No soy conocedor ni bebedor habitual de whisky, pero esto es otra cosa. Formidables aromas ahumados, turba, yodo, algas. Sabor larguísimo y muy intenso. Para saborearlo muy lentamente, a pequeños sorbos. Lo conservo en lugar fresco y lo prefiero con un poco (una cucharadita) de agua fresca (de Escocia). Para mi es todavía mejor así.

Para mi tambien mejor que el 16 de largo.

Se trata de un whisky embotellado directamente de la barrica, sin filtrar, y que por lo tanto nos vamos a encontrar con una graducación alcohólica cercana al 60% y con un licor nada limpio.

Pero cuando lo acercas a la nariz ya te empiezas a imaginar lo que viene detrás, y lo que viene es mejor. Al fin y al cabo en nariz en un típico Islay con los aromas de yodo y ahumados de turba para maltear la cebada, que cuando llega a la boca se trasforma en un ataque potente, redondo, salino y nada alcoholico, entre medicinal y espiritual porque nunca, repito, nunca acaba. Es largísimo y tiempo despues de haber terminado la consumición, el aroma sigué ahí.

Yo le añado un poquitín de agua fria o un pequeño cubito de hielo que me hago de mineral. Siempre lo tomo sin prisa. Es una de esas cosas buenas de la vida.

Tiene un color amarillo pálido. En nariz es salino y muy turboso, algo de melón de cantalupo maduro y yodo y humo. Mucho humo y ceniza. En boca es muy ahumado, con toques yodados y de fina madera (cedro). Largo, muy largoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo