Entorno exterior especial

Ante la perspectiva de pasar tres días en la zona, con la escasa oferta de cierto nivel en la misma, un recuerdo bastante agradable de mi estancia en dicho Parador hace unos 28 años en una reunión profesional y con la posibilidad de acogernos a una oferta especial, nos decidió a pasar tres días en este Parador.

Situado en el alto de la ciudad de Tortosa, se accede al mismo por una empinada carretera, pero luego de alcanzar su situación, el lugar es muy agradable, con un posibilidades de aparcamiento muy de sencillas y gratuita (lo cual es de agradecer cuando se va a un hotel en coche) y pudiendo divisar a través de las murallas que circundan el recinto, no sólo la ciudad sino más bien una amplia comarca y todas las montañas vecinas.

Recepción muy amable y no se acomodan en una habitación de buen tamaño, con amplia cama, colchón confortable y más de un tipo de almohada. La habitación dispone de una terraza orientada a los jardines interiores del recinto, con una mesa y sillas donde el pasar un rato resulta mi agradable.

El baño recién renovado, con muchos complementos típicos de hace un tiempo que se veían en todos los hoteles de cierto nivel y que en estos momentos suelen ser muy escasos. Buen funcionamiento tanto de la presión como de la temperatura del agua y de toallas como suele ser típico en este tipo de establecimientos, con muy buen tamaño y agradable algodón.

Buen funcionamiento del aire acondicionado y bastante buen aislamiento acústico respecto a los pasillos y habitaciones vecinas.

Como detalles no tan buenos, llave típica de parador que hay que dejar en recepción, con puertas de madera con sus cuarterones, pasillos y recodos para alcanzar la habitación con alfombras que piden a gritos una jubilación (entiendo que ese tipo de edificios tengan el inconveniente de los pasillos y recovecos).

Me gustaron los desayunos, con variadas opciones, posibilidad de solicitar que elaboren en el momento huevos etc., con cava, vino y una bollería de un nivel más que aceptable. Prensa diaria.

El personal tanto de recepción, como de la sala de desayunos y el que habitualmente se encuentra en los pasillos, daba la sensación de que les había instalado un chip en el cual constase que debían de mostrar la mejor sonrisa y amabilidad, lo cual siempre se agradece.

El precio es por habitación doble con desayuno.

En conjunto la estancia me ha resultado agradable con buenos desayunos y personal muy amable. El tema de restaurante es harina otro costal, que espero que la dirección que tan bien ha mentalizado a la amabilidad del personal, consiga mejorar el nivel del mismo.