Restaurante Bar Pajarita en Madrid
Restaurante Bar Pajarita
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Vino por copas:
Precio desde:
18,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
23 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
5.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
4.3
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.4
Opiniones de Bar Pajarita
OPINIONES
4

Perdón por la tontería del título. El local se encuentra al otro lado de Fuencarral y no en Malasaña, aunque en algunas guías indican que es uno de los nuevos sitios interesantes para comer en este popular barrio. Al margen de las disquisiciones geográficas el lugar es bastante interesante con propuestas curiosas, originales, quizás un poco batiburrillo de cocina mexicana, asiáticas, etc. tan habitual ultimamente.

Me gustó mucho el pan Bao con ternera, muy rico el pulpo. Muy brillante y original los macarons con cochinita pibil y mole poblano (mejor este último) aunque quizás marque demasiado el dulzor del macaron y no termina de ser un plato sobresaliente pero se aplaude la audacia. Más flojas la coca.

La oferta se compone de pequeños platillos a precios comedidos (4-8 euros) que parece que se ha puesto de moda, y a mí me parece bien porque permite picotear algo a un precio comedido o bien comer abundante a un precio normal. Los precios bajos pueden inducir a error pero permite flexibilizar lo que uno quiere comer y pagar.

En cuanto al vino, totalmente de acuerdo con José. Un lugar así, con una gastronomía cuidada me parece que merece mejor oferta y a un precio más comedido. Sobre todo en cuanto a vinos por copas. Yo bebí cerveza, que tienen Estrella Galicia de barril a buen precio. Además como dice José tienen alguna cerveza artesana, algo que está bien pues combina con esta comida.

En lugar es coqueto y de diseño, aunque algo oscuro para mi gusto.

He comido y, sin dudarlo, volvería ahora mismo a cenar.

Ale venga, ya se pueden ir los de la versión corta.

Pues sí, un bar, así se definen y es lo que es. No es un restaurante. ¿O sí? No sé.

Lo suyo son pequeños bocados, pero ahí hay cocina. Muy refrescante la especie de barquita de pepino con tzatziki, queso y especias. Agradabilísimos baozis de nopal. Muy curiosos (y ricos) los macarons de cochinita pibil y mole. Quizá por debajo el postre de tarta de queso ligero con mousse de agüacate.

Servicio muy amable contándote cada plato y respondiendo alguna pregunta. Y ojocuidao, que hacen ellos mismos los macarons y un lugar en el que hacen sus propios macarons son de respeto infinito+1.

En lo que respecta a la bebida tienen cervezas más allá de las estándar (y más allá de las artesanas estándar), lo cual está bien. También tienen vino. Sigh, de verdad, ¿qué hacemos con esto del vino? Tienen algunos vinos por copas, algunos tintos, blancos, rosados... La mayoría carentes de interés y parece una carta hecha sin pensar en los platos. Una carta de vinos porque hay que tenerla, pero no pensada por y para esa comida. Los precios, pues en el habitual absurdo del x2,5. Una (otra) lástima. Se puede subsanar y hay montones de vinos que irían genial con su comida.

En resumen he comido muy bien, por un precio de lo más apañado y volvería a pies juntillas (pese al asunto del vino ;-) )

Cena en PAJARITA, una casa de comidas moderna, abierta en la calle Apodaca, muy cerca del Mercado de Barceló. Local de tamaño medio, que no puede ser más “hípster”, madera, suelo de baldosa hidráulica, bombillitas de filamento, etc., todo ya visto pero aun así muy mono. Barra, mesas altas y bajas y cocina acristalada. Sábado noche y el restaurante lleno.

Carta a base de tapas de fusión para compartir y comer con las manos, a cual más original. Además también ofrecen un menú degustación, con los platos más representativos de su cocina.

Íbamos sin mucha hambre, pero nos pareció que estaba todo tan bueno que nos fuimos picando y acabamos pidiendo seis platos para dos personas. Nuestra opción fue:

Los famosos huevos divorciados. Bizcocho de clara de huevo acompañado de sus yemas, arroz salvaje, habas, galleta de frijol y de tomate y cristal de albahaca. Se remueve todo y a comer.

Dos “baozis” de cebón: elaborado con pan chino al vapor relleno de carne, con un alioli de chiles secos, que le daban un agradable toque picante.

Dos quekas. Que son unas quesadillas de champiñón en chiplote, con cilantro, pesto de pipas y flor de calabaza.

Sashimi de berenjena. Presentada glaseasa con miel, caldo de ave tostado y compota picante de tomate.

Picanha coqueta. Una especie de tataki de lomo bajo, servido con una compota de frutas tropicales y granitos de granada.

De postre un “papa Francisco”. Un mousse de chocolate negro con bizcocho de cacao.

Todos los platos originales y muy logrados, destacando los huevos divorciados, los “baos” y la picanha.

Carta de vinos breve pero bien escogida a precios muy comedidos. Elegimos un tinto de Toro, Asterisco, servido a su temperatura.

Mesas sin manteles, como menaje un plato por comensal con una pajarita hecha con una servilleta de papel de color negra, entrelazada en unos palillos asiáticos de madera.

Servicio muy correcto a cargo de unas simpatiquísimas camareras. Todo servido a su tiempo y sin esperas. Ricardo, cocinero y uno de los dueños, muy pendiente de que las mesas estuviesen bien atendidas, y explicando los platos.

La minuta del festín no llegó a 50 euros. Nos ha gustado mucho, un sitio bonito, con una cocina muy original y una imbatible relación calidad-precio. Volveremos y lo recomendaremos.

  • sashimi de berenjena

    sashimi de berenjena

  • Huevos divorciados

    Huevos divorciados

  • Baozis de cebón

    Baozis de cebón

Por recomendación de unos conocidos acudimos a este local que ha abierto no hace mucho en una zona bastante animada de Madrid.
Eran las 14:00 y solo había dos mesas ocupadas. El local esta decorado en madera sin barnizar dando el aspecto de cabaña de montaña. Hay 3 espacios, uno a la entrada con mesas altas, uno intermedio con mesas de dos y otro al final con mesas mas grandes. En el centro una barra y al lado la cocina a la vista tras una cristalera. Las mesas están tremendamente juntas y son muy incomodas y pequeñas. Nos asignaron una mesa de dos y afortunadamente para nosotros no se ocuparon las mesas de alrededor hasta casi cuando nos marchábamos porque el espacio era agobiante.

Lo atienden dos chicos que explican cada plato. El trato es amigable y desenfadado lo que a mi personalmente no me parece totalmente correcto… pero bueno, es una opinión.

Nos entregó las cartas donde vienen los platos y una corta lista de vinos al final. Nos decidimos por un vino de Toro llamado Incredulo que era el mas caro de la carta a 15 €. El camarero nos alabó la elección y el vino pero la verdad es que no nos entusiasmó. Tenia un marcado aroma a sulfuroso que desapareció con el tiempo pero resultó un vino con poco cuerpo y poca expresividad.

En cuanto a la cocina se anuncian como cocina fusión y asi lo demuestran los platos donde hay sabores de casi todo el mundo.
Tienen un menú a 32 € sin bebida llamado Armonias donde se ofrecen varios platos de la carta . Les pedimos si era posible omitir el postre y que pusieran un plato salado pero no accedieron por lo que nosotros pedimos a la carta lo siguiente:
*coca guanajuatense: una especie de masa horneada de maíz a modo de coca con diferentes elementos que no pude identificar: rico
*Padron poppers: pimientos de padrón rellenos de crema de mejillón: curiosos
* Bombitas de camaron: versión de la causa peruana con camarones. No lo pudimos comer. Nos resultó de un sabor desagradable como a colonia. Asi se lo hicimos saber y no se lo explicaban pero parece ser que el sabor es ese y nuestro paladar no lo apreció.
* Huevos divorciados: lo mejor: 2 yemas de huevo a baja temepratura sobre un crujiente de algo ( no recuerdo que) y donde la clara se presenta inflada como si fuera el pan y se revuelve todo. Muy bueno y original
* Quekas: tortitas tipo arepas con flor de calabaza. Muy buenas
*Macarons mejicanos: Macaron dulce francés donde el relleno es de mole poblano y otro de cochinita pibil. Se presentan sobre un alioli muy rico. Orginal y bueno
* Lomo bajo gallego con granada. Unos trozos de carne en filetitos y sobre ellos una salsa y unos granos de granda. Insulso. No me gustó la composición ni el sabor del plato

No tomamos postre ni café.
La cuenta: 52 ,5 € para los dos resulta comedida y quizá este punto lo haga mas atractivo.
En resumen es una propuesta divertida a precios razonables pero nada mas.

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