La expectativa no era otra, y resulta que me he encontré con un desfile de platitos que hicieron ponerme en guardia. Cosas muy ricas salían con buena celeridad, y claro, ¿la carne existe, llegaré...?
Me descubro ante el control de la persona que lleva el tema. Un tipo llamado Salva, que interpreta el descanso del guerrero, está de vuelta, como un sueño cumplido de hacer lo que quiera sin corset alguno. Vamos, que te saca lo que le sale de los cojones. Ahora bien, qué difícil sería rechazar su oferta, porque además te la vende muy bien.
Describir el local es absurdo si vas en verano, pues está vacío por dentro y se cena fuera, en un callejón que gracias al buen montaje de las mesas y las velas bien repartidas, consigue que acabes llamándole terraza.
Todo de notable de carrasca, como decía un profe mío, hasta llegar a una carne de sobresaliente.
Eliges entre dos menús. Uno de 25 €. que incluye una botella de vino para dos entre los que te da a elegir, no hay carta alguna, y otro de 40 €. con champagne Veuve Clicquot. Siendo cuatro, la solución... ¡mézclalos!
Salen los platos y las explicaciones de los mismos, unas veces por iniciativa y otras ante nuestras preguntas, eran versadas.
-Jamón de Todolella con queso de pastor. Tapita inicial. El queso me pasó sin pena ni gloria, pero el jamón tenía una estupenda curación y el sabor era una antesala a la cecina. Cosa que entiendes más cuando te explica que los jamones del cerdo son de 25 kilos. Esos perniles del Maestrazgo.
-Titaina del cabanyal. Templadita y con sabor, lo que toca.
-Gazpacho de frutos rojos con berberechos y cola de gamba. Qué gran combinación. Frescor de fruta y de mar.
-Chupito de foie, mango y crocanti de almendra. Dice que lo tenía por ahí y que lo sacó. Pues gracias, otro punto.
-Tomate del Perelló con burrata. Este que es el que creía yo que se habría sacado de la manga parece ser uno de los habituales. Pudiera ser el más prescindible por aquello de ser fijo en casa de uno, pero p'adentro con la dieta mediterránea.
-Souflé de marisco. Muy bueno, recordando a elaboraciones caseras.
-Pulpo sobre puré. Buen tamaño de la pata, cortado con el grosor adecuado para el montaje del plato, textura tersa y sabor potenciado por un puré delicioso.
-Calamar plancha sobre mahonesa. Como el calamar esté tierno y el toque de plancha sea el justo, siempre es una delicia comer esto. Es el sabor nuestro por excelencia.
-Mini burguer de Kobe y canelón de pollo de corral con foie. Potente y jugosa hamburguesa, y crujiente el canelón en el que a mi juicio imperaba demasiado el sabor del hígado. Mejor la hambur.
Y los vinos iban cayendo...
Veuve Clicquot brut y Adolfo de las Heras tinto de autor 2009. Hasta que con la irrupción de la carne ¡por fin! hubo que tirar de un extra, Chafandín 2008, en perfecto momento.
Y aquí llega la ansiada carne:
-Entrecot gallego y Chuleta vasca. El comentario tiene que ir junto, porque la comparación y el debate era constante. De sabor el entrecot, de textura la chuleta, que si la grasa de una, de la otra... Brutales, y eso que en otra de esas explicaciones de Salva y ante la provocación "aureliana", nos dice encima que aún le faltaba un punto de maduración. Me quería morir.
Queda pendiente una cata de distintas piezas, cojo el guante.
Junto a dicha carne, y servido a parte, un plato de pimientos del piquillo practicamente caramelizados.
Postres... ¡Ah, si! eso a lo que hubo que hacerle hueco... Pues menos mal que tuvo el detalle de sacarnos, invitación de la casa, un Heiden riesling spätlese 2010, de sorprendente finura y frescura, un atisbo de petróleo si acaso.
Una bandeja surtida entre los que había una tarta doble chocolate, gianduja Piamonte, tarta de limón, tatín de melocotón y tatín de piña. Mención de honor a los dos últimos.
Sensación plena por la atención y calidad de un producto que además cuenta con una relación calidad precio excelente.
Una velada fantástica en la que sin duda tuvieron mucho que ver Teresa y Aurelio.
¿Y ahora cuándo viene la otra carne, Isa?
Como siempre disfruto mucho leyendo crónicas tan personales como la tuya. Un placer catar esas letras ;-)
Un abrazo Otilio
Una duda: ¿los dos menús se componían de los mismos platos? ¿Sólo cambiaba el vino por el champagne?
Otra cosa: lánzame el guante, anda!
Muy buena crónica de lo allá acontecido, Oti, que bien "lo pasemos" sí señor.
Salva es un auténtico crack. Para mi El Zulo es ese sitio al que te pide siempre el cuerpo ir y tienes que esforzarte para ir a otro, me siento a gusto y ceno o como siempre como Dios.
Isa no lee Verema ¿verdad? ¡Gallito!
XXXD
Un sitio magnífico que me falta en mi lista de conocimiento. Ahora en época estival da cenas y en invierno comidas ¿es así?
Buena crónica de una buena comida.
Saludos
No lo dudo pese a la pinta de escuchimazao que tienes. Jajaja...
Un abrazo.
Todo me lo llevo al terreno personal, así que cuidao cómo me miras. Jeje...
Un abrazo, Javi.
Y repite, pero eso ya es un problema mío.
Un saludo, gran jefe.
Hola, Toni, creo que el de Veuve Clicquot es más largo según dijo, o así lo entendí yo. Igual intercala algún plato más.
El guante te lo lanzo a la cara si quieres, para que así te comprometas aún más, pero tu presi maneja los hilos.
Un saludote.
Jajaja!!!! si que lee mis comentarios de restaurantes, y más si ella ha asistido. Pero cuenta ya con mi estilo, lo comparta o no.
Abrazos.
Pues creo que no discrimina, que se puede ir en invierno a cenar igualmente. Eso si, dentro. Pero si Aurelio cree oportuno aclarar esto mejor, al fin y al cabo él duerme allí, macho.
Te recomiendo que vayas, que tu eres tripero.
Un saludo.
Si a mi me dicen que la chuleta es vasca, me lo tengo que creer, y más de un experto como este. Estaba cojonuda, y como allí sois la hostia con esto de la carne, pues eso, que me lo creo. La carne se la maduran en San Sebastián, de eso sí me acuerdo. Estaría bien que entrara el propio Salva y lo confirmara.
Un saludote.
Y la carne llegó.
Pregunto Aurelio en que fase lunar se habia sacrificado el animal.
Jeje... no, porque se temía que hubiese respuesta. Ese tío controla un huevo.
Un abrazo
Yo te digo que a diario veo cabezas de vacuno suficientes para dar de comer a unos cuantos. Por aquí comemos mucha carne "de casa". El censo agrario al que tengo acceso dice que había hace unos pocos años unas 150.000 cabezas de bovino tan solo en la Comunidad Autónoma. Así que algo de "carne vasca" sí que hay por aquí. Diga lo que diga el de Santutxu. Como ejemplo una foto de presente y futuro.
Efectivamente, en verano solo da cenas. En invierno, tanto comidas como cenas.
Saludos
Mira! Hay una sola cosa en la que no convergemos: el canalón de pollo de corral. Precisamente a mi me entusiasmó por estar hecho de una especie de hojaldre y... por su marcado sabor a higadillos (no a foie). Y la hamburguesa de Kobe, pues no me dice mucho!
En toooodo lo demás, suscribo plenamente tu valoración, ingeniosa como corresponde al Pequeño Quevedo de Verema.
;-)
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