Situado en un barrio residencial a unos 15 minutos a pie de la Plaza de Wenceslao ocupa un antiguo palacete del Siglo XIX. Decoracion calida, acogedora y clasica. nada más entrar se nota una atmosfera de bienvenida que te atrapa y hace que la estancia sea inolvidable.
habitaciones amplias con camas muy comodas y cuartos de baño totalmente modernos.
El servicio del hotel es simplemente perfecto. Ni un fallo, todo son facilidades e interes en solucionar dudas o problemas. Bienvenida extremadamente cordial. Todos los empleados del hotel parace que sólo tengan una consigna : Que el huesped se encuentre como en casa. Y lo logran total y absolutamente.
Desayunos completos y abundantes de calidad alta (incluso en el café).
Para el turista el unico incoveniente es que no es centrico , pero el hotel tiene trasnfer de ida y vuelta gratuita al centro de la ciudad.
Grandisimo hotel , grandisimo en arquitectura , decoracion, comodidad, calidez . Si eso es importante , todavia lo es mas el enorme servicio , repito una vez mas, de todo el personal.
Desde luego , para mi , Praga siempre será Le Palais
El precio lo logré a traves de una oferta del hotel por pago con American y es condesayuno incluido