Céntrico y moderno

Se encuentra perfectamente ubicado, en C/Coso esquina con C/Alfonso.

El hotel está totalmente reformado, bien decorado, respirándose una confortable atmósfera de modernidad.

Las dos piscinas refuerzan su encanto, yo tuve el placer de bañarme en la del ático, chiquitina pero preciosa, con unas maravillosas vistas de la ciudad, con la cercanía majestuosa de las torres del Pilar. Para un maño irredento como yo, algo impagable, qué gozada. Y además el agua estaba fresquita, como a mi me gusta.

La habitación, de buenas dimensiones, bien dotada, perfecta cama y elegante baño.

Pero con dos defectos: justa de amenities para la categoría que tienen (esto es algo que podemos pasar por alto) y la ducha corta de presión y difícil de graduar (o no funcionaban bien, o hace falta un máster en Ingeniería o yo soy gili, y como me quiero y valoro mucho, lo consideraré un defecto del hotel), lo que le baja la nota, pues si hay dos cosas importantes en un hotel son la cama y la ducha.

El servicio, magnífico, lo requerí en tres ocasiones y fueron rápidos, amables y eficientes.

No dispone de parking, tiene concertado uno relativamente cercano a buen precio. Pero ya no es lo mismo, porque además no se puede acceder a la puerta, han hecho la calle peatonal.