Hotel calificado con 3 estrellas, situado en un pueblo cercano a Zamora capital, 5 km. Es una buena solución cuando en la capital no se encuentra habitación, como fué mi caso. Su ubicación es tranquila, rodeado de fincas de labrantio. La habitación era amplia con camas de 1,10 cms de ancho, TV, aire acondicionado y calefacción.
El cuarto de baño es amplio, baño con mampara, buenas y gruesas toallas, pero un poco más grandes hubieran estado mejor, nuevas los dos días.
El desayuno, que está incluido en el precio de la habitación, es muy sencillo. Se limitan a ofrecer: Zumo de naranja con tostadas de pan con mermelada, aceite de oliva virgen, mantequilla y tomate fresco triturado o croisant o magdalenas con café con leche o te o leche con chocolate. Se toma en la cafetería-bar del complejo hostelero en donde hay que soportar los gritos del loro y los humos de los lugareños.