Un restaurante con mucha proyección pero le falta ese punto de chispa.
La cocina tiene una base muy buena y la sala en general es correcta (sín alardes).
El problema que tienen es el mismo que tienen esos locales que apuntan alto pero que nunca llegan a ser un top: demasiados clientes para el personal que tienen.
Si mejoran este aspecto pueden mejorar mucho.Recomendable por su cocina pero no en fines de semana.

Despues de leer los comentarios uno no sabía bien que hacer, pero la experencia fue del todo gratificante local frio y elegante servicio atento sin agobiar, pedimos la famosa coca caramenlizada con foie ESPECTACULAR y ensalada Valdeon correcta, y de segundo Garrí Iberic perfecto en su punto y magret con salsa Priorat muy buena la carne.
Las copas spigelau el vino Luis Alegre a temperatura correcta y los camareros sirviendo el vino, la carta de vino muy completa.
de postre Llimona en Textures con vodka muy refrescante.
Un pequeño gran restaurante salimos por 107 euros 2 pax.
Muym recomendable.

Local con diseño muy cuidado, minimalista, muy acogedor. Al medidodía el local no estaba muy lleno y se estaba francamente bien.

El personal atento y muy correcto.

Elegimos a la carta y los primeros fueron sobresalientes, quedando los segundos a un nivel inferior. Una lastima ya que la comida prometía mucho.

Respecto al vino, la primera elección que hicimos de la carta no estaba disponible (lastima: esto hay que avisarlo antes) y la segunda opciónno fue del todo acertada..

Precio: 2 personas + vino + cafes = 120€

Conclusión: Un restaurante más, (de este estilo se me ocurren más de 10) seguramente no repetiré.

Fuimos al local después de las buenas referencias leidas en Verema. El resultado... sencillamente ANTOLOGICO. Quedamos gratamente satisfechos. El trato al vino bueno (copas Spiegelau, temperatura correcta, nutrido surtido de referencias), esmero en el servicio por parte de los camareros. La explicación de la carta detallada pero sin resultar tediosa. Los platos muy buenos, mención de honor para la coca de Micuit. Los postres también a la altura del conjunto. Cómo diríamos de un vino redondo, de un bouquet excelente, quiza por buscarle un pero, el local un poco frio, pero el trato que te dan lo suple en gran mesura. No es barato, pero vale su precio (50 EUR por cabeza a la carta, Quinta Apolonia por 15 EUR). Volveremos sin duda.

Fuimos guiadas por los tantos rumores sobre este restaurante.Hicimos el menú deg sorpresa, no nos sorprendió en gran medida.El punto de un par de platos por encima de lo q habiamos pedido y los postres muy cargantes para rematar un deg.Carta de vinos escueta,bebimos un Castell del Remei 1780.No se puede decir q cenemos mal..... pero pagamos 80 por persona.Conclusión, tiene q haber gustos para todos.

Hi varem anar a dinar el divendres 4 de febrer, després de llegir els anteriors comentàris... no ens va defraudar. El lloc és "tranquil i net" adjectius que utilitzo per a definir la decoració, el servei, la carta i la bodega. Casi res destorba el gust de l’àpat.
La coca de foie i els lloms de mollet/roger excel.lent!. Ja l’hem recomenat!. Mercè.

El menú de degustación Omaskase impresionante con madiraje, leí vuestros comentarios y llevé a mi mujer, recelaba un poco por el precio pero realmente pagas a gusto. Os recomiendo que si vais probéis los menús degustación, el madiraje sóolo lo hacen con el más caro pero aun así creo que vale la pena. Salimos a 146€ la pareja. He probado un riesling, un verdejo de rueda, un maceración carbónica Rioja, un Ribera joven, un dulce de naranja de huelva y un pedro ximenez, todo con la comida adecuada.

Decoración escueta y ambiente modernamente "frío" son la antesala de la magnífica comida que nos espera. Se disfrutan los cinco sentidos como bien dice su nombre, gracias a las combinaciones de sabores, la excelente presentación, las expresivas texturas, los perfumes de platos y copas y hasta incluso su suave jazz de fondo. Basándose en la calidad de la materia prima y en unos puntos de cocción muy precisos, se nos ofrece una sinfonía de manjares que siempre combinan a las mil maravillas. No es el número uno en innovación, pero si en el mejor de los sentidos: el sentido común. El servicio atento y simpático sin agobiar. El vino, buenos precios y carta atrevida, decantadores al uso, copas Spiegelau y servicio impecable. Nada, que espero que tarden un poco en darle la estrellita, ya que entonces no habrá quien encuentre sitio con menos de 2 semanas de antelación....

Cuando después de haber probado diversidad de platos, en lugares muy diferentes, y encuentras un restaurante que te sorprende en cada plato, cada bocado, cada sorbo; es que algo se cuece alli que va a dar que hablar. Me sorprendieron varios sabores que nunca habia probado. Excelente la combinacion de productos diferentes en un maridaje celestial. Nos atrevimos con el Menú Omakase y el maridaje de vinos, y quedamos mas que satisfechos. nos llamó la atención que de cada mesa, de vez en cuando nos llegaba un..uuuummmm. El lugar minimalista pero calido, y el servicio, deacorde a la calidad de sus platos. Aconsejable 100 x 100. Si algún dia quieren cambiar de nombre, les aconsejo "séptimo cielo"

Excelente restaurante de esta familia canadiense de origen catalán. Facilidades para escoger menú, muy bien elaborado y con una cuidada presentación. Trato muy amable y familiar. Nos han adelantado novedades importantes para los próximos meses tanto en el contenido de la carta como en la selacción de vinos, con propuestas de maridajes con los diferentes platos. Intuyo un muy buen futuro. Recomiendo su visita porque vale la pena.