Nueva visita, en esta ocasión con buena compañía, para servir como introductores a un lugar que merece la pena visitar.

Del aspecto bebercio dimos cuenta de un Terras do Cigarron, un godello de Martin Codax, DO Monterrei y un Circe, un verdejo que dispone de múltiples premios, ambos agradables.

- Arepas. Correctas, no para tirar cohetes o cantar alabanzas, pero se dejaron comer.

- Guacamole. Sin ser un lugar especializado en cocina mex, está muy bien preparado, elaborado con aguacate, cebolleta, cilantro, lima, su sal y un toque de picante. Todo ello mezclado en la mesa en un molcajete de piedra. Sabroso y con muy buen sabor.

- Tater tots. Bolitas de patata rellenas de boloñesa acompañada de un suave alioli. Ha gustado y bastante.

- Corazones de alcachofas fritos con salsa romescu. Tiernas en su interior, poco churruscaditas en su exterior, buena salsa. Buen plato.

- Burger de buey. La característica de esta burger, es que la carne- bastante buena por cierto-, viene fileteada. Como dije, bien la carne, aunque perdió temperatura muy rápidamente.

- Burger Gansa. Elaborada con vaca rubia gallega y un medallón de foie plancheada, de la burger, según me cuentan, estaba muy buena, del foie, doy fe yo mismo.

- Tarta de zanahoria. Jugosa, ligera y como para repetir.

Cafes con hielo, chupitos de pacharan y crema de orujo gentileza de la casa, ponen punto final a esta visita especial y de la que confío haber salido airoso.

Nueva incursión a la calle Espartinas de Madrid, una calle, hasta no hace mucho, sin interés gastro, pero que cuenta, actualmente, con tres lugares que gozan del favor de los aficionados al buen comer. De esos tres lugares, solo nos faltaba conocer este, y a ello acudimos, a poner remedio al desconocimiento.

Se trata de un lugar con un ambiente desenfadado, informal, .. ; decoración con ladrillo visto y con una sala muy atenta y muy preocupada de que tengas una estancia agradable. Y lo consiguen. Siempre con una sonrisa en los labios, se acercaran varias veces a tu mesa para preguntarte si todo va bien.

No es una sala grande, utiliza mesas un tanto justitas de tamaño, con servilletas de papel.

No tiene carta de vinos, de viva voz y en función de tus gustos: tipo, origen, características, etc, te ofrecen las referencias disponibles. En este punto, nuestros gustos nos condujeron a un Terras do Cigarron, un godello 2015, DO Monterrei, un vino con bastante nota frutal y bastante equilibrado.

En el aspecto comercio, presenta una carta cuyo punto fuerte son las hamburguesas, pero diferentes en cuanto a su contenido, originales, poco vistas, muy sabrosas, muy pero que muy interesantes, ...., habrá que volver a seguir explorando entre sus propuestas.

- Aperitivo, salpicon de pulpo. Correcto comienzo, no destaca especialmente pero es resultón.

- Zamburiñas con salsa holandesa. Tamaño medio, bien cocinadas aunque un poco mas de sal no le hubiera venido mal.

- Bimis a la barbacoa con patatas paja. Nos anuncian que tienen Bimi, una verdura de la que había leído pero no habíamos catado. Se trata - para aquel que lo desconozca - de una verdura de tallo largo, comestible, desde la punta del tallo hasta las flores. Es una mezcla entre el brocoli y la col china, pero con un sabor que recuerda a los espárragos. Aquí se presenta a la barbacoa acompañada de unas patatas paja. Está francamente buena, como para repetir.

- Burger nipona. Se trata de un medallón de atún a la barbacoa, poco hecho, con chips de alga nori, tomate, canónigos - en mi caso eliminados por decisión propia - y mayonesa con un ligero sabor a wasabi, con un pan clásico de semillas y un cubilete con patatas fritas. Me ha gustado.

- Burger coreana. Se trata de carne de costilla de cerdo al horno, maceradas con soja y panela, con un toque de mayonesa de Kimchi y unas verduras salteadas lombarda, zanahoria e hinojo. Pan de semillas clásico, y el cubilete con unas bastante buenas patatas fritas. Ha gustado y mucho esta propuesta.

Sin duda, y después de probar dos tipos de hamburguesas y viendo la carta con las propuestas, será necesario volver para ampliar la cata, vi pasar unas de buey con muy buena pinta.

- Panacotta de coco. Postre correcto, que se deja comer.

- Mousse de maracuyá. Un postre goloso, formado con leche condensada, maracuyá, crumble de almendra y frambuesa. Para los amantes del dulce, un buen remate.

Cafés con hielo, para no variar y hasta la próxima visita. Ha dejado buenas sensaciones y eso, conociéndonos, es buena señal.

Con los proveedores y el saber hacer de El Buey ha abierto hace unos meses este coqueto local apenas a unos pasos del original entre las calles Goya y Alcalá. La oferta de La Bistroteca nace del concepto "diner" americano pero llevándolo un par de pasos(o un millón) más allá como se puede ver en sus entrantes de aquí y de allí ejecutados con mimo y cariño y siempre con el punto original de la casa, rasgos que se ven reflejados en sus perfectos Tequeños de queso derretido y masa casera acompañados con una salsa de tomate y albahaca bonísima, en su correcta ensaladilla rusa a la que la oreja frita le da un punto de gracia muy curioso y en sus tater tots, bolitas de suave patata rellenas de boloñesa y perfectamente fritas acompañadas por un alioli de membrillo ideal para dippear. Todo disponible en medias raciones.

De sus principales probamos el Taco de Cerdo "BBQ Pulled Pork" lleno de sabor y extremedamente untuoso y la Hamburguesa Bacon cuya carne con sabor y el tono de la parrilla nos pareció que casaba a la perfección con el mix de tomate,bacón,queso y pepinillo que la complementan; riquísimas las patatas y la ensalada de col.
De postre, dejad hueco para la Mousse de maracuyá porque es deliciosa, nosotros no teníamos hueco pero Vanessa -una de las propietarias- insistió en que teníamos que probarlo y fue todo un acierto, suave, cremoso y adictivo.
Bebiendo cerveza la cuenta ascendió a 44€, muy bien para la calidad consumida y lo a gusto que estuvimos.