El hotel ubicado en un edificio del siglo XIX en el centro histórico de Oporto, al lado mismo de la Avenida de los Aliados.
La estación de tren de Sao Bento se encuentra a unos 300 metros y conecta con Braga, Guimaraes y Coimbra. Tiene varias paradas de metro muy cercanas. Desde el Aeropuerto media hora en metro hasta la estación de Trindade y de ahí 15 minutos bajando hasta el hotel.
Nos dieron una habitación triple muy tranquila. Tanto el mobiliario como el baño necesitan una renovación(difícil con la crisis que hay en el país vecino). No disponen de mini-bar y algunas tampoco tienen caja fuerte pero puedes usar gratuitamente la de recepción, por contra la limpieza de las mismas buena. Dispone de Wi-fi gratuito, bar (24h) y el Restaurante O Almada que no probamos.
El desayuno buffé incluido en el precio de la habitación (60e) muy justito. Mejor el dulce que el salado. No había nada caliente (bacon, huevos revueltos, salchichas), yo no lo eché de menos. El zumo de naranja y el café mejor tomarlo fuera en la terraza de la cafetería Alíados. Por 1.20e todos los días tomabamos un pingo (cortado) y un pastel de nata buenísimos.
La zona del hotel dispone de buenos restaurantes y cafeterías. Una de las calles de moda (Rua Galería de París) esta a 5 minutos con dos o tres locales con muy buena pinta, además de un wine bar.
La atención del personal de recepción lo mejor: Ana y Daniel jovenes con ganas de informarte y agradar, super amables, además de solucionar cualquier problema (pudimos llamar desde el teléfono de recepción) y hacernos una reserva para el restaurante Terra en Foz. Oliveira el subdirector también muy agradable.
Resumiendo hotelito correcto para bolsillos apretados como el mío, muy céntrico (lo primero que busco) y que sin duda repetería. Probablemente por este precio haya mejores opciones pero más alejadas.
Para bolsillos llenos recomiendo el Intercontinental con vistas al Ayuntamiento y la Avenida de lo Aliados o ya de precio algo menor el Pestana Porto en Ribeira con vistas al Tajo o el Carris hotel.