En este hotel ya había estado, aunque ha cambiado de nombre.
Poco que añadir al comentario anterior, si acaso comentar que en el bufé del desayuno el café es de máquina, hay 2 en el comedor y 1 estaba estropeada, con lo cual el colapso en al otra estaba asegurada,...
Este tema de las máquinas de café, habitual a día de hoy en muchos hoteles, no me gusta nada, suele obligar a largas esperas con el único objetivo de ahorrar en personal; así iban los de este hotel que no paraban. Suerte que eran amables y competentes.
Le vendría muy bien una renovación en los cuartos.

Qué rápido pasa de moda la decoración de un hotel, al menos es mi opinión en lo referente a éste. Quede claro que el Hotel está bien, muy bien situado, al lado de la estación de autobuses y de una boca de metro, cerca de Chamartín,...las habitaciones son amplias, el armario está bien, con caja de seguridad, el baño un poco pequeño pero completo y con los útiles de aseo necesarios. La tele un poco pequeña, de plasma y de buena calidad. Camas grandes y cómodas. A pesar de todo tanto la decoración de los cuartos como de las zonas comunes se ve como antigua, muchas madera oscura, espejos, moqueta,..., da la sensación que necesita una puesta al día y algunas partes están un poco ajadas.
Hay sólo 2 ascensores muy lentos y en las horas punta es complicado cogerlos.
El desayuno muy bien, bufé completo y en general todo de buena calidad.
Personal amable y competente, trámites de entrada y salida rápidos.
Un detalle, tienen la mala costumbre de entrar a hacer la habitación muy pronto por la mañana, sin llamar ni nada, por lo que si no queréis ser molestados os aconsejo colguéis el cartelito en el pomo, pue si no os entrarán.