Buen enclave.

Este hotel, localizado en la ciudad de Haro, tiene un enclave magnifico para ser punto de partida de enoturismo y/o gastronomía. Se ubica en antiguo convento cuyo origen se sitúa en 1373, desde entonces ha pasado a ser guarnición militar, hospital, cárcel y escuela, conservando todavía inscripciones realizadas por los presos en las columnas del claustro. Este antiguo convento de San Agustín con sus anchos muros de piedra, tras ser restaurados, se ha convertido en un hotel.
Es de destacar un magnífico claustro, el cual se ha cubierto con una bóveda de cristal donde permanecer simplemente leyendo, es todo un placer.
Recepción amplia, con personal muy amable, aunque algo lentos en momentos de máximo apogeo, pero como hay tanto que ver al lado (claustro etc.) la demora, al menos a mi, no me importo.
Habitaciones a las que se accede tras pasar por pasillos amplios, con muchos años, circundando el claustro.
Habitación con puertas y cabeceros de las camas de madera, que creo que son de madera sencilla y no de muy lejana época, con cerraduras negras, aun con la llave y el tarjetón acompañante y luz de interruptor, sin tarjeta. Las manecillas negras de igual nivel que las puertas. La habitación de tamaño bueno, con suelo de moqueta roja con puntos de haber precisado muchos momentos de limpieza, tras reiterado uso. Mesita y silla adjunta y TV plana de tamaño medio.

Baños muy remozados, con buen tamaño, agua con termostato y con buena temperatura. Toallas blancas de buen tejido y aceptable tamaño. Todos los complementos del baño esperados en un cuatro estrellas. Curiosamente el espejo de aumento se encuentra adosado a una pared en terreno de nadie (lejano al lavabo y al espejo de este).
Muy mala insonorización, destacando el oír claramente el giro de la llave (no hay tarjeta) de la habitación vecina a las 2 de la mañana, sin olvidar las cisternas.
Desayuno tipo buffet, en el marco incomparable del claustro, con unas señoriítas muy amables y el contenido de “los de siempre “y el nivel “de lo esperado”. El café flojo.

En conjunto, zonas comunes muy agradables, con buen servicio y habitaciones muy por detrás. Leí en el hotel que había realizado una reforma, creo que 2006, pues yo me he hospedado en este hotel antes de dicho año, y las habitaciones como entonces siguen muy atrasadas de nivel.

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