A veces descubres sitios por casualidad y ésta hizo que eligieramos como base para celebrar el cumpleaños sorpresa de una muy buena amiga a Can Batiste( nos pillaba a medio camino entre Barcelona y Valencia ) primero como hotel y a continuación como restaurante para celebrar la cena sorpresa.

Al poner el hilo en esta página sobre recomendaciones para cenar en Sant Carles el primer nombre que apareció fue CAN BATISTE sugerencia de Rapitenc y después de ver la carta y el menú degustación lo elegimos sin dudarlo.

Can Batiste siempre ha sido un negocio familiar y tiene una larga historia desde su creación cerca del Ayuntamiento de la localidad y su traslado al actual emplazamiento donde era pensión y restaurante para banquetes.

Con la incorporación al negocio de los dos hijos JOAN ENRIC (recepción y jefe de sala) y JORDI VIDAL (cocinero) en 2007 se produce la reforma del local y surge el nuevo CAN BATISTE en 2008: HOTEL de tres estrellas y RESTAURANTE.

Coqueto hotelito urbano de 14 habitaciones, con mobiliario moderno y actual sin descuidar las comodidades de siempre. Habitaciones muy correctas, con mini-bar, caja fuerte , TV con pantalla plana y un buen cuarto de baño con una gran ducha.
A la entrada del hotel y al lado de recepción hay un salón con sofás muy cómodos donde descansar. Dispone de parking exterior y en la zona no hay problemas de aparcamiento.

El desayuno muy correcto (con café , bollería, fruta y fiambre del bueno y ausencia de tortillas congeladas) se despacha al lado de la cocina y está separado del resto del restaurante por unas vitrinas llenas de productos gastronómicos del delta del ebre.

Curioso ver llegar a Jordi (el jefe de cocina) silbando y a su equipo a las 10.30 de la mañana para preparar las comidas del domingo(durante 15 días se celebraban unas jornadas de la galera) mientras nosotros nos despertábamos con lo cafés.

Mención aparte merece la atención de todo el personal (trabaja prácticamente toda la familia) del hotel empezando por JOAN ENRIC (aguantarme a mí que soy un poco pesado tiene su mérito) y acabando por su madre Montse (con la que tuve el placer de hablar un rato sobre la historia del establecimiento) que nos han hecho sentir a todos los invitados como en nuestra casa.

Sin duda para repetir y una buenísima opción para escapadas de fin de semana, conocer el Delta del Ebro y su gastronomía en continuo movimiento (ahora mismo hay unas nuevas jornadas gastronómicas) Tiene un pack romántico interesante.El precio de la habitación es con desayuno.