Iba de camino a Girona y dado lo avanzado de la hora decidí hacer noche por la zona costera de Tarragona. Desde el coche, consultando internet vía móvil, llamé a un montón de hoteles sin resultado alguno. Me sorprendió que ni siquiera hubiera mensaje en los contestadores. Simplemente el teléfono sonaba y sonaba… Bien, de acuerdo, nos encontramos en temporada baja pero… Este fue el único que contestó, y casi estaba lleno. Pese a que lo miré con muy buenos ojos por ello y por ser realmente atentos en la atención telefónica, no puedo decir que las tres estrellas que ostenta sean merecidas.
Es de trato familiar y ambiente del mismo estilo en planta baja (recepción, cafetería y sala de desayunos) todo muy a mano y recogidito.
Sin embargo las habitaciones son muy mejorables. Adecuado tamaño pero mala calidad en ventanas, puertas, suelos, grifos….
Se encuentra en la avenida principal del pueblo, la Ctra. Barcelona, bastante alejado del mar. Desde nuestra habitación, un cuarto piso, se divisaba. Lo malo es que también se veían las vías del tren, que se encuentran entre el hotel y el mar.
Buen trato del personal.
Desayuno buffet muy austero.
Quizás se trate de un hotel orientado a grupos, había al menos uno grande de extranjeros.
En cualquier caso resultó una buena solución de emergencia a una adecuada RCP.
El precio es por 2 personas, habitación doble, IVA y desayuno incluido.