Acudí, a este restaurante tras leer una valoración de Joan Tomas, que la verdad tuvo más suerte que la que viví en la mesa.

Paso a comentar lo degustado y posteriormente dire lo que pienso de ello

* 1 Salpicón de Marisco 36€

* 1/2 rejos peludin  7.70€

* 1 Vieiras pequeñas 10 unidades 21€

* 1 Almejas sartén 28.60€ no las cobraron luego explico

* 1 Albóndigas pulpo 16.5€

* 2 pan 3.20 €

* 1 postre 7€

* 2 café 4€

* 1 Pago Carraovejas crianza 42

Paso a relatar lo vivido en la mesa, pregunte que llevaba el salpicón con Bogavante a un camarero y a la persona que ejercía de jefa de sala que llevaba y me dijeron langostinos y bogavante asimismo pregunte que si el plato estaba equilibrado y me dijeron que si.

Bueno no se lo que se entiende por equilibrio 80/20 o 85/15 es lo que vi una docena de langostinos más o menos y cuatro trozos y pequeños sueltos de bogavante.

Eso no es un salpicón con bogavante sino un engaño en el nombre y 36€ pues.......... en mi caso no quería comer langostinos la vinagreta.

Los rejos exceso de fritura, exceso de harina, totalmente deshidratados, no voy a decir parecía una mojama, pero las frituras de este producto en Cantabria suelen estar bien cuidadas.

Las vieiras correctas excepto por lo que comentare al final.

Las albóndigas de pulpo podían saber a cualquier cosa menos a pulpo, primera vez que las cómo y viendo lo anterior no voy a juzgar como las pueden preparar en otro sitio.

Almejas sartén que no cobraron dije que estaban muy saladas a lo cual me respondieron no las echan sal y no me las cobraron.

Todos los platos tenían exceso de sal menos el postre y los rejos que estaban mas bien sosos, soy una persona que me encantan las comidas sabrositas de sal, pero en este caso estaban saladas sin estar en salmuera.

Experiencia desastrosa en la cual no disfrute en ningún momento de los platos degustados excepto el postre.

Perfecta atención en sala, restaurante para no recomendar o tuve muy mala suerte, hace bastante tiempo que no comía de esta manera.

No me quejo del producto sino de la manera de tratarlo en cocina.

Hubiera preferida que me hubieran cobrado todo y haber disfrutado, porque la verdad si tuvieran que haber cobrado lo bien elaborado, pues el postre el vino que viene embotellado, cafés y la copa que tampoco cobraron.

No me quejo de los precios si de ESTA COCINA

La Mulata es un restaurante situado en el barrio de Puertochico en Santander, a pocos metros de un parking subterráneo, donde aparcar el coche. Su nombre es un homenaje a uno de los pocos cangrejos no comestibles de la bahía. Su cocina está basada en los productos del mar. Está recomendado por la guia Michelin.

Fuimos a cenar el 23 de agosto. Al entrar al restaurante, te encuentras un expositor con los pescados y mariscos del día, antes de entrar en el comedor en el que nos ubicaron. La sala era grande y luminosa con predominio de los colores azul marino y blanco, y con una decoración mas bien minimalista. Mesas grandes, bien separadas las unas de las otras y bien vestidas, con manteles y cubertería y vajilla contemporáneas y buenas copas. Sillones confortables.

La responsable de la sala, nos acompañó a la que iba a ser nuestra mesa, junto a una ventana, tal como precisé en mi reserva. El servicio de sala fue bueno, amable, y profesional. El servicio del vino fue también bueno, se ciño al descorche, primera cata y algún que otro llenado de copas. Tienen una carta de vinos de algo menos de 100 referencias.

Tras hablar con la jefa de sala y transmitirle lo que deseábamos para cenar paso pues a describir nuestra experiencia.

Compartimos toda la cena:

Entrantes

Lubina marinada. Muy rica

Revuelto de txangurro y langostinos, acompañado de unas patatas risoladas. Diferente al txangurro clásico pero nos gustó.

Plato principal

Bogavante del Cantábrico a la plancha (1,100 Kg) En las fotos podréis ver la presentación del crustáceo vivo y su emplatado (1/2 bogavante para cada comensal). Ambos lo preferimos a la brasa, pero a la plancha también está muy bueno.

Buen pan para acompañar la cena.

De postre compartimos un Helado casero, muy refrescante, que nos gustó,  pero no recuerdo de que era.

Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de vino blanco Lar de Ricobao DO Ribeira Sacra 2020. Lar de Ricobao (Quiroga-Lugo) Cepajes : Godello, Branco lexitimio, Treixadura. Vendimia manual. "La uva se despalilla y macera en frío entre 6 y 8ºC durante 24-36 horas. Sangrado de mosto flor, leve prensado de la pasta y desfangado durante 30 horas. Posterior fermentación a entre 12-24ºC durante 15 días y reposo en depósito junto a sus lías". Vino de color amarillo pálido, fácil de beber, untuoso y bien estructurado, con buena acidez  y largo en boca. Nos gustó, acompañó bien la cena.

Finalizamos con dos buenos cafés.

La cuenta ascendió a 82,10 €/persona. Buena RCP. Cenamos bien, buen producto y bien cocinado. He visto que había dos comentarios en Verema sobre este restaurante del 2014 y del 2015 muy negativos, celebro que nuestra experiencia siete años después haya sido muy diferente. Si se presenta la ocasión volveremos.

No sé por qué este restaurante cuenta con tan buena fama. Diré a su favor que está muy ambientado a la hora de los vinos, sobre todo en verano y en la terraza. Buena opción para picar algo en la barra o para tomar un vino antes de acercarte a los restaurantes de Tetuán a cenar como Dios manda.
Buena oferta en carta de pescados y mariscos que luego no resultan gran cosa en el plato. Lo mejor, el arroz con bogavante, a este último que sólo probé una vez sí le pongo buena nota.

... Pasado fue mejor.

No hay mejor cosa en esta vida que ir a un sitio de producto con alguien que vende dicho producto. Mí acompañante regenta una pescadería, asi que sabemos que comemos.

Llegamos a la hora acordada. Al pasar por el expositor de la entrada me comenta, ¿Has visto los ojos de los besugos? Ya se que no vamos a comer.

Había antojo de marisco, por lo tanto que compartimos lo siguiente:

- Una docena de ostras, a 3€ la unidad. Sin más.
- 8 Gambas rojas. Vendidas como gambón. Sin comentarios.
- 2 Carabineros. Sin más.
- Maganos encebollados. Pregunte sí podrían ser a la plancha, se lo pensó la dueña y dijo que no. Cuando nos lo sacaron deducimos el porqué. Destrozar un manjar de este calibre así no tiene nombre. Una docena.

Aunque nos habían ofrecido besugos, rape, mero, lubina a la sal, etc. Pasamos de todo viendo como estaban en el expositor. Ibamos con idea de meternos un bogavanteo ó langosta por el pecho, pero a nosotros eso "del país" nos suena tan bien que no lo pedimos.

Pedimos dos postres, realizado en casa. "Espero que el helado seac asero, como en la solana"; "sigue soñando la dije yo". Mí tarta de queso, diferente, aceptable.

Finiquitamos el "festín" con dos cafes. Infumables. Lo arreglamos en Cafe Pombo de camino al Parking del Ayuntamiento.

¿Para beber? Ambos debiamos conducir. Agua. Pregunte a la dueña sí había posibilidad de cava o champagne por copa, respuesta afirmativa. Bien para nosotros pense yo, grata sorpresa cuando nos trae la botella de cava más rancio de la vida de barra. Creo que dimos dos sorbos.

Por todo ello, casi 140€. Un clasico, que eso, se quedo en clasico.