Color ambarino.
Nariz elegante y potente con aromas de turba, praliné, orejones, chimenea apagada, humo y frutos secos.
En boca tiene una punto dulce de azúcar tostado perfectamente equilibrado por la madera, los frutos secos y esa sensación casi balsámica que llena la boca.
Un Islay con carácter, personalidad y una potencia excelente.
Maridado con una mozzarella affumicata y un tomate valenciano. Excelente combinación.
Ronda los 50€ pero merece la pena teniendo en cuenta la excelente calidad, personalidad y el tiempo que dura.
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