Cinco estrellas con imperfecciones

Hotel situado algo lejos del centro histórico de Lisboa, al lado del parque de Eduardo VII, cerca de la estación de metro del Marqués do Pombal pero para llegar al hotel desde allí hay una cuesta impresionante -casi hace falta una cuerda de escalada-, no apta para cardiópatas....Edificio moderno y reformado en el 2006, este hotel es conocido por Le Meridien sobre todo hay que decírselo así a los taxistas porque si no no saben. Típico hotel de negocios, habitaciones con montaje adecuado para un 5 estrellas y decoración moderna, muy cómodas y amplias, tiene 18 plantas por lo que si te toca habiación alta y con vistas al parque es espectacular, ahora como te toque de las de atrás, la vista es fea con avaricia -como pista creo que las impares dan hacia atrás-. Cuenta con salas de reuniones y todas esas cosas para los negocios pero lo que es área social es nula, sólo el hall y un bar-cafetería....cuenta también con un restaurante que no tiene mala pinta pero del que no puedo hablar. Desayuno completo de calidad pero no es de un 5 estrellas, nada de cocina a la vista, nada de batidos a la carta y ni hablar de embutidos de calidad (22€).
Trato del personal en general muy amable, pero en recepción hay algunos elementos bastante bruscos y malencarados, una lástima, sobre todo porque en esta ciudad hay muuuuucha oferta y quizá mejor situada que este establecimiento.
Vlveremos a Lisboa pero no a este establecimiento.