Como reza la presentación de su página web, “Estratégicamente situado sobre los acantilados de la costa gijonesa, …. Y “A escasos metros de la senda litoral” y ahí se fastidió el invento

Al hacer la reserva nos ofreció con un pequeño suplemento una habitación con vistas al acantilado, aceptamos ya que soy un enamorado del mar.

El problemilla es que la habitación estaba en la planta baja, y como dicen en su página web a escasos dos metros de la senda litoral, por cierto generosamente concurrida por caminantes de todo tipo y condición. Debido a ello, la siesta con vistas al mar para digerir las “pochas con almejas de Casa Gerardo” se convirtió en la siesta con vistas a la cortina de la ventana.

Tampoco me valía la habitación del piso superior donde supongo debía haber un buen espectáculo, ya que desde primeras horas de la mañana un parapente a motor estuvo dando vueltas y más vueltas a su alrededor.

Por lo demás hotel correcto habitaciones luminosas y los servicio típicos de un hotel familiar de tres estrellas tirando a cuatro, servicio agradable, desayuno correcto y situado en un punto estratégico con aparcamiento gratuito.

En fin, si aparecéis por allí nada de habitaciones con vistas.