Buscando un sitio para cenar, sin referencia alguna y con la presión de la lluvia que caía esa noche en Stavanger vimos este aparente y abarrotado restaurante pensando, ingenuamente, que por ello sería una buena opción.
Decoración trabajada, con múltiples referencias al mundo viajero y en concreto a la obra de Julio Verne. Como es muy habitual por estos lares, madera en tonos oscuros por todos sitios. Ambiente confortable con iluminación tenue. Esperamos tomando una cerveza en la barra hasta obtener mesa al cabo de unos 20 minutos.
Carta con platos de diferentes puntos geográficos de todo el mundo pero centrada fundamentalmente en la más conocida de los Estados Unidos. Pedimos todo para compartir al centro:
Jungle Fever. Definida en carta como una “explosión de sabores picantes y exóticos” llegaron a la mesa tres vieiras a la plancha con trocitos de piña y jengibre confitado bañadas en una salsa de naranja. No casaba la combinación de predominio dulzón que se apoderaba del posible sabor de la vieira. Fogueo.
Beggars Banquet. Advertía en este caso la carta que era “solo para aquellos con un gran apetito”. Al servirlo vimos que no era para tanto. Plato combinado tipo fuente consistente en Costillas y Pollo con Salsa Barbacoa de alto sabor ahumado, Ensalada de Col, un trozo de Mazorca y Patatas. Plano en su elaboración y apático en boca. Desdén.
Para beber, dos cervezas Hansa de barril de 0.4 l, típica medida de la zona.
Servicio joven, atento y dispuesto.
En resumen, no salimos nada convencidos de esta empresa con atractivo envoltorio pero con una cocina más vulgar que otra cosa, a pesar de manejar un producto correcto al que no supieron sacarle partido. Siempre nos quedará la lluvia para echarle la culpa.
Jungle Fever
Beggars Banquet
No sabemos lo que tenemos en casa... bueno sí, je, je, je!
Si es que como en casa nada de nada. De vez en cuando es bueno salir para darnos cuenta de lo que tenemos aquí.
Saludos.
por 37 euros por persona en la capital del crudo yo no diria que la calidad precio fuera tan mala je-je.... considerando que la cerveza se llevaria casi un tercio de la "dolorosa" (o mas).
Es muy dificil comer bien en ese pais, de hecho, no saben tratar ni sus propios productos. Lo del pescado es casi para llorar :(.
AL menos disfrutarias del viaje y de los paisajes dramaticos de esa zona de noruega!.
No, no. A mi ya no me hace falta salir más para tenerlo claro.
Un saludo!
Si... Comer en Noruega pasa más por ir a restaurantes de comida asiatica o centroasiatica... Hay bastante variedad de sitios para comer sushis y asimilados bastante buenos, atun, ballena, fletan, salmon etc, comida arabe (bueno, paki, afghana...), asiatica variada... pero aun así sigue "doliendo" pagarlo. Curiosamente no llegue a conocer ningun restaurante nepalí en Oslo, pese a existir una comunidad grande de inmigrantes de dicho pais en dicha ciudad, y es una comida rica (muy especiada, pero demasiado herbivora jaja)
Es cierto. Me llamó la atención la cantidad de locales de cocina del sudeste asiático, sobre todo, además de los que comentas.
Al final, la mejor experiencia del viaje en este aspecto, resultó en los puestecillos del mercado de pescado de Bergen, donde un chaval de Lleida nos puso unos platazos de escándalo... y a buen precio ;-)
Un saludo
Yo apenas visité el mercado de bergen (mi chica de entonces era del plan "save the whales"...) por lo que me tocó pasar rápido entre las lineas de puestos. De todos modos casi todo lo que vi a la venta ya lo habia comido en mi casa. Me alegro que te gustara el mercado, debe vivir basicamente de los turistas (los noruegos van al kiwi con el coche y alli llenan el maletero de congelados... ja ja) con lo que es bueno que os traten bien. Es cierto que hay mucho paisano en Bergen (bueno, en la costa oeste en general, tambien en Tromso e imagino que en Stavanger), casi parece que los mandasen en Barcos. En Oslo hay bastante menos, al menos, yo he conocido casi mas Españoles en un par de visitas a Bergen que en Oslo, donde he vivido por años.
Probaste el Rakfisk?.
Hay una parte de la gastronomia noruega que si merece mas la pena, que es la caza. El problema es que salvo reno y alce (y el corzo, pero este no es raro en España), las demas especies son muy dificiles de conseguir y/o caras, y no se suelen ofertar en restaurantes standar. Pero hay muchos galliformes que se cazan en temporada (mmm, el grevol...), asi como otras especies de aves o incluso especies que no nos pasarian por la cabeza facilmente, como carne de castor (que no fui capaz de conseguir) . Suelen hacerlas con salsas oscuras y algunas con la salsa esa de ¿arandanos rojos? (no son muy elaborados), y realmente necesitan de algo de innovacion en la cocina. No es por tanto, a destacar por las elaboraciones, sino por los productos.
saludos
Tienes toda la razón. Casi el 100% de clientes que estábamos allí éramos turistas... pero resultó la experiencia más buena que tuvimos sentados en la mesa durante el viaje.
No tuvimos la suerte de probar el rakfisk y la sensación con la que me quedé es la que comentas, tienen muy buenos productos pero "pinchan" en la elaboración y confección del plato estandarizando todas las presentaciones. Podrían sacar mucho más partido a esto y transformarlo en un atractivo más para el turista aunque creo que como ellos juegan en otra liga económica el impacto de esto no sería significativo por lo que no están interesados.
Un saludo!
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