Restaurante La Casita de Sabino en Bilbao
Restaurante La Casita de Sabino
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
40,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
53 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.5
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.9
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.9
RCP CALIDAD-PRECIO
7.3
La foto subida es la del solomillo.
Opiniones de La Casita de Sabino
OPINIONES
7

Ya que nos hemos puesto ….
Ayer sábado 4 de junio, me fui a celebrar los 20 años de casado, la verdad lo miré tarde, solo con una semana, así que después de llamar al menos a 7 restaurantes, todos llenos, acabamos en la casita del sabino, cada vez nos gustan más los pescados.
Han cambiado de ubicación, ahora están al lado del Guggenheim en Iparraguirre nº1, ya había estado con unos amigos, y me había dejado un poco frio, respecto a las anteriores visitas, pero en esta ocasión me dejaron helado.
Nos sacaron de aperitivo de la casa unos minis pasteles de pescado con mahonesa, muy secotes, cuando es una elaboración mas bien jugosa, pero bueno a caballo regalado …
Pedimos una ensaladilla de gambas, más bien parecían langostinos, pero bueno, correcta, la sacamos por la cría, pero al final nos la comimos los mayores … (13,5€)
Unas navajas, no las había visto tan pequeñas nunca, sin más, prescindibles (13€)
Berberechos, tamaño pequeño, con arena y textura chicle, pasados de cocción (16€) otro chasco.
Jamón asado, tipo lacón, con pimentón, me gusta mucho, esto bien, como siempre.
Pescados, podíamos pedir cada uno el que quisiéramos, así lo hicimos.
Mero, 400 gramos (27,6€) pasado de punto.
Rodaballo 500 gramos (34,5€), ni fu, ni fa, poco sabor, bien de punto.
Machote, mi preferido por el sabor, aunque en esta dos últimas ocasiones eche de menos mas sabor 650 gramos (40,3€).
Tres postres, dos torrijas y una tarta de hojaldre y mantequilla, correctos, sin mas a 6€ cada uno.
La carta de vinos corta y triste, me salvo el itsamendi nº 7 (24€), pero un sitio de pescados con cuatro blancos, una pena.
Una pena cuando vas a celebrar y te cortan el rollo , no volveré , las dos ultimas veces no me han gustado , ya tenia que haberme olido algo , cuando los demás estaban llenos y este no , espero que les vaya bien , y bien de los giris que van al museo .

Fuimos a cenar dos personas que no comemos grandes cantidades. Pedimos alcachofas con foie y jamón que estaban muy buenas y berberechos al vapor también muy buenos.

Como plato principal pedimos Cocochas de merluza al “pil pil” (Las he probado mucho mejores) y solomillo de ternera al punto. El solomillo no se podía comer. Estaba pasado y no sabía a solomillo. Era el “típico” solomillo que te dan en una boda. No nos lo comimos. Al venir a retirar los platos, nos preguntaron si nos había gustado el solomillo y evidentemente les dijimos que no. No nos dieron la opción de pedir otra cosa, pero lo peor no fue eso, sino que cuando nos sacaron la cuenta nos habían descontado medio solomillo, es decir, el solomillo en carta costaba 18 € y nos cobraron 9 €. Patético!! De postre pedimos trufas que a mí no me gustaron. Para beber una botella de José Pariente. Para mí, el detalle que tuvieron con el solomillo no estuvo a la altura del restaurante, o me lo cobras, o no me lo cobras, pero eso de cobrarme la mitad no estuvo bien. Desde luego que no volveremos.

  • La foto subida es la del solomillo.

    La foto subida es la del solomillo.

Es posible que estas dos palabras resuman con acierto la esencia de este restaurante...bueno y la presencia de Sabino, claro. Yo siempre me he sentido bien , me gusta sentirme atendido y preguntado por lo que estoy comiendo. Preguntado de verdad, no por protocolo, eso me molesta. Los marinados de mero , atún y lubina me siguen pareciendo tan sencillos y simples como maravillosos. Me permiten saber y profundizar en los sabores y texturas de los pescados, en sus diferencias y matices, en su disfrute diferente. Mucho jaleo , en la sala , pero ya lo sabes , el servicio está pendiente y siempre hay alguna sorpresa enológica o una decisión del jefe que te agrada con los vinos. Excelente Rey , inigualable mero, terso y tenso y sabroso...Los postres ..no, no me van tanto , creo que cosas sencillas como la tostada o el milhojas deberían subir el nivel ..al menos acercarse a los del pescado ..creo que desmerecen. Buena experiencia , y la compañía ...que a gusto.

Celebración, quince años de casados, y que menos que fuese Ana quien eligiese lo que le apetecía, solo por aguantarme tanto tiempo, pescado , y como tenia pendiente llevarlas a las dos a la Casita de Sabino, pues fácil decisión .

Local a tope, por cierto Dani Martin, el cantante por allí andaba, imagino que tendría concierto, pero eso es lo de menos.

Carta sobre todo centrada en mariscos y pescados, precios razonables y buen producto.

Primero un aperitivo de pulpo, con huevo cocido y vinagreta, siempre te ponen algo.

Pregunte por el tamaño de las anchoas en salazón, y nos obsequiaron con una para cada uno, muy ricas, punto justo de sal y bien sobadas, cada una hubiese valido 1,5€, calidad.

Empezamos con el jamón asado, puedes ver la pata en el jamonero, buen aceite y rico pimentón, muy sabroso, lo pedí la vez anterior y lo pediré siempre, 8€.

Una ración de almejas a la sartén, doce hermosas almejas de gran calidad y bien elaboradas, 23€.

Pescados marinados, atún, lubina y mero, con rico aceite y crudos, muy japo, la calidad del pescado se lo permite, 10,5€.

Pulpo a la gallega, 12€ la ración, de las mejores que he comido.

Y para compartir 800 gramos aprox de Machote, me gusta mucho el sabor de este pescado, y tenían una pieza que como final nos pareció muy bien , asado con ajos , aceite y creo que un poco de vinagre , delicioso , a 45€ kilo , 38,4€ lo nuestro .

De postre un trozo de tarta de mantequilla, me encanta esta tarta cantabra, 5€.

Para beber, dentro de lo que había, tienen varios blancos de distintas D.O, elegí Pazo baion, 18€ , no es que me entusiasmase, pero es lo que había que me llamo la atención, la verdad es que desde que bebo mas vino, se vuelve un problema ciertas elecciones, la carta mejorable, pero para el 90% mortales sobrada .

Resumiendo, un sitio para comer buen producto y no dejarte la cartera, por 120€ comimos muy bien, por cierto animado por un amigo a abierto en Valencia, y ya veo que no le va nada mal.

Los viernes tengo un grupo de amigos que siempre salen a cenar y en esta ocasión como la opción era de mi agrado, me apunte.

Llevaba tiempo dándole vueltas a las opiniones que leía de este restaurante y se juntaron, el hambre con las ganas de comer, la opción del viernes y el comentario de Jon, alinearon la ocasión.

Tiene dos locales este es el mas nuevo y donde al entrar te encuentras un local lleno y a un tío llamado Sabino , en la sala , de un lado para otro , organizando y cogiendo comandas , un tío con mucho pescado y marisco vendido , unos setecientos kilos a la semana , hay es nada .

Enseguida se acerca a la mesa de seis tiarones del norte para organizarnos la velada, nos aconseja que pedir y nos da la opción de pedir varios pescados para probar, tira de una libreta donde tiene apuntado el pescado que tiene y lo que pesa y nos organiza una degustación, antes para abrir boca te ponen un aperitivo de txangurro, buey de mar preparado.

Nos sacan dos raciones de navajas, suficientes para comer tres por barba de tamaño medio y bien pasadas por plancha, sin sobrecocionarlas.

Un par raciones de mejillones a la vizcaína, buen mejillón, buen tamaño y una vez mas se nota que saben tratar el marisco a la hora de la elaboración, la vizcaína muy suave, era mi primera vez a la vizcaína, digo con mejillones.

Un plato de jamón asado preparado a la gallega con pimentón y rico aceite, sabroso.

Y salieron los pescados, Machote, Rey y cabra de altura, esta ultima la menos sabrosa, aunque es una característica de este pescado, y además al empezar por el Machote y el Rey que estaban muy buenos y mucho más sabrosos, al final es normal que la Cabra nos resultase más sosa.

Con su refrito de ajos y vinagre y repartiéndonos a cada uno un buen trozo con gran maestría, para finalizar unos postres para compartir, tarta de Torrelavega , otros dos hojaldres, con merengue y crema pastelera y una torrija , ricos , sin mas .

Unos cortaditos y a tomar un gin por la zona.

Sin duda una opción muy buena para disfrutar de marisco y pescado, me gusta el detalle de las cartas encima de la mesa con el precio a boli de cada marisco y pescado, nada de según mercado, este día a este precio.

Para beber un itsasmendi nº7, 18€, un albariño Santiago Ruiz 18€ y un txakoli Uxiar 15€, la carta de vinos corta y las referencias comerciales, seria el único pero.

Navajas a 9,5€ la ración, los mejillones 5,5€ 1,250 de Machote 60€ a 48€ kilo, 1,300 de Rey 75,4€ a 58€ kilo y 1,100 de la Cabra 52,8€ a 48€ kilo, la ración de jamón asado 8€, 25 € los postres y los seis cortados , un total de 311,8€ a poco mas de 50€ por cabeza, salimos encantados de la velada y aprendimos que los pescados con dientes están mas sabrosos porque comen de todo como el caso del Machote y que los pescados grandes , al tener mas gelatina están también mas ricos , eso comentaba Sabino , que tenia lubinas enormes .

Buena experiencia , tendré que acercarme con Ana y Uxue .

Sí, todo un espectáculo ver a Sabino dirigir con energía y decisión su restaurante. Un restaurante de gran producto y de gran cocina de mercado a un precio menor que otros restaurantes de Bilbao. La verdad es que me gustó mucho en su estilo. Es ruidoso, estaba lleno pero me resultó más confortable de lo que pensaba. Curiosa, corta , pero suficiente carta de vinos ( por cierto clavamos la elección con el Belondrade y el Porrera). Servicio amable y diligente, a pesar del bullicio bajo la dirección estrecha de Sabino. El producto, el marisco y el pescado excepcional. Su manejo también , sin excesos aceitosos, puntos de textura y cocción perfectos, respetando el sabor y la personalidad de cada especie, con el aditivo justo, buscando la identificación clara con cada pescado o marisco. El precio ajustado, muy razonable, sobre todo viendo como las gastan en otros asadores de Bilbao. Una gozada, sobre todo para los amantes de los asadores

Me parece increíble las veces que habré podido pasar yo por la puerta de este local sin darme cuenta de lo que realmente era.
Había leído cosas muy buenas del restaurante y lo tenía en mente desde hacía ya mucho tiempo.
Por fin, para despedir el mes de agosto como es menester y acompañado por mi retoño, reservo mesa en La Casita de Sabino. Por cierto, un miércoles noche y el local está abarrotado, creo que ninguna mesa ha quedado libre.
Desde la calle no puede uno pensar lo grande que es el comedor. Correctas mesas, manteles de papel. El servicio muy atento y amable y el propietario en todo momento pendiente de que todo vaya viento en popa.
Un expositor lleno de buen pescado y marisco nos dice a las claras lo que aquí hay que pedir. Me han dicho que aquí bordan el rey y con esa intención iba yo pero al pedir opinión nos han comentado que cualquier pescado aquí está impresionante. Al final nos decidimos por uno en concreto y en base a su peso pedimos alguna cosilla suave para ir haciendo boca.
El pan correcto, sin más. Servido en cantidad mucho más que suficiente.
En cuento a los vinos, la carta no está nada mal. Hoy, sabiendo que también voy a finalizar la cena con algo en concreto, me decanto por las burbujas. Veo que tienen el Taittinger a un precio estupendo así que disfrutaremos con un vino que ´sé sobradamente que va a cubrir nuestras necesidades.
Burbuja abundante, se queda un rato “pegada” a la copa. Estupenda nariz cítrica, fresco de ganas, con una acidez muy suave pero presente. Es voluminoso en boca. Invita a mantenerlo, invita a disfrutar despacio de sus aromas, a no tener prisa para terminarlo. Me gusta cada vez más el asunto de los espumosos para acompañar las cenas.
Nos obsequian como aperitivo con un salpicón de pulpo. El aceite está cojonudo. Una arbequina navarra. De sabor potente pero no exagerado. Además la tenemos en mesa para utilizarla si nos hace falta. Así mismo un recipiente de sal gruesa que no necesitamos pero que es un buen detalle.
Continuamos con un surtido de marinados. Bacalao, atún y creo recordar que corvina. En su punto exacto. Salen “vírgenes” y nos lo riegan con el aceite de la mesa que marida a las mil maravillas. Me gusta ver como mi compi de hoy disfruta con estos manjares. Desde luego que yo a sus años era incapaz de atreverme con ellos. Todos muy ricos.
Nos presentan ahora la media lubina que hemos elegido. Kilo cien pesa nuestra mitad. Con unos maravillosos ajos de colofón. Nos sirven un trozo a cada uno y nos deja el resto en la bandeja. Nos comentan que si necesitamos ayuda posterior para el resto, no dudemos en solicitarla. No somos precisamente unos buenos “limpiadores” de pescado pero tampoco tiene demasiado misterio el de hoy. Somos capaces de degustarlo casi por completo. Menuda calidad……. Menudo modo de prepararlo. Sin “ostias” raras. En un aceite de excelente calidad. Está suave de ganas, está sabrosa…. Desde luego que baratos no están pero creo que merece la pena sin duda pagar por un pescado así.
También me han dicho que aquí merece la pena terminar con una tabla de quesos. Una miradita ya he echado también a una tarta de hojaldre que además era de la zona de Torrelavega. Todos sabemos que por allí el hojaldre lo bordan. Lo digo además por propia experiencia. Creo que otro día me pasaré con alguien más “golosona”. Mi hijo es poco “postrero”.
Pues cuatro quesos distintos, muy distintos. Comenzamos con un queso con un toque de trufa. Queso más bien de “untar”. Nos encanta de primeras su suave sabor. Un comienzo destacable. Pasamos a otro que lleva uva, aunque también muy rico, de los cuatro ha sido el que ha pasado más “desapercibido”. El tercero es un parmesano italiano. Me encanta como se rompe este queso. Sabor muy potente, a “queso”. Sin tonterías. Y terminamos con uno que ya he probado en más ocasiones. Hoy, cosa graciosa, ha sido Ioritz el que ha disfrutado más de él. Recuerdo la vez anterior que dijo que era demasiado potente. Hoy me lo ha parecido a mi. Desde luego que desapercibido no pasa. Un Picón Tresviso.
Creo que un sitio donde comer buen pescado, con buena atención y sin lujos. Volveremos a vernos, sin duda alguna.
Para ver alguna foto: http://gastiondo.blogspot.com.es/2016/09/la-casita-de-sabino-bilbao-el-rey-reina.html

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