¿Puede llegar ser una osadia que un restaurante, por muy portugues que sea, elabore bacalao en Bilbao, de otra manera a la clásica de la zona?
Restaurante de reciente apertura en Bilbao. En cuanto he tenido conocimiento de su existencia me he dicho que tenía que probarlo.
La decoración es típica portuguesa, cosa más que lógica. Local correcto, agradable. Buen tamaño de mesas y suficiente la sepación entre ellas.
La parte delantera es también bar y tiene además una terraza. Todo ello en una buena zona, cerca del Ayuntamiento y de la Ría. Música de fado durante toda la cena y los sábados la tienen en vivo. Es un poco triste está música pero a mi me gusta. Mucho sentimiento.
Mientras mi acompañante echa un vistazo a su carta yo voy buscando algún vino que nos haga disfrutar de la cena. Sigo siendo en ocasiones “demasiado aventurero” . Mira que tengo la posibilidad de preguntar a los que saben pero me gusta “arriesgar” y así me luce el pelo de vez en cuando.
No hay sumiller como es normal en un local de estas características y el camarero no es precisamente un experto en vinos. Así que me decanto por un Alvarinho. Un Casa de Compostela 2013 que resulta ser dulce. No un vino de postre pero sí un vino con marcado dulzor que no ha sido la mejor opción para la cena. Eso sí está muy rico y muy bebible pero….. De los errores también se aprende.
Al final nos decidimos por su menú degustación. Diré que la cena ha sido correcta. No destacaría nada como excelente pero tampoco suspendería ninguno de los platos.. Eso sí, destacar que el menú es casi demasiado potente. Vamos, que con hambre precisamente no sales. Fuimos incapaces de terminar con todo.
Comenzamos con un caldo verde. Una sopa tradicional con berza y aceite de oliva. Presentada en cazuela de las de toda la vida. Uno de los platos de la noche, sin lugar a dudas.
Pasamos a una tábua de queijos o lo que es lo mismo, una tabla de quesos. Cuatro diferentes. Acompañados de piña y manzana y de una mermelada de frutos rojos. No he preguntado por ellos pero se dejaban comer gustosos.
Nos llega ahora la tábua de enchidos. Embutidos tradicionales portugueses. Concretamente chorizo, morcilla y alheira una especie de “salchicha” que está hecha de carne. Correctos todos sin destacar ninguno.
Como plato principal nos sacan tres modos distintos de preparar el bacalao. Unas pataniscas de bacalao. Desmigado frito y envuelto en harina y perejil. Es decir, rebozado.
Bacalao a brás que es prácticamente un revuelto de bacalao.
Y tibomada de bacalhau. Lascas con cebolla y berza salteadas.
Preparaciones muy distintas a las que estoy acostumbrado. De nuevo cocina sin emociones pero sin fallos.
De postre un pastel de nata que no he sabido el porqué de su nombre. Un hojaldre muy bien conseguido relleno de una especie de crema pastelera. Ha sido lo que más me ha gustado de toda la cena. Eso sí, os tiene que gustar el dulce pues está realmente golosón.
Un cafecito y una infusión dan por terminada una cena que bien sirve para conocer un poco la cocina portuguesa. Creo que es el único local de Bilbao donde puedes hacerlo. Espero que les vaya bonito, ganas tienen. Están empezando. Creo que volveré a probar alguna de sus propuestas de carta.
No existe el 6 en verema y ante la duda..... soy generoso.
Para verlo con fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/11/restaurante-bacalao-doro-bilbao.html
¿Puede llegar ser una osadia que un restaurante, por muy portugues que sea, elabore bacalao en Bilbao, de otra manera a la clásica de la zona?
Pues fijate Gabriel que considero mucho más osados a algunos restaurantes de Bilbao que se atreven con el pil-pil y luego lo destrozan. Esos si que son osados. Un saludo
Es que la mayoria de los pil-pil que veo, no lo son.
Que conste que la crónica es clara e instructiva, pero tengo que decir que la frase "No existe el 6 en verema" es la que más me ha gustado, debería de estar de titular y la pondría al nivel de "nos es país para viejos" o "los lunes al sol".
Ikusi arte
al ver el nombre y la localidad me esperaba algo... 'chungo', pero una vez leída la influencia portuguesa, si coge mas sentido. Yo tampoco entiendo los quesos a la mitad.... y los fados... bueno, ahí están... se escuchan cosa peores a menudo en restaurantes.... pero si que no es la mejor música de acompañamiento para una velada que debería ser motivo de regocijo.
Y coincido ya con el tema de los comentarios que has dicho... que de seguro es mas grave hacer un mal pil-pil allí que presentar una receta portuguesa (ojito con los portugueses y sus interminables listas de recetas de bacalao!!)
De tu explicacion concluyo que si, no se come mal, pero poco mas... o quizás necesiten rodar un poco mas e ir poniendo a punto?
Saludos!
Me has animado. Tengo otra: tampoco el 8. Jajajaja. Realmente a veces complica puntuar con exactitud. Un saludo.
Bueno, pues si vas a volver a probar otros platos de la carta,quiere decir que les das margen y eso es un buen presagio, no ?
Toda una velada escuchando fados no se si la soportaria, son demasiado tristes para mi gusto.
Un abrazo
Joan
Por supuesto que voy a volver. Creo que tienen posibilidades. Ya veo que por verema el fado no tiene precisamente muchos "fans" :-) Un abrazo.
Hola compi, veo que sigues descubriéndonos los restaurantes más desconocidos de este entorno.
Yo personalmente no lo conocía, de hecho la cocina portuguesa es una gran desconocida para mí. Sabiendo que está ahí y lo que cocinan quizás me anime a probarlo por curiosidad.
Un abrazote.
O sea que no fue la noche de los aciertos: ni el vino, ni el menú degustación, ... A ver si la carta emociona.
Un abrazo!
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