Hotel moderno de 127 habitaciones, funcional (de negocios) pero no frio, a casi 20km de Milán y a pocos minutos de Monza. Recepción amable.
Dispone de sala fitness pero no de piscina. Restaurante con carta atractiva aunque no probé.
Habitaciones correctas con TV, acceso internet gratuito pero lento, caja fuerte, A/C, con minibar vacío. Han optado por poner máquinas en cada planta para coger, con cargo a la habitación, agua, refrescos, snacks o botellitas de licores. Cuartos de baño amplios y correctamente equipados.
Desayuno, con buen tiempo, en una terraza muy, muy agradable, tipo buffet: Un poco corto, pero con bollería buena del día con cafés de primera (¡qué capuchinos!) y macedonia de frutas estupenda, etc.
Me llamó la atención, por las tardes, al tomar alguna cerveza en sus salones, que dispones de picoteo incluido (snacks, sandwiches, algún queso tipo camembert, algún paté).

La tarifa que indico es tarifa empresa e incluye desayuno.