Restaurante Restaurante 9C+ en Chulilla
Restaurante 9C+
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Vino por copas:
Precio desde:
25,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
miercoles y jueves
Nota de cata PRECIO MEDIO:
36 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.8
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
9.5
Precio medio entorno ENTORNO
8.0
RCP CALIDAD-PRECIO
9.5
Guiso de fabes con secreto ibérico, cebolla, acelgas y hierbabuena.
Chipirón en dos texturas, blanquet y aire de pepino
 Pardinas con verduritas y sepia sucia
Manetas de cerdo, pisto picante, castañas al natural y en praliné agridulce de las mismas
Sushi de longaniza con ajetes y habitas, y crema de morcilla de cebolla, tomate y tinta de calamar
Fachada restaurante 9C+
postre
dashi
pizza mediterranea
alcachofas
lentejas
Garbanzos
Opiniones de Restaurante 9C+
OPINIONES
3

El tren tiene mucho motor. La fuerza de este cocinero es brutal. Imprime a cada plato su personalidad y muchos caballos. Platos que llevan mucho curro y que están llenos de matices. Cocina de fondos, con base, pero que resulta fina y fresca. Hace de la verdura su religión. Él te los explica de arriba a abajo, en algunos casos te los remata con un título un tanto particular, sabedor de que posiblemente te pierdas en medio. Mis expectativas eran altas y las ha colmado. Mucho, muchísimo nivel vi ahí. Mi deseo sería que no descarrilara como para tenerlo siempre presente en cada visita a Chulilla, un pueblo pintoresco a rabiar, cuyo entorno natural es magnífico.

El restaurante queda recogido en una esquina de casa de pueblo, donde el comedor se sitúa en la parte de arriba con tan sólo cinco mesas. Paredes bastas, suelo de barro, vigas y cañizo en el techo... rusticidad y austeridad. Se utilizan buenos platos y copas, las mesas están vestidas con su mantel y con sorprendente separación entre ellas, si se tiene en cuenta las dimensiones. Se le suman otros detalles positivos, como el cambio de cubiertos en cada plato, la cadencia del servicio... Hay exigencia.

Ofrece un menú cerrado de nueve platos individuales por 25 €. Sí, han oído bien, 25 pavetes por esa cocina de producto y autor. La carta de vinos es corta, con la intención del que sabe, pero tampoco es que le preocupe en exceso y seguro que no pondría pegas a que te llevaras tu propio vino. Nosotros, a parte del agua, nos pedimos un par de botellas del único cava que tiene; un Mestres Coquet 2012 ahora, que casó a la perfección con todos y cada uno de ellos. Me pareció excelso este espumoso.

Enumero los platos con la libertad de no tener un nombre definido y con algún añadido fruto de algún comentario suyo, bien sea de inicio o de paso. Vamos, que aquí hace lo que le sale de los mismos.

1. Sorbete sólido de sandía y Campari con hierbabuena y ortiguilla de mar. Fruto de una "marihuanada". Jeje... el tío le echa rollo. Dos tipos de frescura distintos conviviendo, el cubo de fruta dulce y el marino más exquisito. Me encantan las ortiguillas. Se podría decir que éste era el aperitivo de bienvenida.

2. Minestrone con gazpacho andaluz, alga de mar e hinojo. Un "minestrodo" más bien. Una cosa insultantemente refrescante. El hinojo recolectado para la ocasión se mudaba de mesa, olía a Kms. Explosión balsámica.

3. Sushi valenciano. Llega el primer guiso. Cobertura crujiente y sápido relleno de longaniza confitada, ajetes y habitas frescas. Muy destacable la crema que lo sujetaba pues la morcilla era de una delicadeza que no le pertenece de normal.

4. Maíz frito, ceniza de olivo, jamón de pato ahumado y gelatina de alga al café. El plato con mayor retronasal que creo haber probado. ¡Qué humos! nunca mejor dicho... Muy bueno.

5. Lentejas con sepia sucia. El plato que según dice le rompe el escandallo. "Unas putas lentejas" Espectaculares. Legumbre al dente, mira que le preocupa esto, sabor potente y fino a la par, algo que se repite en prácticamente todos, con dados de tomate confitado, trocitos de dicha sepia... y el toque de wasabi que junto con la ralladura de limón daba una frescura tan impropia como propia.

6. Chipirón con fondo de cebolla y espuma de pepino. Otra muestra más de cómo trabaja la cuchara este tío. Las patitas las hizo a la andaluza para que tuviera el crunch que dice él tanto nos gusta a los valencianos. ¡Jaja...! Muy bueno, incluía blanquet para sumar intensidad y la espuma de la verdura imprimiendo ya saben qué a estas alturas.

7. Mojete de bacalao con fabes. El plato chulillano trabajado con un mimo que no imaginó cuando dio a luz. Ajoarriero en el fondo, fabes cremosas, huevo con la yema tierna y una crema de acelgas fritas por encima que incluso la desparrama por los bordes del plato buscando un efecto colorista. Se sirven tibias para no deshacer el ajoarriero.

8. Manitas de cerdo con pisto y jugo de chorizo. Lástima que el pan que pone no valga un duro, para que luego digan que en los pueblos hay buen pan, porque su destino estaba aquí. Pisto de llorar.

9. Tatín de Royal Gala con nata montada y ralladura de naranja. Una manzana que le aguanta la cocción, una nata bien compactada y láminas de hojaldre para acompañar. Un postre que no empalaga, que pasa perfecto, muy rico y muy de nuestro gusto.

Extrapola todo esto a un estrella Michelín y tienes un menú de 90 € tan ricamente.

El café que tienen es de Nespresso y cumple. Para mi hubiese sido un perfecto final de haber contado con un té natural de los alrededores. Ya sabes Ernesto, date un garbeo y pilla.

Agradezco infinito de paso la atención con mi nano, al que le preparó un plato de pasta con ese pisto tan bueno y aromático, y un plato de longaniza con huevo. Pero es que además se cascó un postre también como nosotros.

En el precio por persona queda exento mi hijo.

Davinci, qué bien me caías en Verema, tú sabrás de tu huída, pero es que ahora has conquistado mi estómago, pedazo de bestia parda.

¿Buscas cocina, una gran cocina?, ¿reencontrar esos sabores y sensaciones que añoras?

Esos fondos rebosantes de contenido, de profundidad, que caracterizaban la cocina de nuestros mayores y que todos, en mayor o menor medida, cuchara en mano, hemos vivido en las cocinas de nuestras familias siguen aquí, actualizados, mejorados, depurados y puestos en valor, gracias a un gran cocinero, impenitente defensor de la buena cocina.

Esos guisos, que en su origen solían ser humildes y elaborados con pocos medios, aquí los encuentras, pero ahora actualizados, sin perder su esencia, desglasados, clarificados una y otra vez, hasta conseguir el punto exacto en el que confluyen sabor y limpieza, haciendo partícipes y cómplices al resto de sentidos, platos bellos a la vista, aromáticos para el olfato y jugando con las texturas. Y siempre utilizando productos de primer nivel y calidad sobresaliente.

La selección exhaustiva de los ingredientes, la creatividad en sus platos y el perfeccionismo casi enfermizo en los matices que gestiona en cada plato, son los elementos que caracterizan las distintas elaboraciones que propone y domina, y que definen a Luís Ernesto Yuste de Miguel –Luiser- en su restaurante 9C+, sito en Chulilla, su pueblo, a poco más de 30 minutos de Valencia.

Abre de viernes a domingo, con una capacidad máxima de 20 comensales por servicio, por lo que la reserva previa es imprescindible, si quieres estar entre los afortunados.

No trabaja con carta, sino con menú de degustación de un número variable de platos (entre 7 y 8 -según productos y elaboraciones a realizar-), en continua evolución, y con un precio imbatible, que oscila entre 23 y 26 euros (según tipo de ingredientes, siempre frescos y de temporada, y de las elaboraciones). Un menú en el que, reuniendo productos de primer nivel y principalmente de kilómetro cero, compone un fabuloso recorrido por mar, campo y huerta, con variadas y refinadas técnicas de cocción, resultando una oportunidad impagable para un deleite gastronómico que se te queda grabado.

Las vistas desde el comedor a los cinglos del cañón del Turia, una mantelería de lino, una vajilla variada y de primera calidad y una cristaleria Riedel colaboran estrechamente con los platos, haciendo que la experiencia sea completa e inolvidable.

Los platos disfrutados en esta ocasión, han sido los siguientes:

“Guarnición Patch”. Lechuga, pepinillo, mostaza, tomate… y ¡espuma de huevo! (en este caso puntual, también láminas de trufa), presentada ahumada en un bol. Un guiño a un amigo querido, un divertimento sobre una experiencia interpersonal como fondo, que sirve como excusa para la representación de una guarnición de “hamburguesa premium” de un chef estrellado.

Sushi de longaniza con ajetes y habitas, sobre crema de morcilla de cebolla, tomate y tinta de calamar. Sobre el hermetismo nipón, surge un makizushi en el que el principal ingrediente es una sabrosísima longaniza local, macerada y potenciada con los ajetes y las habitas, sobre una base de crema fría de morcilla y tinta de calamar que obliga a rebañar el plato con pan.

Manetas de cerdo, pisto picante, castañas al natural y en praliné agridulce de las mismas. Las manetas blanqueadas tres veces; la última cocción con las verduras y un curry rojo toda la noche,… el pisto picante con chorizo,… las castañas y su propio praliné con yogur… Por favor, que no me despierten de este sueño hecho realidad. Sutileza, sabor, potencia, equilibrio y profundidad muy ajustados. Un platazo…

Pardinas con verduritas y sepia sucia. Un mar de verduras acompañan a unas excelentes lentejas con un fondo de pollo desglasado y clarificado incansablemente hasta la perfección.

Chipirón en dos texturas, blanquet y aire de pepino. Separados cuerpos y tentáculos, y cada parte cocinada con una técnica: unos a la llama y los otros fritos, sobre una deliciosa crema de su fondo encebollado. El blanquet, típico producto valenciano, y el aire de pepino aportan contraste, matizan el conjunto de sabores, para conseguir un plato tremendamente sabroso y equilibrado.

Alcachofas en tres texturas. Tres técnicas utilizadas sobre un mismo producto, unas alcachofas sensacionales, potenciando cada una de ellas matices distintos y complementarios, hasta lograr una elegante sutileza.

Bonito con escalibada a la llama en suave escabeche. Una sabrosa pieza de bonito con una rica escalibada. Imprescindible rebañar con el pan.

Guiso de fabes con secreto ibérico, cebolla, acelgas y hierbabuena. Un fondo magistral de cerdo, unas auténticas fabes del Cantábrico, una pieza jugosa de secreto y las acelgas troceadas y trituradas… En este momento, no puedo recordar otro plato parecido, que me haya impactado tanto como éste.

Tatín de manzana y cítricos. Su versión personal de la francesa tarta tatín. Un postre ligero y delicioso, con el aporte del cítrico y del hojaldre crujiente.

Carta de vinos variada y con referencias muy atractivas. Al margen de una botella de champagne que llevábamos nosotros y tomamos durante los primeros platos, el vino tomado durante la comida fue Heras Cordón -vendimia seleccionada 2012- servido en cristalería Riedel, con cata y envinado de primera copa.

Hablar con Luiser de cocina es beber de una personalidad feroz, poseedora y devoradora de conocimientos culinarios, amante y defensor de la cocina, de la gran cocina... Es asistir a una abrumadora exposición de orígenes, variedades de cada alimento, recetas,… Es empaparse de una explicación pormenorizada del sentido de cada técnica elegida para conseguir un matiz concreto en cada nueva elaboración creada.

Limpieza, pulcritud, perfeccionismo, sentido estético, responsabilidad, empeño, creatividad,… Éstas, entre otras, son cualidades que reúne este personaje, este gran cocinero, humilde hasta el punto de disfrazar su genialidad vistiéndola con una modestia insufrible.

El precio indicado corresponde a los platos del menú de este servicio (sin bebidas)

  • Guiso de fabes con secreto ibérico, cebolla, acelgas y hierbabuena.

    Guiso de fabes con secreto ibérico, cebolla, acelgas y hierbabuena.

  • Chipirón en dos texturas, blanquet y aire de pepino

    Chipirón en dos texturas, blanquet y aire de pepino

  •  Pardinas con verduritas y sepia sucia

    Pardinas con verduritas y sepia sucia

  • Manetas de cerdo, pisto picante, castañas al natural y en praliné agridulce de las mismas

    Manetas de cerdo, pisto picante, castañas al natural y en praliné agridulce de las mismas

  • Sushi de longaniza con ajetes y habitas, y crema de morcilla de cebolla, tomate y tinta de calamar

    Sushi de longaniza con ajetes y habitas, y crema de morcilla de cebolla, tomate y tinta de calamar

  • Fachada restaurante 9C+

    Fachada restaurante 9C+

En esta reseña no puedo ser más sincero con Luis Ernesto, siento admiración por su cocina. Pero a la vez, siento mucha rabia, por lo inconformista que es. Sus origines, le han llevado a una cocina de fondos, donde la cuchara es el utensilio indispensable para disfrutar de sus menús. Ojala tuviera más confianza consigo mismo, no porque no vale, sino por la inseguridad que se genera así mismo, se tú mismo, se feliz, pero lo más importante sigue dándome de comer.

Fui a visitarlo, el día después de una fecha señalada, él me decía, estás loco como vas a venir hoy, y yo pensando desde que me desperté en sus platos “mmm”. Encima salió un día de esos días grises que tan bien sientan a los platos de cuchara. El comedor tiene unas vistas increíbles al cañón del río Turia.

Mantelería blanca (impoluta)buena cubertería y cristalería, ofrece un único menú de 7 platillos (6+1 postre) por 23€, bebidas aparte
Nos explica el menú que va de manera descendiente “más intensidad al principio para ir rebajando la potencia de los platos de manera escalonada”

De Beber:

- Cumal un prieto picudo de Dominio de dos tares , cuando un vino es redondo, me gusta, sirve para un todo, creo que “casi” todo lo que hace el grupo Domino de Tares me gusta”
- Mestres Visol , un cava con una burbuja integrada, una acidez notable, un muy buen cava.

La bodega, esta trabajada con esmero, con ganas de agradar y sorprender al comensal.

Ahora viene lo interesante, los platos:

- Garbanzos sucios, unos garbanzos marineros con sepia y tomate, empezamos con un poco de rock&roll

- Lentejas, “unas simples lentejas como dice el….para darle de comer a parte” , ligeras con un fondo de verduritas y unos dados de foie

- La trilogía de las alcachofas , crema fina y elegante, en textura y en láminas. No soy muy de alcachofas, pero he decir, que esta logrado y no cansa al ser tres veces el mismo producto.

- Pizza mediterránea , cerramos los ojos y dejarse llevar. Esa crema de tomate con mascarpone, sardina y yuca. Sabrosísima.

- Sopa de cebolla , un fondo de caldo dashi, con un ravioli de cebolla caramelizada, parmesano y una yema criogenizada. SIMPLEMENTE GRACIAS, el primer plato que tome de Luiser en La Mozaira hace años, y el que siempre que pienso en su cocina, este plato esta en mi mente.

Quedaba un plato más, pero no podíamos más, así que pasamos al postre.

- Tarta de nata con queso fresco, ralladura de limón, arándanos y fresitas, coronada por el hojaldre . Menos mal que no tiene mano para los postres, toque goloso para acabar un domingo de 10.

Al final de la corrida, fueron si no recuerdo no llego a 144€ los 4, precio más que competitivo.

Chulilla, no está cerca de Valencia, pero 9c bien vale la pena hacer una escapada, conocer el pueblo y su entorno. Luiser, solo puedo animarte a que sigas así, con esa cocina de fondos de muchísimas horas y de mucho trabajo.

  • postre

    postre

  • dashi

    dashi

  • pizza mediterranea

    pizza mediterranea

  • alcachofas

    alcachofas

  • lentejas

    lentejas

  • Garbanzos

    Garbanzos

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar