Lo que dices no falta a la verdad, pero creo que el restaurante ha ganado en luminosidad pero ha perdido en entrañable, y se ha hecho "parecido" a otros (de los cuadros no hablo porque no se comen). Y hay que alabar la valentía de Toño y José en la aventura que se han embarcado, para los duros tiempos que corren. Lo que pasa, amigo, es que creo que deberíamos "sobreponernos" a la peculiar Guía Roja, de criterios más que discutibles, y hacer de esta página nuestra la verdadera Guía de la Verdad, donde las críticas no huelan a comentario de exposición laudatoria de arte abstracto (las más de las veces con tufillo a pago de favores). Aquí dejo la propuesta. Si hay soles de Repsol, Cucharas, Tenedores o Estrellas, demos "copas" (de las Riedel, las mejores como se publicó en un muy buen trabajo en Verema de 11 de julio de 2012). De una a cuatro. (aprobado, notable, sobresaliente y de matrícula). Y para los malos, que también los hay, demos "chorizos"' hasta tres (malo, peor y pésimo). Chorizo, claro está, en la segunda acepción de nuestro diccionario.