Local muy agradable. Servicio muy desigual. Tuvimos que pedir hasta una 3a referencia de vino porque las 2 primeras no las tenían. Tienes que pedir cambio de copas para el vino. Un mal día?, quizás sí, pero el servicio y el control en las referencias del vino es claramente el punto débil (cuesta poco revisar el inventario de vinos, y simplemente tacharlos a lápiz en la carta si no los tienen). Los 2 sorbetes servidos (muy buenos, por cierto) estuvieron a punto de caer sobre la mesa al ser servidos con notable falta de percicia. Comida correcta, sin más. Raciones muy escasas. El postre de chocolate muy simple. Al final nos fuimos sin ganas de ver el comedor-bodega que tienen abajo. Si cuidan los detalles del servicio, es un local a tener en cuenta. Tardaré en volver.

No ha sido nuestra primera visita... y sin duda, no será la última. Trato excelente. El responsable de la sala (que por lo que veo en los demás comentarios, se llama Carles) sabe cuidar y mimar, siempre con absoluto respeto y la suficiente distancia, al cliente. Buena (suficiente) carta de vinos, con precios más que correctos. Vajilla y cristalería correctas. Sirven los caldos a la temperatura adecuada y cambian copas correctamente (al menos, ésa es nuestra experiencia, aunque siempre somos atendidos por el jefe de sala). En cuanto a la comida, es suficientemente creativa y sin subterfugios: en todo momento ves y sabes lo que comes, con los puntos de cocción bastante correctos. Recomendable el menú degustación, donde siempre están dispuestos a cambiar algún plato si no es de tu gusto el que proponen. Excelente relación calidad/precio: unos 60-70€ (armagnac incluido)

Lugar terriblemente acogedor. Da gusto poder disfrutar de un entorno y un trato (Carles), tan agradable sin prisas, y con atenciones respecto al menu y al vino, sin atosigar. Cenamos el menu degustación (3 aperitivos, 2 primeros, 2 segundos, y 2 postres), con comentarios de los mismos y la posibilidad de variar alguno de ellos. El Risoto de ceps, sin desperdicio, al igual que el turbó con judias y reducción de oporto... mmm. El café nos lo tomamos en el "santuario" del local, situado en la bodega del local y rodeado de primeras espadas de la enología, dispuesto para poder cenar 4 personas. Tomé un Priorat "Terrasas 2002" de Alvaro Palacios (de muerte...), y salió por 60 euros/cabeza. Sin duda volveré las veces que mi cuerpo lo demande...

Cenamos 4 personas en la mesa redonda al lado de la cocina. La sala bien acondicionada y muy acogedora, sobretodo por el trato del responsable de sala que estuvo en todo momento por nuestras dudas y corregiendo los errores de su camarero. Tomemos un legaris crianza del 01, copas correctas. Comimos un steak tartar muy bueno, recomendable. 60€ por prsona. Vale la pena.

Estoy de acuerdo con Roger en algunos puntos. Servicio del vino muy correcto,pedimos un Palacio de Bornos, los platos bien elaborados y buena materia prima, pedimos dos entrantes para compartir, foie y atún, muy bueno, un steak tartar y foie, un postre recomendado por el jefe de sala, coulan de chocolate y ahí estuvo el gran fallo, se les pasó de cocción, no estaba liquido por dentro, nos preguntaron si queríamos cambiarlo, por educación dijimos que no( no tenían que haber preguntado, tenían que haberlo retirado inmediatamente) salió el cocinero y nos preguntó de nuevo, vió que el postre estaba mal, nos dejamos la mitad, y nos lo cobraron. Un restaurante que pretende estar a un nivel no puede permitirse estas cosas!Me quedé un poquito triste.Precio 50€ por persona con el vino inc.

Lugar tremendamente acogedor. Hablo de una sala que tienen con un pasadizo hacia la bodega. Mesa para cuatro personas , tranquila, con un entorno fenomenal y temperatura muy agradable. Comida en su perfecto punto y material de calidad. Trato del vino, cristaleria etc impecable. El trato de Carles, responsable de sala hace que todo el escenario mejore aun mas si cabe. Precio muy justo por la calidad y el trato. Repetire sin duda alguna y en muchas ocasiones.

Me ha encantado.
Comida buena, con calidad, para disfrutar de una comida de verdad, sin subterfugios en el plato.
Además el vino lo tratan de maravilla, buenas copas, buen servicio y buena temperatura.
El servicio en sala profesional. Buena cadencia entre cocina y sala, tempos perfectos entre plato y plato.
Repetiré, ya que además no se dispara de precio (35€ por cabeza, más vino)

Restaurante bonito, pero que según mi experiencia allí no está a la altura de los de su precio.
El menú degustación estaba bien, pero un poco falto de imaginación. Un mousse de foie excelente fué lo mejor de la cena. A lo mejor tuve mala suerte... pero no me inspiró como me ha pasado en otros restaurantes del mismo tipo.
El servicio fué correcto aunque un pelín frio.
El tema vino estaba bien cuidado, con una carta correcta sin ser ninguna biblia y unos precios muy aceptables. Eso sí, tuvimos que pedir "otras" copas ya que nos iban a servir un Roda II en las mismas copas que el agua. Nos las trajeron sin dudar.
En definitiva, un buen restaurante según con cuales lo compares, pero menos inspirado que otros de su "filosofía" y precio (OT, Comerç 24, Les Cols,...).

Los comentarios de MA, son un fiel reflejo de lo que allí vivimos. Un fantástico sitio.

Seguía un risotto de hongos y una ensalada de langostino con compota de pera como primeros. Los platos fuertes eran pescado y carne, Choche cambió pescado por otra carne, un sorprendente solomillo de venado, y para nosotros Dento sobre crema de patata con aceite de trufa y una trufa, era la primera vez que lo probaba y estaba delicioso, la carne se elegía entre cordero y solomillo de ternera. Los postres, tomamos la especialidad de la casa: fresas flambeadas y un segundo, flan de queso. Conclusión, todo un lujo de sabores y una experiencia inolvidable. Ya que los vinos que se tomaron se han mencionado en el foro (Cervoles 99,
Mas la Plana 97 y Champagne Delamote brut Blanc de Blancs 95), añadir que el servicio del vino, inmejorable, buenas copas, perfecta temperatura... Enhorabuena a Marc Palou y a su equipo, no hay palabras para describir la atención que recibimos y lo bien que lo pasamos.