Bonito hotel con encanto en el centro de Annecy.
Annecy es una preciosidad de población, incluso en invierno. Llena de gente amante del esquí en su paso hacia los Alpes Suizos, por ejemplo. A un paso de Suiza, pero todavía en Francia.
Ciudad de lago, puentes y canal, con un pequeño castillo encantado e iluminado flotando en el lago, y sus enormes cisnes que se dejan acariciar en las noche frias de invierno.

Este hotel representa una buena versión de hotel muy céntrico, cómodo, caliente, con habitaciones no muy grandes, pero suficientes. Camas cómodas, aspecto de hotel Europeo distinguido, pero no sofisticado. Y lo peor los baños, pequeños, con ducha, al menos las habitaciones que hemos visto. Porque hay dos secciones distintas.

Vale la pena pasear por Annecy, y sus callejuelas en el casco más antiguo, es una ciudad con cierto aire romántico.

Tres estrellas - suficientes ***
Es muy caliente y cómodo, le fallan los baños. Aspecto totalmente reformado, con el encanto de detalles antiguos.