El local es donde estaba antes Il Ritrovo. Anoche precisamente yo estuve enfrente, en El Rodamon. De haberlo sabido, habíamos podido quedar a tomar algo después de cenar.
Local desahogado y diáfano decorado y amueblado con estilo escandinavo, bien iluminado y agradable. Además de las maderas claras, destaca el suelo de cemento pulido y un sencillo botellero de forjado al fondo que rompe con los marrones.
Música de ambiente perfecta de volumen y selección que junto con la citada decoración crea una atmósfera muy “guapa”.
Cocina vegetariana mediterránea con influencias asiáticas. Hemos tomado, todo al centro, compartiendo los entrantes entre cuatro y los principales entre dos:
• Croqueta de gorgonzola, praliné de cacahuetes y lima.
• Coca de boniato, calabacín, pesto y anacardos fritos.
• Curry de coco y mango con arroz aromático.
• Enrollado de milhojas de berenjena con queso scamorza, tomate seco y tapenade.
• Pasta thai con shiitake, cilantro y salsa chili picante.
• Kebap de soja especiada, lombarda, queso y salsa de yogur vegana, acompañada de cous cous con fruta y menta.
• Macedonia de temporada con granizado de coco.
• Milhojas de café con sorbete de horchata.
Pues muy a gusto, todos los platos agradables, bien concebidos, sacando petróleo de los vegetales. En general se trata de una cocina especiada pero con mucha moderación, logrando sabores tamizados. La suavidad impera, no sé si por congruencia con el concepto vegetariano, yo lo cierto es que agradecería un poco más de “mambo”.
Tienen una amplia carta de cervezas artesanas y otra más comedida de vino, pero hay cositas, incluso dos vinos blancos y dos tintos por copas, lástima que los dos blancos sean o verdejo o verdejo y los tintos Utiel-Requena o Utiel-Requena… He bebido una cerveza de trigo de aperitivo, L'Ombria Blat y dos copitas de tinto, una de Rebel.lia Ecológico 2012 y otra de Malcriat 2011, que me han traído a mesa ya servidos en la copa... Mejorable este aspecto.
Se palpa buen gusto en la propiedad, en cocina y en el servicio.
El local es donde estaba antes Il Ritrovo. Anoche precisamente yo estuve enfrente, en El Rodamon. De haberlo sabido, habíamos podido quedar a tomar algo después de cenar.
Sí! Ese es.
Pues sí, hubiera sido un placer (pero estuve comiendo jaja)
Un abrazo
Finca Caraballas lo caté en el Encuentro Verema de Valencia y me gustó, un verdejo de corte "auténtico".
De acuerdo totalmente contigo, un verdejo de los de antes.
Saludos.
Si estuvo, cuando coincidimos en Valladolid,le pregunte por ti(eres de los que no pasamos desapercibidos)y me dijo no haberte visto y te conoce.
¿Estuviste tu?
En el Encuentro?
Claro!
Pero esa Esmeralda es la académica?
Si. Es academica de mi hornada.
En Soria, te la presentamos y estuvimos tu y yo hablando con ella de vinos, tras el pesaje de las trufas.
Aqui tienes la entrada de su blog.
Jopé, si lo llego a saber le hubiera hecho una visita!
Cada comentario que cuelgas me sorprendes más Aurelio ... Mira que te adaptas a todo ;-)
Pues tío, has dado en el calvo: te comentaré sin humildad alguna que si me preguntaran por una virtud mía, sin falsa modestia, diría que es la capacidad de adaptación que a mi juicio va unida a la búsqueda de nuevos horizontes.
Y por un defecto, diría que la infidelidad (hablo de gastronomía todo el rato, ¿eh?)
Jajaja
Un abrazo
Pues me parece una gran virtud. A mí me cuesta bastante adaptarme a lo que no me hace mucha gracia a priori.
Tenía claro que hablabas de la infidelidad gastronómica ;-)
Un abrazo!
Es que ahí tenéis tan buen producto que buscar cosas nuevas cuesta...
;-)
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