes. Sobresaliente la primera, tanto por la calidad en la ejecución del rebozado como por la delicadeza y sabor del pez que era novedoso para mí. Los chanquetes, correctos también, con un impoluto frito sin rastro de aceite. Completamos con un Crispín, elaboración autóctona que no me terminó de transmitir sensación especial… cuestión de gustos, sencillamente.

A tener en cuenta el tamaño de las raciones. En nuestro caso, dado que hay posibilidad, pedimos medias raciones quedando más que saciados.

Rematamos con un Tocino de Cielo realmente rico por el punto de dulzor rebajado y al que le sobraba, en mi humilde opinión, el chorrillo de sirope decorativo.

Cervecita para beber que equilibrara la saturación vinícola del finde disfrutado. Tres en total, dos de ellas de la verde de Alhambra.

Nuevo paseíto por el bonito municipio de Montilla y a descansar para poner rumbo a Jaén al día siguiente.

Aprovechando nuestra visita en Semana Santa, no podíamos dejar de repetir, esta vez para una cena familiar ligerita. Por suerte, la terraza estaba casi vacía... Había procesión.

Platos para compartir:
- Crispín (7,-€) - Inevitable.
- Chanquetes (8,50€) - También inevitables.
- Flamenquín (9,-€) - No es como el de casa, pero está bastante bien.
- Brocheta de pulpo (10,-€) - Por variar. Bastante rica.

Postres:
- Tarta de chocolate (3,80€) - Esta no se comparte... Una para el niño y otra para mí. Deliciosa.
- Tarta de queso (3,80€) - Compartida entre mi mujer y mi hija.

Para beber, un par de cervezas de barril (1,60€/ud.), una caña (1,20€), un refresco (1,80€) y una botella de agua de 1 l. (2,20€).

No falla nunca.

Ubicado en el lateral de la bodega Alvear, casi en la esquina con la Av. Boucau. Local amplio con decoración clásica. Clientela de toda la vida. Servicio con muchos años de oficio, vestido con chaleco y corbata. Mesas de buen tamaño y correcta separación. Sin manteles. Menaje correcto. Carta a base de raciones y medias raciones de recetas tradicionales, con tres platos que sólo pueden encontrarse, en Montilla, en este local: arañas, chanquete y cochifrito. Carta de vinos corta a base de referencias de la zona, riberas y riojas principalmente, algunos de ellos a copas. Curiosamente, no tienen vino de tinaja, el más barato. Copas de batalla. No me fije en los precios.

Almuerzo familiar principalmente a base de raciones para compartir:

- Salmorejo (5,50€) - Dos de los comensales lo pidieron. Uno se compartió. El otro se lo comió mi hijo antes de que diese tiempo a pedirle. Riquísimo.
- Chanquetes (8,50€) - Si estuviesen al mismo precio en Barcelona...
- Araña (11,50€) - El Trachinus draco no es común en las cartas de los restaurantes andaluces que conozco. Aquí lo cocinan rebozado simplemente. Delicioso.
- Crispín (7,-€) - Plato típico del recetario montillano, difícil de encontrar en otra población. Aquí lo preparan realmente bien.
- Alcachofas a la montillana (9,-€) - Otro plato típico del recetario montillano. Aunque fuera de temporada, buenas.
- 1/2 cochifrito) (5,50€) - Crujiente por fuera y tierno por dentro. Muy sabroso, aunque algunos trozos me resultaron un tanto chiclosos.

También probamos algunos de los postres caseros:

- Tocino de cielo (3,80€) - Más suave y menos denso que los que he probado en otros lugares. Fantástico.
- Mousse de limón (3,30€) - Por lo que comentaron, muy buena.
- Tarta 3 chocolates (3,80€) - Suave y sabrosa.
- Tarta de queso (3,80€) - Gustó mucho.

Presentaciones muy sencillas y raciones generosas.

Para beber, 5 botellas de agua de 1/2 l. (1,70€/ud.), un par de copas de fino (1,20€/ud.) algo subido de temperatura para mi gusto, una copa de Ribera de Duero (2,70€), un refresco (1,80€) y dos cafés (1,20€/ud.).

Nos trajeron las copas ya servidas, sin enseñarnos las botellas ni informarnos de la marca de los vinos previamente.

Salvo el tema del vino, que parece ser norma por la zona, y el hecho de no disponer de tronas para los niños, comimos muy bien, bien servidos y por un precio razonable.

El precio corresponde a lo que tomé yo.