Comida de cuadrilla, somos un tanto tristes, solo hacemos una al año, elegí este restaurante porque en mi visita anterior nos gusto a Ana y a un servidor.

Descrito ya el local, iremos al tema, quedaron en llamarme para decirme el menú, yo les di un presupuesto en torno a 45€, no me llamaron, yo después de llamarles varias veces para ir quitando gente, al final de veintipico acabamos 12+1 , ya no tenia ganas de volver a molestar , así que , ni yo sabia el menú .

Empezamos con unos espárragos finitos, pero sin hilos, con mayonesa y picadillo de vinagreta, ricos, sin mas.

También un trozo de pastel de cabracho o merluza o que se yo, ya sabéis el típico pudín de pescado, una elaboración bastante clásica.

Unos buenos champiñones en salsa, bien, correctos.

Medallón de pate con px y demás, esto lo probé en la anterior.

A continuación bacalao con piperrada, a algunos nos toco pasado, yo lo mezcle con los pimientos que estaban muy buenos y pa dentro, dos amigos lo dejaron y tuvieron la profesionalidad de sacarles dos trozos más grandes y en un punto de elaboración muy buena, eso tenia que haber hecho yo.

Para acabar un rico trozo de solomillo no muy gordo, pero mas que de sobra, bien marcado y con buen punto interior y rico de sabor.

De postre una tarta, que por la canela, teníamos que haber identificado antes, que si de queso, que si cuajada, al final era de arroz con leche, pelin fría.

Un cafecito y un gintonic, dos chupitos, total 46€, para ser mi zona esta bien, los cafecitos estaban incluidos en el menú, de 40€ y los gin-tonic a 6€ eran de sigran o bifiter, no había mas ginebras.

También estaba incluido el vino, en un principio una botella por cada dos personas, aunque sacamos mas no nos cobraron a parte, el vino malo, muy malo crianza rioja de esos de 3€ la botella, yo pedí un blanco y un rueda nefasto también.

En este apartado ya me di cuenta en la primera visita que no están muy por la labor, y también entiendo que para un menú de ese precio pueda encajar, pero para mi una X.

Respecto al servicio, bien, teniendo en cuenta que solo esta la mujer y propietaria en sala y que tenia dos grupos majos, fue todo bien, en cocina esta el dueño y un ayudante, por lo que es lógico que con este personal, los menús sean un tanto sencillos y clásicos, creo que es la única manera de llevar todo a un ritmo majo.

Yo salí un poco decepcionado, tenia un recuerdo mejor y es que no es lo mismo comer a la carta que un menú, lo se de siempre, pero el resto de la cuadrilla salio contenta y al final para el que organiza, es lo importante.

Nada más leer el comentario de Oscar y dado que andaba yo con dudas sobre donde cenar el viernes pues me dije:. Oscar es de buen comer y si él dice que se come bien, entonces seguro que incluso se come mejor. Yo soy más “blando” y más “fácil” de contentar.
Acompañado nuevamente por mi hijo, que le está cogiendo un gusto a esto de visitar restaurantes que no veas, me acerco a esta calle de muchísimo ambiente “poteador”. No conocía la zona pero que ya no se me escapa.
Me gusta el sitio; acogedor, decoración muy bonita donde se nota perfectamente donde estamos. Mi corazón ha sido, es y será demasiado rojiblanco como para no sentirme bien aquí.
Me estoy haciendo muy mayor y soy de los que prefieren que la comida llegue poco a poco a la mesa, que la cena se alargue, que cuando me siento, con el hambre que uno llega, no tenga delante demasiada oferta y ponerme a comer como un descosido. Por eso hoy, cuando he visto que teníamos tres platos de los entrantes propuestos, me he dicho: uffffff, hoy ceno demasiado rápido. Eso sí, nada más verlo me he pensado que aquí hambre, lo que se dice hambre, no vamos precisamente a pasar.
Una cesta de panes y una de tostaditas acompañan la cena. Yo soy más de pan-pan. No me van las tostadillas. Pero está bien el detalle.
Cecina con pimientos rojos. La cecina de buena calidad. Incluso mi hijo, no demasiado amante de este producto, dice que está genial y se pone las botas. Los pimientos, correctos, sin más.
Un pastel de kabratxo. Cosa que llevaba tiempo sin comer. Mira que se puso de moda hace unos años y aparecía hasta en la sopa. En este caso está cojonudo y además la salsa que lo acompaña me ha sorprendido gratamente. Rica, muy rica. Con un toque especial. He preguntado y algo era ello, lleva mostaza y miel. Pues un acierto.
Unos correctos espárragos que ganan muchísimo con su acompañamiento. De nuevo un toque especial que en este caso no he descubierto, les dan un “algo diferente” a lo de siempre.
No hemos terminado con los entrantes y ahora le llega el turno a un foie con una salsa de frutos rojos y pasas de Corinto. Pues hemos debatido el txikito y yo sobre este plato. Realmente es una manera un tanto distinta de prepararlo pero que lo hace muy apetecible. La “especie de mermelada” es también diferente a lo de siempre y está realmente rica. Este cocinero no trabaja precisamente con “copias” de los demás, creo que tiene su propio estilo, su propia manera de dar un toque distinto a las salsas.
De segundos nos hemos decantado cada cual por su preferencia. Mi hijo por una brocheta de solomillo acompañada de dos maneras distintas de preparar la cebolla. Pochada por un lado y frita por el otro. Ambas muy ricas. La brocheta, como véis en la foto no es de esas de tres trocitos, no, una ración muy generosa de una carne con muy buen punto y de una calidad indiscutible.
Yo he escuchado lo de rabo y lo siento pero…… además con el hueso. Que últimamente le da a todo el mundo por deshuesarlo todo. Aunque como soy tripero, la cantidad de carne es menor pero me encanta disfrutar de esos “caramelos” tan apetitosos. Muy rico y con una salsa estupenda.
El colmo de los colmos de hoy ha sido que “el que no gusta de postres” se ha comido el tiramisú y el helado. Confieso que el tiramisú está rico de ganas, con sabor a café, como debe ser. El helado es más una tarta de esas heladas. Correcta.
Al leer a Oscar lo del tema de vinos, cuando hice la reserva le comenté la posibilidad de cambiar el que proponen por el albariño y sin problemas. Así que la acompañamos por el mismo que él. El Bicos, un correcto albariño. Se bebe con tremenda facilidad y hace que Ioritz disfrute mucho más que su padre. Nos comenta la propietaria que lo más habitual es que todo el mundo pida crianza pero de color negro.  Cada día abundamos más los “raros” y tendréis que ir ampliando el mundo de los blancos, incluso de los blancos “serios”.
Un cafecito da por terminada una cena que ha sido abundante, sorprendente, agradable, de buena calidad y por un precio que me parece muy bueno.
Como casi siempre, jugaré un tanto con alguna nota para encontrar el resultado final que considero justo.
Para ver algunas fotos: http://gastiondo.blogspot.com.es/2015/11/restaurante-kelti-bilbao-pues-oyes-que.html

Si con mi anterior comentario no he podido seguir el orden de mis experiencias, ya que todavía me quedan locales desde agosto, aprovechare para nivelar un poco con este inciso, los estilos de cocina, si el Kimtxu me ha sorprendido con su cocina fusion, divertida y original, no menos grata a sido la visita esta semana a un local de toda la vida, pero que no conocía, con una cocina tradicional o mejor dicho de producto de temporada.

El Kelti es un local que esta en la zona de Zugastinovia, zona de muchos bares y de tradicional poteo, la verdad es que la fachada no hace justicia de lo que en el interior se vive, pero como ya sabemos lo importante es el contenido, y en esto el kelti va servido, solo restaurante , no tiene barra .

Decorado sin extravagancias, pero con consciencia del estilo de cocina que se da, tiene varias mesas, lo único que no se suelen llenar, ¿porque?, por falta de clientes, para nada, estando Ana y yo comiendo, y éramos los únicos a excepción de un grupo de veinte personas que tenían mesa y que todavía no habían llegado, rechazaron un par de reservas para ese mediodía, no nos extraño en todas las mesas de nuestro alrededor ponía el cartelito de reservado
.
Cuando paso un rato y ya fuimos cogiendo confianza, confianza que por cierto te dan tanto ella, en la sala, como el, en la cocina, nos comentaron que solo cogen las reservas de las mesas que pueden atender entre los dos, la gente suele ser asidua, no tiene pagina Web, pero el boca a boca es su mejor marketing, así me entere yo por mi masajista, que un amigo suyo….

Entre semana, a excepción del lunes que descansan, suelen dar un menú del día por 15€, con vino de año y café incluido, os dejo foto para que veáis las opciones, también tienen un menú de 35€ iva incluido, con cuatro entrantes a compartir y un principal, vino también incluido , y luego el fin de semana además de este ultimo menú , tienen una carta , cantada , con producto de temporada , también los viernes para cenar , lo digo por un depredador de la zona , que lo sepas Jon.

Entre semana no dan cenas, creo que hasta el jueves, tiene mucha fama su cocina y sus menús diarios, sin embargo yo no estaba tan informado y como aprovechamos el viernes, Ana tenia libre, para comer, creo que tras ver mi decepción por el tema menú del día, ya os digo que son gente muy agradable y profesional, al final nos sacaron un poco lo que pretendíamos, se agradece esa flexibilidad que a veces no se da en otras casas.

Trasteando un poco por Internet, además de la fama de su menú del día y de su cocina en general, vi que el tema foie, micuit y hongos destacaba, así como pescados y carnes.

La preguntamos por los hongos y como no van a tener, siendo ella Soriana, así que empezamos por un pedazo plataco de boletus y foie, magníficos, nos aconsejo que con este plato y un principal nos valiera, pero no contaba con tragonman y como había oído maravillas de su micuit con salsa de pasas, pues pedimos media y un poco de pastel de cabracho, todo muy rico y casero.

Pedimos como principales, aunque las raciones de los entrantes fueron mas que abundantes, pues eso, para compartir un bacalao al ligero pil-pil, sobre una cama de pimientos, que prepara la madre de el, de Mungia, que simplemente estaban para llevárselos a casa, el bacalao en perfecto punto de sal, la piperrada extraordinaria y cuatro mejillones con su aliñado de vinagreta pimientos, de muy buena calidad y luego un rabo en salsa de vino , con gran sabor , se separaba de los huesos soplando , acompañado con unas cebolletas tiernas con mermelada de aceite , cebolla confitada con vinagre de modena y unas rodajas de tomate pelado , pero tomate , tomate , sabor , también de la zona de Mungia .

Pedí un poco de tarta de tiramisu y de tarta de cuajada, soy de sabores más contundentes, si hay lácteos por medio, para mi gusto muy suave.

En el apartado vinos, solo decir que la calidad y el buen hacer en la cocina y en la sala, compensan la falta de referencias en cuanto al vino se trata, dos o tres tintos riojas y un albariño , un viña costeira y un verdejo corriente , opte por el albariño , Bicos , no lo conocía , estaba rico , 16€ la botella .

El plato de hongos y foie , 30€ iva incluido , sin duda lo valía , el bacalao Bermeo , 20€ , el rabo , 18€ , la media de foie y pasas de corinto , 10€ , el pudín , invitación de la casa , así como los cafés y el chupito de hierbas , postre 5€ , precio final , 102 € , teniendo en cuenta la satisfacción y el buen producto , muy contentos .

Esta pareja tubo restaurante en Soria, el se rodeaba de sifones y demás zarandajas, era parte activa de reuniones, charlas y demás historias gastronomicas, hasta que el ritmo y el stress, le dio un susto y cambio su filosofía de vida y de cocina, no es el primer caso, ni será el ultimo.

Sin duda volveré, cuando tenga amanitas, y por supuesto también a probar su menú diario, por el que es muy famoso, por su buen hacer.

Y a partir de ahora prometo seguir el orden, así que a revisar mis andanzas veraniegas.